VALÈNCIA. Bankia (BKIA) puso ayer fin a tres sesiones de continuado castigo que llevó a la cotizada presidida por José Ignacio Goirigolzarri a marcar mínimos históricos en los 1,55 euros al término de la jornada bursátil de antes de ayer. La política monetaria ultralaxa del Banco Central Europeo (BCE) sigue pasando factura sobre el banco domiciliado en València, que ya se deja un 35,16% en lo que va de año. O lo que es lo mismo: 2.630 millones de euros, dado que el último día de 2018 Bankia valía en bolsa 7.480 millones frente a los 4.850 millones tomando el cierre de ayer. Todo un desánimo para sus sufridos accionistas... y el Estado español que todavía conserva algo más del 60% del capital y del que debe desprenderse totalmente.
Así se explica que BKIA sea el sexto peor valor que peor comportamiento registra este año entre el centenar de empresas que cotizan en el Mercado Continuo. Por delante solo tiene a Duro Felguera (-53,91%), Ercros (-42,87%), Unicaja Banco (-41,41%), Quabit Inmobiliaria (-37,92%) y Ence (-35,91%). De este modo las 'bankias' -como se les conoce en la jerga bursátil- han descendido hasta el puesto número 24 del Ibex 35 en términos de capitalización, situándose a caballo entre Inmobiliaria Colonial (5.437 millones) y Enagás (4.794 millones).
"Bankia es uno de los bancos más afectados por la política de tipos del BCE y teniendo en cuenta que no van a subir en un largo periodo de tiempo el mercado sigue castigando las acciones, que ya han tocado mínimos históricos y en no pocas de las las sesiones celebradas en lo que va de verano con elevados volúmenes de contratación", apuntan desde una mesa de contratación bursátil consultada por este diario. Y no les falta razón porque su media diaria anual situada en poco más de 6 millones de acciones, según los datos de Infobolsa, la superó hasta en siete jornadas en agosto, un mes donde la negociación se desploma en bolsa por aquello de las vacaciones.
La espiral bajista de Bankia, tal y como se aprecia en el gráfico, llega en pleno juicio de la entidad donde a la fiscal Carmen Launa no le tiembla la voz a la hora de cargar contra la antigua cúpula del banco. Ayer continuó exponiendo los motivos por los que ha añadido a su acusación en el juicio por la salida a bolsa el delito de falsedad contable, centrándose en las cuentas del ejercicio 2011 formuladas en marzo de 2012 y que fueron objeto de reformulación dos meses después. Launa aseguró que en BKIA hubo una estrategia interna para obstaculizar al auditor.
Pero el mal tono bursátil de la entidad también tiene lugar en plena estampida de los bajistas. De hecho, tal y como lo constató ayer este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), solo tiene un 'corto' con nombre y apellidos -por aquello de igualar o superar el 0,50% del mínimo legal establecido-: el perenne AQR Capital Management, con el 0,69% del capital, que declaró su primera posición el 27 de mayo de 2015 con el 0,50% y el 17 de agosto de 2018 llegó a controlar el 1,60%. De Marshall Wace y Citadel Europe, los últimos que tenía a finales de julio pasado como contó Valencia Plaza, ni rastro... o tienen menos del 0,50%.
Hablar de AQR es hacerlo del acrónimo de Applied Quantitative Research -traducido al castellano como investigación cuantitativa aplicada-, fundada en 1998 por cuatro ex Goldman Sachs (Clifford S. Asness, David G. Kabiller, Robert J. Krail y John M. Liew), gestiona actualmente más de 150.000 millones de euros en activos. Fue un de los primeros gestores de fondos de cobertura en registrarse voluntariamente en sus inicios ante la SEC estadounidense -Securities and Exchange Commission-, es decir, la CNMV norteamericana como se recoge en su site. En la actualidad, AQR es una firma global de gestión de inversiones que ha mantenido su foco original de investigación rigurosa y el desarrollo de estrategias de inversión prácticas e innovadoras.
Hasta 14 cotizadas del Ibex 35 han tenido -en algunas de ellas sigue estando- 'cortos' de AQR en su capital como Abertis, Acerinox, Banco Sabadell, Bankia, BBVA, CaixaBank, Ferrovial, Grifols, Mediaset y, entre otras, Telefónica. Pero que no tenga más del 0,50% no significa que no esté presente porque hay que recordar que es el umbral a partir del cual hay que 'desnudarse' ante el mercado.