CASTELLÓ. El arte es parte inherente de cualquier ciudad. Puede encontrarse en sus colores, formas, murales, esculturas... Lo baña todo a su paso, aunque a veces lo haga de manera en la que ni nos enteremos. No ocurre así en l'Alcora, donde el arte no solo se ve, sino que además existen diferentes proyectos que se esfuerzan para que se vea todavía más y llegue a nuevos lugares. "El sector cerámico es una de las columnas vertebrales de l'Alcora y de la provincia", afirmaba el diputado Vicente Pallarés, durante el Open Studio de la residencia artística CeramicRes, activa desde hace dos meses en la localidad.
Llegados desde diferentes partes del país, Mar Ramón, Verónica Aguilera, María García Ibáñez y Álvaro Albaladejo han tenido la oportunidad de crear diferentes piezas en l'Alcora con una única condición: que la cerámica, la cultura local, sus paisajes y colores quedaran reflejados, de alguna manera, en sus trabajos.
L'Alcora que vive de la cerámica en toda su esencia, quiere que esta actividad centenaria- la cual conecta su pasado con el futuro- se preserve y no solo eso, crezca y se potencie. En este compromiso les ayudan desde hace tres años Co-Net_, colectivo de los artistas castellonenses Agustín Serisuelo y Carlos Sebastiá, e impulsor de las residencias artísticas, en colaboración con la Diputación de Castellón, el Ayuntamiento de l'Alcora y otras entidades.
Lo que busca y desea l'Alcora es evidente, pero y a ellos, ¿qué les ha llevado hasta la cerámica? ¿qué encuentran en esta disciplina artística? ¿y en este pueblo de Castellón? En una conversación con este diario les planteamos estas preguntas, y otras, a fin de conocer mejor a los artistas que ahora se encargan de expandir el patrimonio alcorino.
El pasado mes de septiembre llegaban a la ESCAL (Escuela Superior de Cerámica de l’Alcora) para investigar, en el caso de Mar Ramón, sobre el intercambio de sales y sustancias y el significado que puede tener el agua en un espacio como l'Alcora. Por su parte, Álvaro Albaldejo se ha centrado en el uso de terrajas y el torneo alfarero, y en explorar la imagen de la columna como figura principal de la fascinación por el ornamento. Verónica Aguilera, más focalizada en el trabajo performativo, se ha relacionado directamente con la Real Fábrica, donde ha desarrollado hasta tres intervenciones, atraída por esa confrontación de lo industrial y lo histórico. Finalmente, en las piezas de María García Ibáñez la cerámica actúa como dibujos que mapean un espacio.
La cerámica la escoges... o te escoge
-Verónica Aguilera: "Mi primer contacto con la cerámica fue hace diez años. Trabajo en el arte más visual y performativo, pero por motivos personales me vi en una situación en la que no podía moverme ni explorar espacios y viajar. Entonces descubrí la cerámica como material artístico. Pensé, vamos a utilizar otra técnica y el barro era bueno y accesible. Me interesa mucho esa reproducibilidad de los objetos a través del molde. A partir de ahí me fui formando en muchos cursos".
-Mar Ramón: "Mi madre ya hacía cerámica, entonces tiene algo que ver con la herencia. Además, mi taller está en un pueblo de Galicia, Niñodaguia, que también tiene muchísima tradición cerámica".