GRAND PLACE DESDE BRUSELAS / OPINIÓN

Nigel Farage no conoció a Joao Gilberto…

9/07/2019 - 

Me pasé todo el domingo escuchando a Joao Gilberto. Se ha ido para siempre el padre de la bossa nova. Y, para siempre, nos ha dejado la 'Garota de Ipanema'. Lástima que Nigel Farage no lo conociera. Porque, de haberle conocido, no habría encabezado la cruzada contra Europa ni nos habría dejado esa ignominiosa foto de despedida en el Parlamento Europeo.

Durante la primera sesión plenaria celebrada hace una semana en Estrasburgo, los 29 eurodiputados británicos del Partido del Brexit, liderados por Farage, se pusieron de espaldas al sonar el Himno de la Unión Europea, La Oda a la Alegría o novena sinfonía de Beethoven. Ya lo hicieron hace cinco años, aquella vez con el partido que también encabezaba Farage, el UKIP, origen de la campaña para el referéndum del Brexit. Y ahora lo han repetido, con más razón. Para lo que me queda en el convento…, habrán pensado, pero en inglés.

Bien, pues ya que ellos nos han puesto el culo, yo les voy a poner cara. Los 28, más Farage, son Richard Tice, Michael Heaver, June Mummery, Annunziata Rees-Mogg, Jonathan Bullock, Matthew Patten, Ben Habib, Lance Forman, Brian Monteith, John Tennant, Claire Fox, Henrik Overgaard Nielsen, David Bull, Louis Stedman-Bryce, Nigel Farage, Alexandra Lesley Phillips, Robert Rowland, Belinda De Lucy, Right Honourable Ann Widdecombe, James Glancy, Christina Jordan, Nathan Gill, James Wells, Rupert Lowe, Martin Daubney, Andrew England Kerr, John Longworth, Lucy Harris, Jake Pugh y Louis Stedman-Bryce.

El caso es que en la página web del Parlamento, Farage -20 años de eurodiputado haciendo campaña contra Europa, esposa e hijos alemanes- no ha incluido ni su curriculum, ni sus asistentes, ni sus declaraciones…, sólo la Declaración de buena conducta, en la que afirma, pero no firma, que “se comportará de forma adecuada en el cumplimiento de sus deberes como parlamentario”. Pues el primer día no han cumplido con su deber, con lo que indica el artículo 11,3 del Reglamento interno del parlamento europeo respecto a las normas de conducta:  “Los diputados no perturbarán el buen orden del salón de sesiones y se abstendrán de comportamientos incorrectos…”. Su incumplimiento puede dar lugar a una sanción, según el artículo 166 del mismo Reglamento.

Creo que la multa es poquita y sólo alcanza a las dietas y gastos del parlamentario. Lástima, porque ahí es donde más les duele, en el bolsillo. Porque, además de al himno, ¿también les van a hacer ascos a los 8.500 euros brutos mensuales, más los 4.300 para gastos y dietas, más los 24.000 para asistentes y becarios, más los 300 diarios por asistir a los plenos, más todo el gasto en viajes…? Todos mensuales, eh. ¿De verdad que van a devolver esos euros sucios de Bruselas? Creo que se lo están pensando…

Ojo y alerta, porque no sólo ellos tuvieron su minuto de gloria en el Olimpo de los dioses que se dieron cita en Estrasburgo. También el incombustible Berlusconi, a quien sus compatriotas en el gobierno italiano van a hacer bueno, entró por la puerta grande del edificio Simone Weil. El líder de Forza Italia acaba de ser rehabilitado por la justicia tras cumplir la pena de cinco años de inhabilitación por fraude fiscal. Los cuatro años de prisión, rebajados a uno, no los cumplió por la edad. Queda pendiente el “caso Ruby”, que investiga la posible compra de testigos en el juicio por inducción a la prostitución de menores y en el que Berlusconi resultó absuelto. Por cierto, acaba de morir envenenada la principal testigo de las fiestas “bunga-bunga”.

Ya ven, entre darle la espalda al hemiciclo y una fiesta “bunga-bunga”, no hay color. A ver si se animan los eurodiputados británicos del Brexit antes de marcharse con la música a otra parte… O con el Himno.

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