VALÈNCIA. Dos jóvenes agricultores de Valencia, Gabriel y Gonzalo, tuvieron que enfrentarse a una encrucijada hace quince años cuando recibieron el huerto de naranjas que trabajó su abuelo durante prácticamente la mitad de su vida: renunciar a él o quedárselo y tener que lidiar con la dura vida en el campo, plagada de dificultades estructurales como el bajo precio que se recibe por la cosecha en multitud de casos o la exposición a los fenómenos metereológicos.

Estos hermanos valencianos, lejos de tomar el camino fácil, decidieron apostar por mantener esa herencia y, no sólo eso, sino darle un enfoque innovador que solventase uno de los principales factores que más lastran la rentabilidad de los productores: los intermediarios. Y, a esto, añadieron también el planteamiento de cultivar ese terreno de manera ecológica tras haber comprobado por sí mismos el auge que estaba teniendo este concepto en Alemania, donde residieron una temporada. 

Sus caminos se cruzaron con los de la economista Juliette y el programador Moisés, con quienes forman ahora los cuatro pilares sobre los que se sostiene CrowdFarming, la plataforma nacida en 2017 en Valencia que actúa a modo de una especie de Amazon y permite a más de 5.000 agricultores europeos vender directamente sus productos al consumidor. En un primer momento fueron los hermanos los que comenzaron con el embrión del proyecto a través de una venta directa online de sus naranjas.

Posteriormente fueron haciendo crecer la iniciativa aglutinando a más productores como ellos."Tenían contactos en Alemania y en España. Les fue tan bien que incluso llegaron a tener lista de espera porque no tenían suficiente cosecha", cuenta Juliette Simonin, quien participó la semana pasada en 'Gap in Between', un evento dedicado a la innovación con enfoque sostenible que reunió en Valencia a más de 1.300 personas del ecosistema emprendedor. 

"Yo buscaba también trabajar en todo lo que es digitalización del campo y nuevas oportunidades en el sector, por lo que me encantó el proyecto. Empecé con algunas cuestiones de finanzas y poco a poco decidimos que había que montar una plataforma que permitiese a cualquier productor europeo replicar a nivel global lo que habían hecho en Valencia. Así lanzamos CrowdFarming. Empezamos con tres productores que confiaron en nosotros, así que quiero darles muchas gracias de nuevo", explica Juliette en una entrevista concedida a ValenciaPlaza.

El crecimiento de la compañía ha sido más que significativo. Con más de 5.000 productores en cartera y 500.000 consumidores que apuestan por la agricultura ecológica, la plataforma gestiona más de tres millones de pedidos al año. Los productores se ubican en España, Alemania, Francia e Italia. Un servicio que destaca de CrowdFarming es la posibilidad de adoptar un árbol de una de las fincas que hay en cartera y recibir la cosecha a domicilio o bien comprar cajas sueltas con fruta y verdura que se recolectan bajo pedido.

En cuanto a la comunidad de productores que tiene en España, registran un total de 182 fincas, de las cuales 26 están ubicadas en la Comunitat Valenciana (y 16 de ellas en Valencia). Pero, además, la compañía no sólo une a productores y consumidores disponiendo de todo els ervicio logístico necesario, sino que cuenta con un programa de conversión a agricultura ecológica para todo aquel profesional que no tenga experiencia y quiera adentrarse en esta manera de producir sus cultivos. Algunos de los valencianos que han pasado por esta formación son Héctor Edo de Finca Aguasvivas, Pasqual Sarrió de Hort de les Pereres y Berta Mompó y Miguel Minguet de Font del Salsero. Casualmente todos ellos cultivan aguacate.

"Desde que empezamos hemos hecho muchas mejoras en el sistema. Al inicio los productores hacían las cajas en sus fincas pero nos dijeron que no podían estar ellos mismos dedicando tanto tiempo a empacar y montar cajas. Entonces hace más o menos cuatro años lanzamos un sistema de redes de centros logísticos", subraya Juliette, quien destaca que el objetivo de CrowdFarming tiene doble dirección: por un lado, contribuir al desarrollo de la agricultura ecológica y rentable, mejorando así las condiciones del sector agrícola y, por otro, abrirse a un espectro de consumidor generalista que tenga acceso a un producto más saludable. "No buscamos un nicho de gente muy concienciada con la agricultura ecológica, sino gente cualquiera que valore un sistema más justo, con más transparencia y alimentos más nutritivos", agrega.

La evolución de CrowdFarming no sólo se puede apreciar en el número de clientes y productores, sino en la última operación corporativa que acaban de protagonizar al comprar la compañía francesa La Colmena que dice sí!, con la que podrá convertirse en la mayor red europea de venta directa de alimentos. Con esta transacción prevén unas ventas agregadas que en 2025 alcanzarán los 100 millones de euros. Entre las dos suman más de 10.000 agricultores en Europa y 1,5 millones de usuarios registrados. En lo que va de año, han enviado (en total) 10.500 toneladas de alimentos a consumidores finales a través de dos millones de pedidos en 19 países de Europa.

Aunque por su filosofía innovadora CrowdFarming pueda encasillarse en la etiqueta de startup, lo cierto es que ha alcanzado los volúmenes de una gran compañía consolidada, puesto que cuenta actualmente con un equipo de más de 250 empleados y una red de seis centros logísticos entre España (en Valencia), Italia, Francia y Alemania. En 2024, su comunidad contó con 483.000 compradores activos y generó unas ventas de 65 millones de euros, un 28% más que en 2023.