VALÈNCIA. Natra (NAT) comunicaba por hecho relevante a la CNMV el pasado 6 de marzo el nombramiento de su nuevo consejero delegado en la figura de Domique Luna. Aunque no exactamente nombraba el término CEO y sí "primer ejecutivo del grupo", que habitualmente viene a ser lo mismo pero es algo muy curioso. Ese día las acciones de la chocolatera cerraron en el Mercado Continuo en 0,715 euros frente a los 0,455 euros del viernes 15 de diciembre. O lo que es lo mismo: la histórica cotizada valenciana se ha dejado desde entonces en el parqué bursátil un 36,36%.
La multinacional del cacao, que vio como a finales de enero de este año renunciaba al cargo de CEO Juan Dionis -el ejecutivo que capitaneó la última reestructuración de NAT-, se revaloriza casi un 11% en las últimas veinte sesiones. A pesar de ello es la décima cotizada del centenar de empresas que dan vida al Mercado Continuo que peor comportamiento muestra en lo que va de año al bajar un 32,59%.
La empresa presidida por Antonio Obieta, que lleva moviéndose entre los 0,40 y 0,50 euros desde el pasado 18 de octubre, ha reducido su capitalización hasta los 21,60 millones de euros. Tal importe la convierte en una de las acciones con menor valor del principal mercado español de renta variable.
Dominique Luna, que ha desarrollado su carrera profesional en empresas tanto nacionales como multinacionales pertenecientes al sector de bebidas, no ha logrado enderezar el rumbo de Natra... de momento. Sin embargo, la valenciana redujo sus pérdidas ajustadas un 68% en los nueve primeros meses del año. Bien es cierto que la deuda financiera neta se mantuvo en niveles similares a los de septiembre de 2016, es decir, en torno a los 150 millones de euros.
Luna llegó a la cotizada valenciana para liderar el crecimiento sostenible de la compañía, con unas líneas estratégicas básicas con un modelo centrado en el cliente, foco en las categorías de más valor añadido y mayor eficiencia operativa y de costes. En los últimos meses NAT ha realizado una primera revisión estratégica para identificar oportunidades de negocio en nuevos mercados, inciando un plan de eficiencia y ahorro de costes que llevó a la reestructuración de una planta en España.
De cara al último trimestre del año, la chocolatera presidida por Antonio Obieta advirtió en la nota de prensa de sus últimas cuentas que espera una mejora significativa del negocio. De hecho prevé obtener unos resultados por encima de los registrados en 2016, impulsados por la consolidación de negocios existentes y a las nuevas iniciativas generadas por su plan de transformación.
La compañía precisó que baraja para este año Ebitda -resultado bruto de explotación- entre 21 y 23 millones de euros, una cifra que, sin contabilizar los gastos ajustados de reestructuración y del lanzamiento del plan, aumentaría hasta los 24 y 27 millones; mientras que la cifra de negocio rondaría los 360 y 370 millones de euros y, eso sí, la deuda financiera neta seguiría estable, según las previsiones de Natra.