VALÈNCIA. El PSPV-PSOE que lidera Ximo Puig se encuentra en el nivel de afiliación más bajo de los últimos años, incluso inferior a cuando la formación socialista se encontraba en la oposición y se había producido la crisis económica que obligó a muchos ciudadanos a prescindir de todo tipo de gastos.
Así, según los datos a los que ha tenido acceso Valencia Plaza pertenecientes a este mes de julio, el PSPV posee 15.917 militantes. Echando la vista atrás, la cifra es inferior en 1.257 afiliados al censo oficial hecho público para las primarias que se celebraron justo ahora hace tres años y en las que Puig se impuso al alcalde de Burjassot, Rafa García, candidato apoyado por el sector del ahora ministro José Luis Ábalos.
Bien es cierto que, cuando llegan los congresos, suele producirse un incremento de la movilización que tiene como consecuencia un ascenso del número de militantes. O lo que es lo mismo, los referentes de las distintas 'familias' socialistas se apresuran a sumar el mayor número de altas posibles para acudir a la cita respaldados con la suficiente tropa para reforzar su valía. Ahora bien, es evidente que el efecto 'president' -que Puig sea el jefe del Consell- no parece haber calado en cientos de militantes que han abandonado el PSPV en este periodo de tiempo, pasando de los 17.174 de mayo de 2017 a los 15.917 actuales.
Obviamente, los tiempos han cambiado. En 2008 el PSPV, estando en la oposición y en una época de claro dominio del PPCV de Francisco Camps, tenía 26.400 afiliados. Una cifra que en 2011, con la intensificación de la crisis económica y la propia pérdida de credibilidad general de los partidos políticos, bajaba hasta los 21.345. En enero de 2014, en el momento de las primarias para elegir al candidato a la Generalitat que enfrentaron al propio Puig con el ahora presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, el número de militantes se cifraba en 16.134. Un dato que, hasta ahora, marcaba el 'suelo' del PSPV y que posteriormente pareció superarse con la llegada de Puig al Palau de la Generalitat y, sobre todo, con el congreso de su reelección en 2017 que, además, vino precedido de las duras primarias federales que enfrentaron a Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López.
De hecho, la tendencia a la baja incluso se ha constatado en los últimos meses. Los datos recabados por este diario en noviembre del pasado año situaban la base socialista en un total de 16.279 afiliados, 362 más que los existentes en la actualidad. Respecto a aquellos datos, resulta relevante el descenso de militancia en la provincia de Valencia (-320) hasta los 8.838 afiliados y de Alicante (-285) hasta los 5.168 inscritos. En cambio, en Castellón (+243) se alcanza un total de 1.095 socialistas con carné.
En estos ocho meses, se han producido situaciones llamativas atendiendo a la afiliación por comarcas, según los datos a los que ha tenido acceso este diario. Así, todas las demarcaciones alicantinas han perdido militantes (L'Alacantí, 100 y L' Alt i Mitjà Vinalopó, 83) excepto el Baix Vinalopó, que se ha quedado exactamente igual.
En Castellón, apenas ha habido cambios en las distintas comarcas excepto en Els Ports-Maestrat, donde las afiliaciones se han disparado con 240 altas. Un área dominada por los afines a Ximo Puig y donde destaca el municipio de Morella, localidad natal del presidente, pero también del secretario general provincial, Ernest Blanch.
También hay datos a tener en cuenta en la provincia de Valencia respecto a los datos que publicó este diario en diciembre del pasado año. L'Horta Sud, la comarca con más afiliados de todo el PSPV, mantiene su puesto de privilegio pero habría perdido en menos de un año unos 200 afiliados, quedándose en 1.828 carnés.
En esta línea, el resto de comarcas también sufre pérdidas respecto a los datos de hace nueve meses publicados por este diario, y tan solo la Ribera Baixa crece en 101 afiliados y la Ribera Alta asciende en 47.
Unos datos que las distintas fuentes de la cúpula del partido rehusaron confirmar, si bien algunos dirigentes sí recordaron que a lo largo del mes de julio es cuando se pasa el segundo recibo de la cuota anual, lo que en ocasiones genera que, en este mes, se produzca cierto desajuste en los datos por errores en las domiciliaciones debido a distintas causas.
Ahora bien, que la formación socialista hay perdido algo de músculo en los últimos tiempos no le aparta del liderazgo en cuanto a número de militantes al corriente de pago en la Comunitat Valenciana. Prueba de ello son los últimos compromisos internos de otras fuerzas políticas como PPCV o Podem.
Pese a que los populares sacaban pecho en los últimos años de que disponían de 150.000 afiliados, la regularización de datos en las primarias que Isabel Bonig ganó en 2017, evidenció que apenas 7.000 militantes se encontraban activos o, al menos, ese fue el número de participantes. De la misma manera, en el último proceso de València ciudad ganado por María José Català -eso sí, sin rival-, tampoco se superaron los 450 votos (el PSPV ostenta unos 1.500 afilados en la ciudad).
Por poner otro ejemplo, en el proceso autonómico superado por Podem recientemente en el que se impuso Pilar Lima frente a Naiara Davó y Fernando Navarro, apenas votaron 5.000 personas, un tercio de la afiliación del PSPV, pese a que fueron unas primarias muy intensas y con alta competitividad.