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entrevista al presidente de la patronal cerámica

Nomdedeu (Ascer): "La concentración de empresas es una oportunidad ante las amenazas del azulejo"

22/01/2024 - 

CASTELLÓ. La patronal cerámica Ascer reeligió el pasado mes de diciembre a Vicente Nomdedeu como presidente de la asociación empresarial. Tras dos mandatos consecutivos al frente de Ascer, Nomdedeu encara un nuevo período que no parece que se vaya a caracterizar por la bonanza. En plena crisis de demanda, el sector cerámico busca alternativas para sobrevivir al tiempo que hace frente a retos como la descarbonización y la feroz competencia en los mercados internacionales. Con este complejo panorama, Nomdedeu aspira a reforzar el papel de la patronal.

- ¿Qué balance hace de estos años al frente de Ascer? No sólo dentro de la asociación, sino también en cuanto a la evolución del sector.

- Son cosas distintas. El sector ha ido evolucionando con los datos a menos y, sin embargo,la asociación ha ido a más. Posiblemente cuanto mejor vayan las cosas, menos nos preocupemos de que haya herramientas, y si van peor, parece que todo el mundo sea más generoso en sus esfuerzos. Sobre la valoración de lo que hace el presidente, la junta y Ascer, los medios que sois los que estáis fuera y podéis hablar con más objetividad.

No obstante, estoy satisfecho de muchas cosas. Ya es mi segundo mandato y hemos conseguido cambiar la estrategia de Ascer, poner en el foco de todas nuestras acciones la aportación de valor al asociado. No hay nada que no se haga y que no tenga sentido para que el asociado esté satisfecho. Y hemos conseguido los recursos adecuados para que esta estrategia se lleve a cabo.

Ha habido una renovación del equipo directivo del cual estamos muy satisfechos. Ha habido una renovación continua en la Junta Rectora con una aportación de tiempo, de valor y de ideas por parte de sus componentes, en especial los vicepresidentes. Hace años, para cubrir diez vocales, a veces no había suficientes voluntarios, ahora se presentan más. Ese cambio de actitud es una satisfacción y ha ocurrido porque hemos acercado la asociación al asociado y siente la asociación como algo suyo. Ese es el principal éxito.

Foto: ANTONIO PRADAS

- ¿Es suficiente la penetración de la asociación en el sector?

- Siempre es mejorable. Pero ese gran salto que acabo de explicar ahora es muy importante. Seguiremos teniendo como hoja de ruta acciones para que esto mejore, pero de alguna manera con el trabajo realizado hemos posicionado el nombre del sector y de la asociación en sitios que antes no tenían lugar. Antes éramos importantes en nuestra casa, pero ahora estamos reconocidos tanto en la Generalitat, en el Gobierno y se nos escucha en Bruselas. ¿Es suficiente? Es el comienzo.

- ¿Qué es lo que esperan de Bruselas para el sector?

- Hay varios campos. Por un lado, desde la Dirección General de Acción por el Clima, estamos esperando que los tiempos para acometer la transición energética sean reales porque no todos los sectores ni todos los países pueden cambiar de paradigma a la misma velocidad. Si no hay un vector energético que sustituya al gas, es muy difícil que nosotros cumplamos con lo que hay que hacer antes de 2030 y 2050. Especialmente cuando a nuestros competidores exteriores, simplemente por cambiar su vector energético del carbón al gas, ya les supondrá cumplir con los objetivos. A nosotros, que hicimos esa transformación hace décadas, no nos cuenta. Y para hacer ese nuevo cambio, no existe otro vector energético ahora mismo. Hasta que la tecnología no lo permita, no podremos cumplir con esos objetivos medioambientales.

Luego, en materia de competencia. Debido a la crisis del gas y a la guerra de Ucrania, hemos tenido que subir los precios de nuestros productos, y nos ha restado mucha competitividad. El azulejo tiene cada vez más difícil salir a competir al mercado. Nos hemos quedado fuera de algunos mercados bien porque han entrado otros productores, bien porque han entrado productos sustitutivos con costes de producción menores. Todo esto se hubiera solucionado si las ayudas del Gobierno hubieran venido a tiempo. Por una parte, nuestros competidores europeos tuvieron las ayudas, si en nuestro caso hubieran llegado con la cantidad que pedíamos y a tiempo, tendríamos más mercados que hoy hemos perdido, y eso no se tuvo en cuenta porque llegaron tarde y han sido pocas. Por otra parte, nuestros competidores exteriores no tienen problemas como los de medio ambiente o no cumplen con las mismas medidas de orden comercial o laboral.

