CASTELLÓ. Antes de comenzar la entrevista, Zelu, el vocalista y letrista de Palo Domado, me reconoce que le encanta Triana. Coincidimos plenamente en nuestro amor por la banda sevillana. Disfrutamos con cantantes con voces muy personales; de hecho, Zelu tiene un timbre muy personal. También señalamos a Incubus en su sonido. Segunda Capa, que es el tercer álbum del combo de Benicarló, es puro rock. Escuchando detenidamente el elepé, salta a mi cabeza la sensación ingrávida y fulminante de que estos chicos llenarán grandes salas y festivales en muy poco tiempo. No parece que me equivoqué, pues me explica con ilusión en la voz que estarán actuando en el Festival Cruïlla de Barcelona, el viernes 10 de julio. Y seguro que eso solo es el inicio, quizás estamos ante esa supernova a punto de estallar y convertirse en todo un fenómeno. Charlo con Zelu sobre la historia de tan singular banda.
Nos remontamos a 2018 para saber qué estaba haciendo Zelu antes de montar la banda que nos ocupa. "Palo Domado nace porque yo tocaba en una banda que se llamaba Anacardos Lata y ZE, que era una banda doomera. ZE se disuelve y Anacardos, que es mi amigo de toda la vida, tenía un viaje a Indonesia, y se iba a ir un año o algo así, y me quedé desamparado (risas) y un día, sin ninguna pretensión, otros amigos de mi pueblo fuimos a un local a tocar un rato, y yo iba a tocar la batería", recuerda.
Zelu no comenzó como el cantante del combo; de hecho, comenzó en la batería, y por mera casualidad terminó sosteniendo el micrófono. Rápidamente me viene a la cabeza la misma historia, cambiando la batería por el bajo, de Enrique Bunbury en Héroes del Silencio. Ojalá los de Benicarló tengan la misma fortuna que los maños."Llegó otro chaval que iba a tocar la batería y yo le dije; pues ponte tú a la batería y yo pillé una guitarra, que además era un monopatín que había ahí con cuerdas, que lo habían hecho así casero", recuerda entre risas. "Pillé un micrófono, la guitarrita y me puse a pegar cuatro berridos, y lo que tocamos ahí estuvo guay. Y volvimos a repetir, y ese día salió alguna idea, hasta que decidimos montar una banda".
Y ese mismo año, ¿para qué esperar más cuando hay ganas de crear canciones?, apareció su único epé, Apariencias, que podría casi llamarse elepé, y que cuenta con 8 canciones. "Cuando quedábamos iban saliendo ideas, y es a base de repetir, y como teníamos un chaval que estudiaba técnico de sonido empezamos a grabar las ideas, y poco a poco nos plantamos con 6 o 7 canciones, y las grabamos,y dijimos de hacer un conciertete", señala. Ahí se estaba fraguando el germen del grupo, aunque de la formación original solo queda Zelu. "De la formación inicial de Palo ya no está nadie, solo estoy yo con otros chicos. Han habido pequeños ajustes hasta llegar al día de hoy. Simplemente porque mantener una banda tanto tiempo es muy difícil, cada uno tiene su vida".

En 2020 publican Venda Negra, su primer largo. "El chico que te dije que estaba estudiando técnico de sonido, Pau Esteve, se montó un estudio en Barcelona (Locus Estudio). Fuimos mejorando todos, él invirtió mucho en su estudio, nosotros también mejoramos". Uno de los elementos que más me han gustado, y que creo que conecta mucho con el creciente público que tienen, son las letras. Hubo alguna duda por parte de Zelu en cantar en castellano, sin duda un completo acierto. "Me daba pánico escribir, porque siempre he escuchado bandas inglesas, bandas americanas y cantar en castellano ha sido una cosa que siempre que lo hacía me daba un poco de pudor, un poco de vergüenza de expresarme, lo notaba todo que sonaba a chorra", sentencia. "Le empecé a encontrar el gusto, empecé a experimentar, tío, como el que comienza a caminar, empecé haciendo algunas frasecillas y digo: bueno, estas las canto, y según cómo me exprese yo, notaba que ya no me molestaba y cada vez me molestaba menos".
El vocalista, también compositor, revela cuál es el modo de trabajo en la creación de las canciones. "El proceso de composición que tiene Palo, desde el principio total hasta el día de hoy, es que yo hago la estructura de las canciones, todo a raíz de una idea mía que compongo en mi casa, cojo la guitarrilla, le pongo cuatro acordes, empiezo a cantar por encima. Así son todas las canciones que han salido, incluso en el último disco. Yo voy a los chicos y luego las orquestamos", dice.
Tras ese primer disco llegaba Miserias y grandezas (2022), y es en ese trabajo donde detectó más influencias de Incubus en temas como Nos Equivocamos, con ese fraseo inicial, que Zelu reconoce que le recuerda a Summer Romance (Anti-gravity love song) del disco S.C.I.E.N.C.E. Y es que el combo canta en castellano pero tienen espíritu de música americana. En este momento, Palo Domado ya conseguían llamar la atención del público, y no solo de los amigos. "Tú notas a la gente, ya fuera en nuestro pueblo, en el pueblo de al lado o tocando en Castellón, notas a la gente", confirma. "A veces puede ser un poco trampa, porque la gente que tienes a tu alrededor, amigos, pueden decir: qué guay los temas, pero yo empecé a notar que gente que no nos conocía nos decía: oye, estos temas molan, y eso te da confianza y te lo comienzas a creer un poco, entre comillas, pues al igual hago canciones que le gustan a la gente. Y además la inquietud de hacer canciones".

Para su segundo trabajo, la banda cambia de estudio de grabación por una recomendación, allí aparece otra figura clave en el devenir musical de Palo Domano: Pau Ortiz. "Nos vamos a grabar a Nu Estudi, con Pau Ortiz, que es nuestro bajista actual. No lo conocíamos de nada, fuimos a grabar porque nos los recomendaron. Él aporta mucha calidad musical, de arreglo de canciones, yo hago un acorde, un Fa clásico y él busca una forma de hacerlo que yo no hubiera hecho en la vida y tiene otra sonoridad, yo he aprendido mucho de música de él", dice.
Llegamos a su último disco, Segunda Capa (2025), asomando bastante la cabeza entre la multitud. "Del Venda Negra al Miserias cambió mucho, porque prácticamente yo cambié de músicos conmigo, hubo un momento que pensé dejar el proyecto, me quedé en solitario", admite. "Con el Miserias me di cuenta que podía hacerlo solo y componer canciones nuevas, fue un proceso diferente pero muy divertido, la gente que entró ya era gente que había escuchado Palo y le gustaba el proyecto, vinieron con mucha motivación. Y con el de Segunda Capa, somos casi los que estábamos en el Miserias, yo llevo la parte estructural de las canciones y de la composición de las letras, y Pau es el que lleva las partes de arreglos y mejorar las canciones".
Segunda Capa, antes de aparecer en el mercado, no ha parado de reportales alegrías y satisfacciones. "Desde que empezamos a sacar los singles, a finales de verano de 2025, hemos tenido la suerte de que Spotify nos haya empezados a querer un poco y nos han metido en listas de nacionales, eso ha cambiado mucho", me comenta con mucha ilusión. "Eso hace que te suban los oyentes, que te suban los seguidores en Instagram; eso hace que vayas a tocar por ahí y que no solo vengan a verte tu primo y tus amigos. Ahora mismo de las 10 que hemos sacado nos han metido 8 en lista de nacionales, ahora tenemos manager, que es algo que no habíamos pensado nunca (risas). Con este nos están pasando cosas que nunca nos había pasado", sentencia.