FRÁNCFORT (EP). La recuperación de la economía de la zona euro "es cada vez más sólida" y los riesgos que amenazan la expansión son menores, aunque todavía siguen inclinados a la baja, según el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien ha dejado claro que esta mejoría aún no permite iniciar los preparativos para la retirada de los estímulos.
"La recuperación cíclica de la economía de la eurozona está siendo cada vez más sólida y los riesgos a la baja han disminuido", comentó el banquero italiano en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo sin cambios los tipos de interés en el 0% y no ha introducido variaciones en sus políticas no convencionales.
A pesar de este tono algo más optimismo, inmediatamente Draghi ha querido zanjar cualquier duda acerca de la proximidad del comienzo de la retirada de las medidas extraordinarias del BCE subrayando que estos riesgos para la perspectiva de crecimiento, aunque menores, "siguen inclinados a la baja", añadiendo que la inflación aún no ofrece suficientes indicios que justifiquen un cambio de políticas. "El Consejo no discutió hoy una estrategia de salida", aseguró el presidente del BCE, añadiendo que "no hay necesidad de discutir ahora la secuencia de salida", pues no hay suficiente confianza de que la inflación esté encarrilada, por lo que "todavía es necesario un sustancial grado de relajación (monetaria)".
En cuanto a la evolución de la inflación, el banquero italiano anticipó que "el dato general probablemente subirá en abril" y posteriormente se mantendrá en niveles similares a los actuales (1,5%), mientras que la inflación subyacente sigue ofreciendo muestras de debilidad, añadiendo que la perspectiva de subidas salariales sigue siendo incierta.
Asimismo, Draghi ha recordado que el crecimiento de la zona euro se ve perjudicado por la lentitud en la adopción de reformas estructurales, subrayando que para aprovechar completamente las medidas aplicadas otras áreas al margen de la política monetaria "deben contribuir de forma más decisiva". Además, ha señalado refiriéndose a la Comisión Europea la importancia de tomar en una mayor consideración social a aquellos que no han salido ganadores o se han visto perjudicados por la globalización.
El BCE decidió este jueves mantener su tipo de interés de referencia en el 0%, mientras que el tipo aplicado a la facilidad de préstamo continuará en el 0,25% y el interés de la facilidad de depósito seguirá en el -0,40%. En este sentido, el instituto emisor reiteró que los tipos de interés oficiales se mantendrán en los niveles actuales, "o en niveles inferiores", durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos.
En cuanto a sus medidas no convencionales de política monetaria, el Consejo de Gobierno ha confirmado que las compras continuarán al nuevo ritmo de 60.000 millones de euros mensuales "hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario", subrayando que seguirán en vigor en todo caso hasta que se observe un ajuste sostenido de la senda de inflación compatible con el objetivo de inflación de la entidad. En este sentido, el BCE precisó que las compras se llevarán a cabo paralelamente a la reinversión del principal de los valores adquiridos que vayan venciendo.
Asimismo, reiteró que en caso de que las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, "el Consejo de Gobierno prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa".
La tasa de inflación interanual de la zona euro se relajó en marzo al 1,5% en marzo, frente al 2% observado en el mes anterior, mientras que la tasa interanual de inflación súper-subyacente, que además de energía y alimentos frescos excluye también la evolución de los precios del alcohol y el tabaco, se situó en el 0,7%, frente al 0,9% del mes anterior, su lectura más débil desde abril de 2016.
Por otro lado, cuestionado por el impacto de la incertidumbre política relacionada con eventos como las elecciones presidenciales francesas, el banquero italiano ha defendido que el BCE no hace política monetaria en función de resultados electorales.
"Hablamos de políticas ('policies'), no de política ('politics')", dijo Draghi, aunque posteriormente apuntó que la institución trata de "internalizar" la información derivada del efecto de esa incertidumbre en la economía para reaccionar al impacto sobre las perspectivas de estabilidad de precios a medio plazo. En este sentido, apuntó que la duración y la forma en que se desarrollen las conversaciones sobre el 'Brexit' tiene consecuencias económicas, mientras consideró "prematuro" cualquier reacción sobre hipotéticas políticas por parte de la Casa Blanca.