Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en uno de sus últimos encuentrosEl PP vuelca sus esfuerzos en la lucha contra el proceso catalán sabedor de que es su mejor baza para retener votos el 20D
VALENCIA. El inicio oficial de la campaña electoral se acerca pero los partidos políticos se encuentran, desde hace tiempo, inmersos ya en las escaramuzas previas a la gran contienda en las urnas que tendrá lugar el próximo 20 de diciembre. El último CIS reflejaba que el PP conserva una ventaja de casi cuatro puntos sobre el PSOE, mientras Ciudadanos se consolida como tercera fuerza con el 14,7% del respaldo y Podemos sigue una tendencia a la baja, rozando el 11%.
La clave en la que coinciden los analistas y estrategas de los principales partidos es la ‘catalanización’ de las próximas elecciones generales. Curiosamente, en el propio CIS no aparece una pregunta concreta sobre el proceso catalán, más allá de una mención referida a los nacionalismos, por lo que a día de hoy no figura entre las principales preocupaciones de los españoles. No obstante, desde las fuerzas políticas se considera que el proceso catalán va a marcar –ya lo está haciendo- la precampaña, campaña y los resultados de los comicios estatales.
En este sentido, desde la sala de máquinas de los distintos partidos consideran que el auge del conflicto catalán –el Parlament ya ha aprobado el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república- tiene en el PP al principal beneficiado. De hecho, para algunos analistas, la formación que lidera Mariano Rajoy disfrutaría de una ventaja ya determinante si no fuera por la irrupción de Ciudadanos (C’s), que también se opone frontalmente a la independencia de Cataluña en similares términos que el PP.
Así, fuentes populares admiten que la estrategia planteada por Rajoy les otorga un respaldo “importante” en el conjunto de España. Si bien los resultados en las autonómicas catalanas fueron discretos, el posicionamiento en clave nacional sí es efectivo. De hecho, a la formación popular le interesa que la campaña esté protagonizada por el proceso catalán, además de incluir otro mensaje estratégico como es el de la recuperación económica.
Un ejemplo que, con la presidenta del PPCV a la cabeza, Isabel Bonig, se imita en la Comunitat Valenciana. Así, este miércoles se votará en el pleno de Les Corts una Proposición No de Ley de tramitación especial de urgencia presentada por el grupo popular sobre la defensa de la unidad de España. De esta manera, el PP insiste en un asunto –ya presentaron recientemente una propuesta de declaración institucional idéntica- que obliga a los miembros del tripartito a posicionarse. Aunque en la citada anterior iniciativa de estas características, PSPV, Compromís y Podemos votaron en contra, los socialistas ahora se han abierto a negociar su postura.
No son los únicos problemas colaterales derivados del proceso catalán: el retraso de la llegada del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) que corresponde a la Comunitat Valenciana se ha atribuído desde el Consell al bloqueo que también se le está aplicando a Cataluña, que está pendiente de recibirlo.
No obstante, en esta misión de aglutinar los votos que simbolicen la oposición al proceso catalán al PP le ha salido un enemigo complicado. Ciudadanos (C’s), con un líder joven y preparado, Albert Rivera, una marca potente, una modernización en los postulados sociales respecto al PP y, al menos en apariencia,más avanzados en materia de regeneración democrática, posee el valor añadido de ser una fuerza política nacida además de la propia Cataluña. Por su parte, la formación popular apela a su votante tradicional y a su absoluta implantación en todo el marco territorial, lo que le beneficia en las demarcaciones pequeñas.
Por otro lado, el PSOE liderado por Pedro Sánchez, tiene más dificultades para la visibilidad en el conflicto catalán. El mensaje federalista enviado a la ciudadanía como solución al proceso independentista es de mayor profundidad y complejidad para buena parte de los electores si se compara con el rechazo rotundo del PP. Además, Sánchez se ve obligado a situarse a rebufo de Rajoy respaldando las medidas para responder al desafío soberanista planteado por Cataluña.
En este sentido, más de un dirigente socialista lamenta que no se haya podido –o querido- mantener en la agenda mediática el problema de corrupción hasta las elecciones generales. Un tema que incomoda notablemente al PP y que, en los últimos meses, se viene trasladando a una escena secundaria dentro del panorama informativo por la prevalencia del problema catalán.
