VALÈNCIA. "Veinte años no bastan para enterrar un maldito secreto”, con este leit motiv ha acabado de rodarse en Valencia, tras 36 días, la película El desentierro, del director valenciano Nacho Ruipérez. Han sido siete las semanas en las que el equipo de la cinta, producida por Filmax, TVE, El Desentierro AIE, Culturarts, Abordar SL y la argentina Aleph media SA han convertido Valencia y sus alrededores en un plató de cine.
El actor argentino Michel Noher protagoniza junto a Jan Cornet (Goya actor revelación en 2011 por La piel que habito, de Pedro Almodóvar), este thriller mediterráneo que ha convertido los arrozales en un personaje más de la película. Les han acompañado en el equipo artístico un elenco internacional formado por 28 profesionales de distintas nacionalidades: bosnia, albanesa, argentina y española. Junto a los protagonistas, componen la película los actores Leonardo Sbaraglia, el valenciano Raúl Prieto (Que Dios nos perdone), Ana Torrent, Francesc Garrido, Jordi Rebellón, o Arben Bajraktaraj (Harry Potter 1 y 2). El elenco lo han completado actrices valencianas como Cristina Perales, Isabel Requena, Lola Moltó, Cristina Fernández o Vanesa Cano, y el actor Paco Alegre.
Si La isla minima puso en valor el territorio paradigmático de las marismas andaluzas, para sus creadores El desentierro puede hacer lo mismo con l’Albufera y sus alrededores. De hecho una de las señas de identidad del rodaje de esta película, que podrá verse en pantalla en 2018, ha sido precisamente los arrozales, que son un paisaje protagonista. Así, los escenarios naturales han sido la nota dominante: la marjal, Sueca, Chelva, El Perelló, la Malva-rosa, la propia ciudad de València, las discotecas de la ruta del Bacalao, y en particular l’Albufera, han sido los elegidos por el equipo de dirección de la película. Tal y como apuntó el director al inicio del rodaje, “creo que rodar en localizaciones naturales de este enclave tan característico valenciano, le aportará rigor y veracidad a una historia cuya fuerza temática reside, justamente, en valores como la verdad y la justicia”. Unas 38 localizaciones han hecho posible que la intención del director de rodar una “historia de historias” y de "viajar al pasado", de "recuperar la memoria", haya sido posible. El director de fotografía, Javier Salmones, se sorprendió al descubrir este paisaje insólito: “No se puede desaprovechar, tiene una fuerza poderosa, es una materia prima increíble”, apuntó uno de los días de rodaje en el Perelló.
Por su parte, Ximo Pérez, el productor de la cinta, se ha mostrado muy satisfecho con el rodaje, y con el resultado del esfuerzo de todo el equipo. “Para mí ha sido la película más complicada que he rodado. Por una parte, por el gran número de actores de diferentes nacionalidades, por otra, por la gran cantidad de localizaciones elegidas. Sin embargo, ha valido la pena, porque eso le dará una riqueza visual muy importante e inédita hasta el momento. Confiamos y deseamos que será una de las películas españolas de referencia en el 2018”.