Fundación Global Nature ha sellado hoy la primera pre-venta de créditos de carbono del proyecto de reducción de emisiones de CO2

Naturgy, Saggas y Zuvamesa compensan su huella de carbono en el Marjal dels Moros

28/10/2024 - 

VALÈNCIA (VP). La Marjal dels Moros, un humedal costero en la Comunidad Valenciana y propiedad de la Generalitat Valenciana, es mucho más que un refugio para aves. Este espacio actúa como sumidero natural de CO₂, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático al capturar gases de efecto invernadero. De hecho, Fundación Global Nature ha sellado hoy la primera pre-venta de créditos de carbono del proyecto de reducción de emisiones de CO2 en la Marjal dels Moros.

 La multinacional energética Naturgy y las valencianas Saggas y Zuvamesa, pertenecientes a la Asociación Empresarial del Camp de Morvedre (Asecam), han sido las primeras en unirse a esta iniciativa que impulsa la gestión y restauración de humedales para incrementar su potencial como aliados contra el cambio climático. Con este proyecto, las tres empresas, que tienen presencia en Sagunto, alrededor de la Marjal, muestran su compromiso por conservar un ecosistema clave situado en su entorno más próximo.

Este resultado es parte del proyecto europeo LIFE Wetlands4Climate, coordinado por Fundación Global Nature, que aplica soluciones basadas en la naturaleza que conectan la mitigación del cambio climático con la conservación de la biodiversidad y cuyo objetivo es aprovechar el potencial como sumidero de carbono de los humedales mientras mejora la biodiversidad y la resiliencia de estos ecosistemas. “Los humedales en buen estado de conservación mitigan el cambio climático y, sin embargo, aquellos en estado alterado se convierten en emisores de gases de efecto invernadero”, explica la responsable de políticas y cambio climático de FGN y coordinadora del proyecto, Vanesa Sánchez. “De ahí la importancia de mantenerlos en buen estado y de restaurarlos en caso de que no lo estén”. Según datos manejados por Global Nature, actualmente solo el 13% de los humedales españoles se conserva en buen estado. 

Bajo el marco del proyecto europeo LIFE Wetlands4Climate, se ha desarrollado junto con la Universitat de València, una metodología innovadora para compensar la huella de carbono a través de la gestión y restauración de humedales mediterráneos, demostrando que estos ecosistemas pueden desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Además de reducir emisiones, las acciones del proyecto también generan beneficios para la biodiversidad, mostrando que es posible lograr una mitigación efectiva sin comprometer otros valores naturales.

Un proyecto a diez años

El proyecto de gestión y restauración de la Marjal dels Moros comenzará en 2025 y tendrá una duración de 10 años, durante los cuales se realizarán acciones de gestión de vegetación y restauración de suelos en 75 ha. Se estima que estas acciones mitigarán un total de 1.517,79 toneladas de CO2 equivalente a los 10 años de vigencia del proyecto. Se trata de un proyecto pionero y piloto que servirá para aplicar, medir y comprobar los resultados de la investigación científica del proyecto LIFE Wetlands4Climate. Un primer paso para llegar del “laboratorio al mercado” y comenzar a expandir estos mecanismos novedosos de financiación para la restauración de la naturaleza. 

Las principales acciones previstas se basan en la gestión del suelo y de la vegetación. Para ello, se realizarán siegas con máquina anfibia en áreas inundadas y con tractor, en las zonas de carrizal en seco. La retirada de biomasa vegetal mediante métodos mecánicos es una herramienta que permite incrementar la producción neta de las plantas, uno de los principales impulsores de la retención de carbono en el balance global de los humedales. Asimismo, para la gestión del suelo se realizarán fangueos que supondrán la oxigenación de la capa más superficial del sedimento, con lo que se reducirán las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero y decapados. La eliminación mediante decapado del exceso de materia orgánica y vegetación en descomposición acumulada durante décadas reducirá la carga de carbono orgánico en el sedimento, el cual es propicio a ser degradado si se dan las condiciones, con la consiguiente liberación de metano a la atmósfera. De todas estas acciones se generarán subproductos, como los restos vegetales de las siegas, que se reutilizarán como forraje o cama para el ganado y tierra con materia orgánica que se utilizará como enmienda de suelos agrícolas. 

Cada una de las empresas firmantes adquiere, este primer año, en torno a 20 toneladas de emisiones de CO2 equivalente, cantidad que se estima que serán mitigadas en su totalidad durante el primer año de vigencia del proyecto.  Para realizar el seguimiento, monitoreo y certificación de la mitigación climática alcanzada durante el proyecto se cuenta con la colaboración del equipo del Instituto Cavanilles de la Universitat de València. Este equipo tomará medidas in situ cada año, para certificar con criterios científicos que las emisiones evitadas estimadas se están alcanzando. Cada cinco años, en función del estándar que apruebe definitivamente la metodología, se verificarán los créditos de carbono o toneladas de CO2 equivalente mitigadas. Además, la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio asesorará en la buena ejecución de las acciones de restauración. 

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