VALÈNCIA. A pesar de que el pasado ejercicio fue más bien dado a los obituarios culturales, también toca formalizar partidas de nacimiento de aquellos nuevos espacios que tejerán la actividad cultural de la ciudad en 2020, un mapa que se amplía con la puesta en marcha de La Primera (C/Guillem de Castro, 106). La librería, que se presenta más como un espacio cultural que como una tienda al uso, se sitúa en un espacio hasta ahora ocupado por la papelería Pinzón, una transición de la que su impulsora, Fiona Songel, también se quiso nutrir, pues desde verano está empapándose del savoir-faire de la papelería, una experiencia que ahora aplica en La Primera, que abrió sus puertas hace pocas semanas. “Quería conservar esa idea de tienda de barrio, aunque con un perfil diferente. Después hemos añadido esa parte de abajo que es una apuesta personal que quería darle”, explica Songel en conversación con Culturplaza.
Cuando habla de “esa parte de abajo” se refiere a un sótano que hará la de centro cultural, una sala en la que próximamente se inaugurará una exposición de fotografía vinculada al festival de cine Humans Fest, primer gran evento con el que se alía la librería. Este espacio está pensado como cara B de la librería, un espacio que completa la personalidad del proyecto de Songel, que se presenta como gestora cultural y que, de hecho, antes de liderar La Primera era copy en una agencia de publicidad y comunicación y realizaba críticas literarias para la revista Laocoonte. De esta forma, ese espacio subterráneo completa su apretada agenda con ‘A pies de página’, un encuentro sobre poesía impulsado por Sara Olivas y David Silvestre, que están también detrás del proyecto Versat i fet, y cuya próxima sesión será el 17 de enero; así como con una suerte de trivial colectivo o conciertos acústicos ‘clandestinos’, en los que el público conoce el lugar, la fecha y la hora pero no la identidad del intérprete hasta el momento de la actuación.
"Mi meta es que la gente venga y, sea con una charla o con un concierto, sepa que está pasando algo y es de calidad". Este punto de partida va vinculado a una concepción de librería que poco tiene que ver con los gigantes de la distribución, sino que se entiende como eje cultural del barrio que la integra, como actor del mismo. "Solo sabes lo grande que es un librería cuando conoces a su librero", deslizaba hace poco menos de un mes Jorge Carrión durante una entrevista con Culturplaza, tras las presentación de su libro Contra Amazon en València. Esta reflexión-reivindicación forma parte del surgimiento de proyectos como La Primera, que tiene como objetivo “generar comunidad” creando un espacio físico que no solo funcione como punto de venta sino que lugar de encuentro.
"El papel de la librería de barrio pasa por tener una relación personal que tu librero, que te pueda aconsejar... eso no tiene precio. De hecho, por eso he puesto una cafetera y una mesita. Me encanta ir a la librerías y dedicarle tiempo a ver qué me llevo. Quiero que la gente venga, se siente, lea las primeras páginas para ver si le gusta, me pregunte... Eso una gran superficie o Amazon no te lo da", explica Fiona Songel al respecto. La Primera llega así a una València que ha despedido de manera definitiva a Dadá pero que también ha visto nacer recientemente otros proyectos como Bangarang, que pone gran parte del peso de su proyecto en la narración gráfica. En un contexto más que cambiante, llega La Primera. Muchos éxitos.