Foto: ANTONIO PRADAS

- ¿Están funcionando las medidas anti-dumping?

A Dios gracias, las medidas anti-dumping nos han protegido contra la amenaza china desde 2011, pero no nos pueden proteger contra la amenaza india. La India hoy es el segundo productor mundial, no tiene que cumplir las mismas medidas laborales, comerciales y medioambientales. Son mucho más competitivos en precios y la curva de la experiencia la han pasado mucho más rápido que los chinos.

El anti-dumping que promovimos por medio de Cerame-Unie [la asociación empresarial del azulejo europea], ha conseguido muy poquito, unos aranceles en torno al 7%. Se está haciendo vigilancia y  seguimiento por si se pueden activar otras herramientas como medidas anti-absorción, pero de aplicarse no va a impedir que el azulejo indio penetre en Europa, nuestro principal mercado. Esa es una amenaza real ahora pero que potencialmente va a ir creciendo porque tienen productos cada vez de más alta calidad, con un diseño decente y con unos precios mejores que los nuestros. 

Mientras nosotros nos estamos preocupando en invertir en temas de medio ambiente, ellos lo hacen en conocimiento, innovación, producto, diseño, etcétera. Todo eso nos está perjudicando.

- ¿Puede hacer algo más Europa en materia de ayudas?

- Nosotros estamos pidiendo que el marco temporal de la crisis se extienda. Parece ser que va a haber más ayudas este año, pero al final aunque los marcos los regula Europa, las ayudas las da cada país. Ahora el marco se ha ampliado hasta junio pero queremos que vaya más allá porque esto no va de una situación crítica de seis meses, este año va a ser duro para la cerámica española y europea. Y además de que lleguen ayudas, necesitamos que se queden en nuestros balances. Porque si lo que ha venido hay que devolverlo dentro de seis meses por no poder cumplir el plazo de pago a proveedores nos quedamos igual: en vez de una ayuda hemos tenido un préstamo. No es posible que paguemos a nuestros proveedores antes de 60 días. Si por eso al final hay empresas que han de devolver las ayudas recibidas, necesitarán dinero para hacerlo.

- ¿Cree que habrá muchas empresas que acaben teniendo que devolverlas?

- Puede haber empresas en esa situación. Un sector que exporta el 75% y que cobra entre 120 y 150 días no puede pagar a 60 días. Es matemáticamente imposible a no ser que ganes un montón de dinero. Todas no estarán en esa situación pero bastantes sí.

Foto: ANTONIO PRADAS

- ¿Qué problemas de financiación está teniendo el sector? ¿Los préstamos del IVF están funcionando? Siempre han criticado las dificultades de acceso a esta línea.

- Está habiendo problemas de financiación para las empresas. Los préstamos del IVF ahora tienen menos burocracia pero aún pueden mejorar y se han concedido más préstamos públicos en dos meses que en todo el periodo anterior. Creo que esa es una herramienta que los sectores debemos usar, no solo el nuestro.

En la banca privada, cuando los sectores van mal, los bancos no corren riesgos. El sector cerámico está marcado como de alto riesgo y los bancos se retraen, en términos generales. La empresa que va bien es otra cosa, pero será la que no necesite préstamos. Y ya empieza a notarse la reducción de financiación bancaria respecto al año anterior. Y si los bancos no financian el circulante, el riesgo del sector se eleva.

- ¿Qué empresas del sector son las más expuestas a esta crisis?

Las que más margen de maniobra tienen son las pequeñas por su propia naturaleza, tienen más capacidad de reacción. La empresa grande está marcada por la inercia: si va bien, es muy bueno, si va mal, es muy malo porque es más difícil maniobrar. Pero yo no distinguiría entre grandes y pequeñas para esto, y más en la situación de crítica que estamos pasando, sino entre aquellas empresas que estén diferenciando su curva de valor y las que no la están haciendo. 

La empresa que está ofreciendo cosas que otros no están haciendo, esas van a ir mejor que las que no están diferenciando. No es el tamaño el que hace eso sino la estrategia y el qué es lo que yo estoy ofreciendo en servicios y en productos. De hecho las empresas que menos mal lo están pasando son las que están haciendo productos diferenciadores con piezas pequeñas o con piezas muy grandes. Si creas nicho de servicio y/o de producto vas a pasar menos problemas. 

- En los últimos años hemos visto un proceso de concentración empresarial del sector. ¿Es esto un síntoma de debilidad o una oportunidad?

