VALÈNCIA. El barrio de Nazaret pasa cuentas. En sus alegaciones al Plan Especial de Nazaret Este, una de las asociaciones vecinales del barrio señala directamente al Puerto de Valencia y le reclama el pago de la deuda histórica que tiene éste con el barrio, si bien no la cuantifica. Igualmente, exigen un parque de Desembocadura tan grande como el de Cabecera y el final de las obras de línea T-2.
El documento, firmado por el vicepresidente Julio Moltó, es un repaso a los perjuicios históricos que tanto el Ayuntamiento de València como el Puerto han tenido con el barrio, y es una puesta negro sobre blanco de los numerosos agravios comparativos que siguen haciendo que este barrio marinero esté todavía marginado por el consistorio.
En el texto se recuerda que el próximo 19 de mayo se cumplirán 32 años de la firma del convenio por el que València permitió la ampliación sur del puerto, “destruyendo la playa de Nazaret y la Punta” y haciendo que el barrio perdiera sus señas de identidad como pueblo marinero. Nazaret, recuerdan las alegaciones, “tenía dos kilómetros de playa y un importante potencial turístico y medioambiental”. Pero el uso de las acequias y el río “como cloacas de la ciudad”, la huerta “como almacén de troncos primero y contenedores después”, unido a “la peligrosa instalación” de la fábrica de aceite Moyresa, “cuyos vertidos contaminaron las aguas hasta el nuevo cauce en Pinedo”, acabaron con ella.
Ante eso exigen que el Puerto compense al barrio si bien no reclaman una cantidad concreta porque, como explica Moltó, es imposible de calcular. “¿Cuanto vale la playa de Nazaret que destruyó el puerto al ampliar sus instalaciones?”, se pregunta. “¿Y la huerta de La Punta? ¿Y el final del cauce histórico del Turia que se tapó en 2004? El puerto obtiene beneficios externalizando costes. ¿Cuanto nos cuesta 32 años sin dar solución a la contaminación del cauce histórico del río?”, cuestiona.
En su escrito los vecinos solicitan que la cesión por parte del Puerto a València del suelo donde irá Parque de Desembocadura se amplíe a 75 años “como se hizo con la Escuela de Emprendedores del empresario Juan Roig en la Marina”. Igualmente reclaman que se inicien negociaciones para la desafectación y la cesión a la ciudad del suelo del Plan Especial de Nazaret Este y de la Marina, así como la ampliación del Parque de Desembocadura sobre la concesión de Astilleros Boluda (antigua Unión Naval de Levante), una vez caduque en 2022.
Una de las principales críticas del vecindario es que en el Plan no se observan soluciones hidráulicas al problema de las aguas del final del viejo cauce, algo que ya debería estar resuelto ya que estaba incluido en el convenio de 1986. “Treinta y dos años después de la pérdida de la playa, del despilfarro, la corrupción y las deudas de la Copa América y la F1, el problema sigue sin solución”, constata el documento.
En el texto se hace especial hincapié en uno de los agravios más significativos, y es que el barrio marinero es el único que no conecta con el jardín del cauce del Turia, pese a ser en su demarcación por donde desembocaba el río históricamente. “El cauce también lo queremos verde en Nazaret”, señalan, y solicitan recuperar en su totalidad el cauce para dar continuidad a la prolongación del jardín “sin el actual aparcamiento construido por el Puerto dentro del cauce previa ocupación y desecación”.
Otra de las reivindicaciones de los vecinos es la construcción de un paseo ajardinado y su continuidad con la zona de Cocoteros y los jardines de Moreras aprovechando los bajos del Puente de Astilleros, o que el Polideportivo de Nazaret sustituya el muro recayente al cauce por un vallado que permita visibilizar sus instalaciones y que ponga en valor el cauce para actividades deportivas y de ocio.
“Queremos un Parque Desembocadura de iguales o mayores dimensiones que el Parque Cabecera. El Parque de Desembocadura que reclamamos deberá dignificar el canal del cauce histórico del Turia en su encuentro con el Mediterráneo, y el proyecto expuesto tan solo es un primer paso en la buena dirección pero claramente insuficiente”, reza el texto.
En este contexto, también reclaman un corredor natural verde que conecte los Parques Naturales del Turia y de la Albufera de València, que dicho corredor se amplíe a su paso por la ZAL y que se conecte con el Anillo Verde Metropolitano que impulsa la Generalitat.
Los vecinos piden igualmente medidas para minimizar el impacto negativo de algunas actividades del Puerto, “como el amarre de grandes buques portacontenedores y de cruceros turísticos”, porque suponen una fuente de contaminación acústica y atmosférica, ya que utilizan “combustible de baja calidad con alto porcentaje de azufre”. Por eso piden que se alejen los amarres de dichos buques del casco urbano y que se exija a los buques que utilicen combustibles menos contaminantes.
Dentro de las alegaciones también hay referencia a la Movilidad. Es aquí donde se menciona el área deportiva donde podría instalarse la Ciudad Deportiva del Levante y para la cual no hay prevista ningún servicio público de Movilidad. Igualmente se recuerda la línea T-2, ahora Línea 10, cuya conexión con el barrio no se ha incluido en la primera fase del proyecto.
Conscientes además de la dificultad del proyecto, los vecinos reclaman que se ponga en marcha una comisión de Seguimiento que controle el desarrollo del Plan Especial, comisión en la que solicitan estar.