borrador del nuevo plan general

'Coliving', 'coworking', residencias, sectores 'tech' y logística: así regulará València los nuevos usos

15/01/2025 - 

VALÈNCIA. La concejalía de Urbanismo ha activado la maquinaria para modificar las normas urbanísticas de la ciudad. Son numerosos los cambios anunciados por el ejecutivo local, que dirige María José Catalá, pues por una parte llevará a cabo una actualización jurídica de la norma, aprobada en 1988, y por otra acometerá la regulación de nuevos usos no contemplados en su momento y que se abren paso en grandes ciudades como el Cap i Casal.

Es el caso de las viviendas colaborativas (coliving, cohousing y flexliving) o espacios de trabajo colaborativos (coworking), pero el cambio también aclara el régimen de usos para las residencias y crea los usos tecnológicos y logísticos, entre otros, tal como adelantó Valencia Plaza el pasado mes de septiembre. El pasado viernes, el edil de Urbanismo, Juan Giner, anunció que se iniciaba el proceso para el cambio de la norma, pero faltaba saber en qué texto se traduciría. Ahora, el borrador, que data del pasado mes de diciembre, ha salido a consulta pública y da una idea de por dónde van los tiros.

En cuanto a las viviendas colaborativas, cabe recordar que los promotores reclamaban esta regulación pues hasta el momento no estaba claro su encaje urbanístico, dado que es un modelo que combina el uso residencial junto con servicios comunes y terciarios, por lo que generaba dudas a la hora de llevar a cabo este tipo de proyectos. Ahora se deja claro que tanto el coliving como el cohousing deberán acogerse al uso residencial, mientras que el flexliving y las residencias formarán parte de los usos terciarios.

El borrador define el cohousing como un edificio donde "predomina" la superficie de zonas comunitarias para convivencia sobre las zonas privativas de cada vivienda, y se incluirá dentro del uso 'residencial plurifamiliar' como el resto de edificios residenciales al uso. Por su parte, explica el coliving como un "inmueble compartido" donde "el espacio privativo se reduce al dormitorio y baño" y "se comparten" el resto de espacios (cocina, lavandería y demás), por lo que estará enmarcado en un nuevo uso, denominado 'residencial colectivo', al que deberá dotarse con una plaza de aparcamiento para coches y otra de bicis por cada unidad de alojamiento.

Como detalle, la nueva normativa especifica que se permitirá el cambio de uso de vivienda turística a residencial plurifamiliar o colectivo, siempre que el planeamiento permita estos usos y se cumplan las normas de habitabilidad, diseño y calidad para el alojamiento.

Terciario: residencias, oficinas y gabinetes

Otro aspecto relevante es el de las residencias, que en este caso el borrador de la concejalía de Urbanismo enmarca en los usos terciarios bajo el nombre de 'alojamiento comunitario', que corresponde al "alojamiento estable de colectivos concretos" con "vínculos religiosos, sociales o similares" y que "limitan las posibilidades de uso y acceso al centro". Cuando se ubique en parcelas dotacionales, deberá acreditarse "la vinculación de dicha residencia al equipamiento" de la parcela.

Residencias de estudiantes, de personas mayores y de comunidades cívicas o religiosas entrarían en esta categoría, así como los centros de acogida, centros de internamiento o de reinserción. También el flexliving, que el borrador define como una "modalidad de alquiler no vinculado a usos turísticos" y que se da en inmuebles residenciales colaborativos (cohousing o coliving), donde "se incluye la prestación comunitaria de servicios de mantenimiento y hostelería, entre otros".

Entre los usos terciarios, se especifica que el coworking, hasta ahora ausente de la normativa, entrará en el uso de oficinas, como cabía esperar. Y en este apartado, el borrador recoge un régimen de compatibilidad de oficinas en edificios mixtos con viviendas siempre que las oficinas en cuestión tengan licencia, la conjunción de usos en el edificio esté consolidada con anterioridad a 1989, y cuando los usos terciarios superen al menos el 50% de la superficie construida. En el caso de edificios mixtos de terciarización media -los usos terciarios ocupan entre el 50% y el 75% de la superficie-, las oficinas podrán ubicarse "en la mitad inferior del edificio". Y si la terciarización es alta -más del 75% de la superficie-, se podrán encontrar en cualquier planta.

En materia comercial, como había adelantado Valencia Plaza, se reconfigura el régimen de compatibilidades y sólo permitirá superficies comerciales de hasta 5.000 metros cuadrados en entornos residenciales, relegando los más grandes a barrios de uso predominante terciario. Pero además, se introduce una pequeña novedad al contemplar, por primera vez, la categoría de "gabinete o atelier profesional doméstico", atribuido a la prestación de un servicio comercial por el titular en su propia vivienda, que dependiendo de la zona podrá ubicarse o sólo en planta baja o en edificios mixtos sin limitación.

Usos 'tech', logístico y artesanal

Las nuevas normas urbanísticas propuestas por la concejalía crean una sección dedicada a los usos productivos. Y en ella, incluye nuevos usos para fomentar su implantación, como el de 'producción tecnológica'. A él se podrán acoger las actividades que usan "nuevas tecnologías relacionadas con el uso de información, la comunicación, el desarrollo de software, el procesamiento de datos, I+D+I o similares", incluyendo las TIC, la investigación, el diseño, la edición, la cultura, la actividad multimedia o la gestión de bases de datos y del conocimiento, según reza el documento. Podrán implantarse en cualquier tipo de barrio (residencial, terciario o industrial), si bien en enclaves residenciales deberán contar con acceso independiente.

También nace el 'uso logístico', circunscrito a áreas terciarias e industriales, que comprende las actividades de "planificación, recepción, transporte, gestión, almacenamiento y distribución de productos y mercancías hacia su destino final"; y el 'uso artesanal', para las actividades de "obtención y transformación de productos por procedimientos artesanos, no seriados, de mínima repercusión medioambiental y cuya producción no sea totalmente mecanizada", y que estará permitido en todo tipo de zonas, si bien en las residenciales deberá ubicarse en la planta baja o semisótano y siempre con acceso independiente.

En este último caso, el de las actividades artesanales, el borrador permite la compatibilidad con el uso residencial de vivienda, con la que podrá compartir acceso e incluso inmueble, siempre que la actividad se desarrolle en un espacio diferente al doméstico. También se permite para este uso la venta directa al público como "uso secundario complementario del principal". También se permite el uso artesanal y el tecnológico en "locales ocupados de forma individual o de forma compartida" (coworking).

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