VALÈNCIA (EP). Los 'ninots indultats' de las fallas infantiles plantadas entre 1963 y 1996 tendrán "todos sus papeles en regla", desde las figuras de Gepetto y Pinocho de la antigua comisión de Sant Vicent-Falangista Esteve hasta ‘La nadala de Sebastián’ de Sapadors-Vicent Lleó.
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València ha aprobado este viernes la declaración de propiedad municipal de estas piezas, que custodia actualmente el Museu Faller y que forman parte del patrimonio festivo de la ciudad.
A partir de este momento, los 'ninots' que se salvaron del fuego por decisión popular se incorporarán con pleno derecho al Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación, que en su última actualización tiene un valor de más de 3.700 millones de euros, según ha informado el consistorio en un comunicado.
Su integración en el inventario de la ciudad no significa que estos 'ninots' no fueran del Ayuntamiento de València, puesto que es "público y notorio" que se convierten en propiedad municipal por donación de las comisiones falleras propietarias tras el veredicto de la ciudadanía.
De hecho, apunta el consistorio, la jurisprudencia del Tribunal Supremo lo dejó escrito en 2008: "No puede entenderse que un bien, por el mero hecho de no estar incluido en el correspondiente Inventario de Bienes Municipales, no es de titularidad municipal".
El concejal de Fallas, Santiago Ballester, propuso el pasado 26 de abril al Servicio de Fiestas y Tradiciones realizar "las actuaciones administrativas oportunas para la regularización como bienes municipales y la inclusión en el inventario de los 'ninots' indultados infantiles desde 1963 hasta 1996".
La propuesta aprobada ahora por la JGL recuerda que el Museu Faller de València es "único, ya que la colección de 'ninots indultats' que alberga se remonta a 1934" y, además, "custodia los carteles de Fallas oficiales y finalistas desde 1929, retratos de las falleras mayores de València desde 1995 y la colección de insignias falleras", entre otros elementos "simbólicos" de la fiesta grande de la ciudad.
A través de las colecciones expuestas en el antiguo convento de San Vicente de Paúl, en el barrio de Montolivet, se puede conocer buena parte de la historia de las Fallas de la ciudad, además de las técnicas constructivas y materiales con los que se elaboran los monumentos, junto con el estilo de los más prestigiosos artistas falleros.