VALÈNCIA. Suavidad, ternura y reflexión. La emocionalidad surfea una capa impermeable entre las letras de Pelo de foca, el último lanzamiento de la banda madrileña Ultraligera que inicia su gira el próximo 2 de mayo en Palau Alameda y dentro de la gira de Vibra Mahou. Como antesala a este concierto tan único, Gisme, cantante de la banda, conversa con Culturplaza sobre las idas y venidas de Ultraligera para llegar a dar forma a este trabajo tan emocional que puede leerse como “un viaje” en el que Gisme comparte caravana y escenario con Coque, Santi y Martín.
Con un concierto muy especial que le conecta sus raíces familiares, Gisme recuerda a su abuelo valenciano y explica que València es la ciudad ideal para arrancar con su gira y presentar el “universo de Ultraligera”. Para ello se centran en su último trabajo que funciona tanto por temas como en su conjunto: “Conseguimos que el disco funcione como un paraguas bajo el que se comprende parte de nuestra propia vida y jugamos con un directo que se puede leer como un ritual en el que la música se entiende como arte y la puesta en escena es una catarsis”, lo hacen con un concierto en el que buscan es “disfrutar con la diversión de la música” que les ha llevado a Pelo de foca.
“Este es un disco que sale del alma y que no funciona bajo el pensamiento del producto. Se ha hecho con mucho tiempo y cariño, y las letras crecen de forma orgánica y surgen de forma natural. El ejercicio es tener paciencia para que el álbum vaya cobrando esta forma y para eso hay que dejar que las canciones funcionen por sí solas”, destaca Gisme.
Con un ritmo que no va acorde a los “parámetros estrictos de la industria musical” Ultraligera convierte este lanzamiento en una especie de road trip musical en el que consiguen sentirse a gusto con lo que les está pasando mientras atienden a los fans que les siguen de hace tiempo: “Respondemos a nuestras necesidades y lo hacemos dentro de una escena que cada vez es más diversa y en la que hay cada vez más afición por ir a los conciertos. La música a día de hoy es más democrática de como lo era antes y hay todo tipo de proyectos que funcionan independientemente de la fama”.
A pesar de ello, Ultraligera comprende que formar parte de la industria -y estar comprendidos dentro del indie-rock- también tiene sus ventajas, como que la banda llegue un nuevo público o que se vaya enriqueciendo la escena con nuevas propuestas. “Año tras año hay proyectos con sonidos más diferentes y cada vez hay más espacio para proyectos más de autor, más punkis, más indies y más rockeros. Antes se elegía a dedo que grupo se hacía famoso o no, pero entrar dentro de un circuito también te ayuda a acercarte a un público que se compromete con la música”, señala Gisme, quien comprende también que a veces el género puede sentirse como un encorsetamiento aunque prefiere leerlo de forma positiva, “como un lugar en el que poder aplicar tu filosofía y tus letras, siempre y cuando al público le pese más el nombre de una banda que el de un festival”.
“Hay que tener cuidado con que el mundo de la música no se convierta en algo capitalizable, o que no te encasqueten una banda por la radio y te cuelen gustos que no son tuyos”, apunta el cantante de la banda, quien realmente se muestra optimista con los nuevos tiempos que vive la música ahora: “Los tiempos pasados no siempre fueron mejores y lo que es realmente importante es que nos comprometemos con la música como un arte que escuchamos. Que la gente nos elija significa que quieren escucharnos y poco a poco hay una nueva cultura de volver a conectar con la música, sus letras y hasta el formato físico”. Así, la música de Ultraligera se siente como acariciar el Pelo de foca, suave aunque con toques de frescor que llevan a un nuevo mundo en el que, el resto de la manada, baila al mismo son que ellos.

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- Foto: GIRA VIBRA MAHOU