- Yo lo veo como una oportunidad porque es una respuesta a las amenazas del sector. La dimensión es importante porque nuestro sector es una economía de escala. Pero en una situación de crisis, aunque tengas dimensión, si las cosas no las haces como toca y si no te diferencias, como he dicho, te puede ir mal. La dimensión es importante pero no es suficiente por la situación crítica de la que estamos hablando. El mundo está lleno de empresas grandes que van a coste y que siempre pueden ofrecer un mejor precio que tú. La prueba la tenemos con los indios, que con precios más baratos penetran en nuestros mercados. Por lo cual me tendré que diferenciar de los indios o protegerme de ellos. 

Pero en general, es una oportunidad. Es algo que soluciona el que el sector se pueda mantener. Lo lógico sería que el proceso de concentración fuera a más y no solamente en España.

Foto: ANTONIO PRADAS

- Cambiando de tercio, están inmersos ahora en las negociaciones del convenio. Las conversaciones están paralizadas. ¿Ven realistas las posiciones de los sindicatos? 

- El día a día no nos está dando la respuesta. El IPC cerró el año al 3,1%. Si en vez de negociar como estamos haciéndolo continuamente, hubiéramos accedido a sus peticiones hace dos meses, habría un convenio totalmente fuera de la realidad ante una situación crítica que estamos definiendo. La situación no está para no tratar este tema con seriedad y concedernos cosas que no debemos concedernos. Porque todas las concesiones que nos demos que no sean serias, el mercado las regula. Si los costes salariales se incrementan por encima de la productividad y de los resultados, el siguiente paso es la cierre de la empresa. 

Luego hay otro tema encima de la mesa. Hay una propuesta que está por cerrar, sobre la reducción de horario. Sólo eso equivale a un incremento salarial en torno al 6,5%. Si al final se lleva a cabo, ataca la competitividad de la empresa. Hoy podemos estar contentos pero mañana nos dirán que no somos responsables, ni los empresarios ni los sindicatos, porque mucha gente estará en la calle. Entonces, el sindicato, ¿que está negociando?, ¿sólo para los que se van a quedar?. Yo creo que esa no es una postura seria. Si no podemos dar algo, ¿lo tenemos que dar? No. Y si lo podemos dar, lo daremos. Como siempre.

- Sobre Cevisama, hemos visto que ha habido un apoyo explícito a la feria, hasta el punto de que se presentó en su sede. ¿Ha virado este apoyo desde ediciones anteriores a ahora?

- No. Posiblemente lo que haya cambiado es la visualización del tema, pero los empresarios del sector azulejero, los del sector esmaltero y los de la maquinaria, somos clientes de Cevisama. Clientes que, años atrás, colaborábamos en trabajar en su comité para sacarla adelante, y que en los últimos años no se contaba tanto con nuestras aportaciones y nuestras ideas. Lo que se ha visualizado es que lo que parecía un antagonismo, a lo mejor no lo es. Porque nunca lo ha sido.

Lo mismo que hemos hecho este año, hicimos el año pasado, el año anterior y el anterior: ayudar a nuestros asociados a tener la mejor feria posible. A nuestros asociados que quieren ir a esa feria como el que quiere ir a la de Cataluña o a la de Madrid, Alemania, Cersaie, o a Coverings. Si me apuras en la de Coverings ponemos un poquito más de interés porque es la única feria de la que somos propietarios junto a italianos y americanos y formamos parte del Consejo de Administración.

Foto: ANTONIO PRADAS

- ¿Cree que esa falta de atención a sus ideas ha provocado ese distanciamiento?

- Yo no puedo responder ahí, cada empresa toma sus decisiones. Quien no haya ido a la feria nunca, tendrá sus motivos. El motivo principal seguramente sean sus números. Es que no nos creemos que esto está mal. Las empresas hacen su análisis de coste y beneficio. Si ir a una feria te cuesta un millón y obtienes casi nada o nada, pues no vas a esa feria porque no tienes el millón para pagar. Yo creo que no obedece a nada más que a causas económicas y financieras de una empresa. Y diría más, mismos directivos en diferentes empresas quizá eligen cosas distintas. Va en función de la rentabilidad a corto y medio plazo para la empresa.

Todo lo demás son ideas que han ido surgiendo. Aquí no hay nada en contra de nadie. Hay gente que va porque le interesa y otra que no va porque no le interesa. Y nuestra asociación es la de todos, nosotros no podemos decirle a alguien que vaya porque no sabemos sus números, y al que va tenemos la obligación de hacerle la feria lo más exitosa posible.

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