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TRIBUNA LIBRE

Asombroso, parques fluviales con auditorio y memorial…

Publicado: 23/07/2025 ·06:00
Actualizado: 23/07/2025 · 06:00
  • Barranco de la Saleta en Aldaia.
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Cuando faltan dos meses para el final del verano de 2026, cabe mirar alrededor y calibrar los hechos y decisiones que se han tomado desde el fatídico 29 de octubre pasado.

La sala de colegio del Cecopi, sin pantallas, con los teóricos responsables de las emergencias sentaditos boli en ristre, sin comunicación con la sala contigua donde se reciben (suponemos ) los avisos recibidos, sigue exactamente igual. Con nuevo personal al mando, pero con los mismos procedimientos (o no...) en caso de emergencia real.

La antedicha sala contigua, con las llamadas del 112 y los avisos entrantes de los diversos departamentos, con los mismos (o similares ) responsables, con la misma capacitación técnica y su nula formación en las actividades que se les supone son de su negociado, subcontratas de atención telefónica incluídas.

Los gestores de las cuencas hidrográficas, con los mismos sistemas de avisos y la misma nula capacidad para emprender las obras necesarias para evitar los desastres, simplemente reparando y maquillando los mismos cauces por los que, en caso de repetirse la misma precipitación, volverá a ocurrir la misma inundación (ver el paso del mítico Barranco de Poyo bajo la pista de Silla, inamovible por los siglos de los siglos, mientras eliminamos las New-Jersey por encima de ella para el último metro de la inundación...).

La Administración autonómica y central, cada una por su lado, adjudicando actuaciones sin coordinación (con el oxímoron de la Inteligencia Militar que adjudica el Plan de Reconstrucción a una consultora a buen precio), mientras no se conoce que se haya hecho un modelo hidráulico en el Cedex para ver qué obras hay que acometer de manera urgente para el caso de que vuelva a caer la misma cantidad de agua en los diversos puntos de la cuenca.

Los distintos colegios profesionales, cada cual arrimando el ascua a su sardina, promoviendo soluciones teóricas más cercanas a la Fe que a la Ciencia, por supuesto proscribiendo el hormigón para que el agua circule despacio y vaya subiendo de cota...

Los distintos ayuntamientos, no prohibiendo la vivienda en bajos inundables y sin escalera de acceso a las plantas superiores; sin plantear ampliaciones de los cauces, eliminando las primeras filas de viviendas o naves industriales en polígonos, sin pensar siquiera en soluciones temporales para aumentar la capacidad hidráulica como barreras en las calles adyacentes a los barrancos o sobreelevaciones de los márgenes. Y discutiendo entre ellos por el agua que unos derivan hacia el término del vecino, sin tener una perspectiva global.

Y, no podía faltar, nuestra inefable clase política, con sus rémoras periodísticas incluídas, en un interminable espectáculo de telerrealidad sin fin, para que el respetable público no reaccione a la miseria económica y moral a la que nos encaminamos gracias al Estado Autonómico de pandereta que disfrutamos, en la cola de la financiación, que impedirá siquiera el comienzo de ninguna obra de prevención de catástrofes que no paguemos directamente nosotros…

Habrá almas bienpensantes que encuentren estas reflexiones, quizá algo paranoicas, exageradas, negativas o directamente fruto de una soberbia técnica que no se compadece con los tiempos modernos, tan inclusivos ellos, en los que todo el mundo puede opinar de lo que quiera para que las cosas permanezcan igual. Pero la realidad es la que es: la concentración de CO2 en la atmósfera sigue subiendo exponencialmente (gracias China, India y demás países emergentes), el nivel del mar y su temperatura siguen subiendo, la concentración de viviendas y empresas sigue aumentando en los mismos pueblos y polígonos, el territorio con sus cauces y pendientes sigue inamovible, y el agua, cuando decide caer, no pregunta, sino que discurre por sus cauces, históricos y presentes, por lo que o se toman medidas o la inundación volverá a suceder.

Ignacio Cuartero es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos

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