MADRID. La compañía petrolera es, tras el Banco Santander, el valor que más puntos ha restado al Ibex 35 este año, al haber perdido un 27% en lo que llevamos de ejercicio.
Desde luego no está siendo el año de las petroleras, ni de las empresas relacionadas con las materias primas. El desplome del precio de las mismas está causando estragos en las empresas del sector.
Sin embargo, en Repsol se presentan otras condiciones adicionalmente bajistas, que explican por qué cae más que otras empresas del sector como Total (+5%), Eni (+6%), Galp (+14%) o Royal Dutch Shell (-11%). A Repsol le están perjudicando además su elevada deuda y su exposición al continente latinoamericano, especialmente, a Brasil.
El último plan estratégico presentado por la compañía, hasta el año 2020, ponía su acento en la reducción de la deuda, pero ni aun así consiguió convencer al mercado.
Técnicamente, el valor es muy bajista en el medio y corto plazo. Existe un fuerte nivel de resistencias entre los 12,65 y los 13,50 euros.
Hasta que atravesase dicho nivel, no parece recomendable plantearse entrar en una compañía muy castigada, que cotiza en los comparables más baratos del sector, pero que presenta muchos riesgos y a la que no va a ayudar probablemente la evolución del precio del barril.
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Daniel Pingarrón es estratega de Mercados de IG