ALICANTE. Una start-up creada por un científico y un emprendedor alicantinos en el entorno de Silicon Valley, en California (Estados Unidos), ha iniciado una campaña de crowdfunding para financiar el desarrollo de una planta de cacahuete que produzca frutos sin alérgenos.
A partir de la tecnología del Crispr, cuyos principios fueron establecidos por el investigador ilicitano Francis Mojica, ese es el ambicioso objetivo para intentar revolucionar la industria alimentaria del genetista vegetal Ángel Fernández, respaldado por el emprendedor Javier Buendía, con la start-up MyFloraDNA.
Esta firma con sede en la ciudad californiana de Sacramento ha patentado un protocolo de transformación y edición genética que permite identificar y suprimir los genes responsables de los alérgenos en el cacahuete, un desarrollo con un enorme potencial en Estados Unidos, donde tradicionalmente el cacahuete es un alimento básico aunque su consumo se ha visto reducido debido a que casi 10 millones de habitantes son alérgicos.
"Con la tecnología de edición genética Crispr podemos identificar un gen en la planta que controlan esos alérgenos y los podemos suprimir", de manera que el fruto crezca sin esas proteínas que provocan las alergias, ha explicado a EFE Fernández (Alicante, 1981).
Además de realizar análisis predictivos de patógenos en plantas, MyFloraDNA cuenta con un largo historial de edición genética en plantas como el tomate y soja para hacerlos resistentes a la sequía y a enfermedades, respectivamente, y que también ha trabajado con el cannabis (sin THC y legal en California).
Para Buendía (Alicante, 1982), la planta sin alérgenos "podría tener un alto valor económico" a lo que ayuda que, a diferencia de otros cultivos, la de cacahuete sea una especie de muy rápido crecimiento con capacidad para producir en unos cinco meses.
La campaña de crowdfunding permite a los participantes en convertirse en accionistas de un proyecto cuya fase inicial de investigación científica podría completarse en un plazo de unos siete u ocho meses, seguida de otras posteriores para las comprobaciones médicas y de comercialización, con un horizonte de unos tres años para su implementación en la industria.
Fernández, líder del proyecto y director ejecutivo de MyFloraDNA, fue investigador de la Universidad de Berkeley y antes, en 2012, premio al mejor joven investigador nacional de Agricultura por la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas (SECH). Un año más tarde fue galardonado con la beca europea Marie Curie para una estancia de 36 meses en Estados Unidos para investigar con el Crispr en el equipo de la Nobel de Química 2020 Jennifer Doudna.
Los dos impulsores alicantinos de este crowdfunding están convencidos de que esta innovación marca un nuevo camino en la biotecnología, con el potencial de transformar la alimentación y mejorar la calidad de vida de millones de personas.