ALICANTE. La plantilla del centro que la multinacional tecnológica noruega Navico abrió en Alicante hace dos años, inicialmente concebido como centro de desarrollo y reorientado a las funciones comerciales, sigue adelgazando, y eso que ya era bastante exigua. La semana pasada, según fuentes próximas, la empresa llevó a cabo otra tanda de despidos con ocho afectados, lo que deja la plantilla bajo mínimos.
En lugar de recurrir a un ERE, la empresa ha optado por llevar a cabo varios despidos en distintas fases, junto con (en algunos casos) una recolocación en otros centros de trabajo del personal extranjero desplazado originalmente para abrir en la capital alicantina. Según ha podido saber este diario, la fórmula que plantea la dirección de Navico es la de un despido procedente justificado en la mala situación del mercado y la caída de las ventas.
Tras esta nueva tanda de despidos, la plantilla del centro de Navico en Alicante se queda en apenas una decena de personas, cuando en el proyecto original (planteado antes de la compra de Navico por parte de Brunswick) estaba previsto que creciese hasta alcanzar los doscientos empleos tecnológicos. La firma noruega especializada en tecnología aplicada a la navegación sigue así el camino de otros gigantes del sector digital que han puesto en marcha despidos masivos durante 2023.
El cambio de manos de la empresa, certificado al poco de abrir en Alicante, ha sido clave para que la estrategia de la empresa respecto a su delegación en la Costa Blanca cambie completamente: de liderar la segunda transformación digital de la empresa, como estaba llamado a hacer, el centro de Panoramis se ha reconvertido en un gran showroom para llevar a cabo presentaciones de producto, reuniones con clientes y producción de materiales promocionales. En esta nueva estrategia, los doscientos informáticos que iban a trabajar en la ciudad (nunca se llegó a dicha cifra, en cualquier caso) ya no hacen falta.
A mediados de 2021, la multinacional Brunswick, líder mundial en embarcaciones de recreo, anunció la adquisición de Navico, que diseña y produce la tecnología de navegación de dichas embarcaciones, por mil millones de dólares. La firma norteamericana de embarcaciones adquirió la tecnológica a al banco de inversión Goldman Sachs y el fondo Altor, sus anteriores propietarios, que habían situado a Knut Frostad, ex director de la Volvo Ocean Race, como CEO en 2019.
Frostad llevaba en el consejo de Navico desde 2005, y su conocimiento de Alicante, donde sigue afincado tras abandonar la dirección de la competición náutica (ahora rebautizada como The Ocean Race, con su primera edición en marcha en estos momentos), fue decisivo para que la multinacional se instalase en Panoramis. No obstante, en diciembre de 2022, completado el cambio de propietario de Navico, Frostad abandonó sus responsabilidades para incorporarse como miembro del consejo de Henri-Lloyd y Odlo, dos firmas de textil especializadas en moda para deportes acuáticos.