VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València se prepara para implementar cambios en la distribución de los usos comerciales en la ciudad. La concejalía de Urbanismo trabaja en una modificación según la cual aumentará de 2.000 a 5.000 metros cuadrados el tamaño máximo de un comercio en entornos residenciales. A partir de esta envergadura, las superficies comerciales quedarán relegadas a las áreas de predominancia terciaria, restricción que hasta ahora se aplicaba sólo a superficies superiores a los 12.000 metros cuadrados.
El departamento que dirige el edil popular Juan Giner está inmerso en la modificación pormenorizada de las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), como adelantó a principios de septiembre Valencia Plaza. Un cambio que, además de regular por primera vez nuevos usos residenciales como el 'cohousing' o el 'coliving', servirá para establecer una nueva división de los usos terciarios comerciales y amoldarlos a las consideraciones de la normativa autonómica, tanto la Ley de Comercio valenciana como el PATSECOVA.
Actualmente, el Plan General distingue, grosso modo, tres tipos de uso comercial en función de su superficie: un primer grupo de establecimientos de hasta 2.000 metros cuadrados, compatibles con viviendas en zonas residenciales; un segundo con comercios de hasta 12.000 metros cuadrados, prohibidos en zonas residenciales; y un tercer grupo, con el resto de locales de mayor envergadura, que están restringidos a las áreas de predominancia terciaria.
Así pues, una de las modificaciones que tramita el consistorio busca ampliar de los 2.000 hasta los 2.500 metros cuadrados el tamaño máximo de los establecimientos permitidos en zonas residenciales. "Es el límite que la normativa de comercio considera a los efectos de determinar cuándo una superficie comercial tiene la consideración de gran superficie", justifican en ese sentido fuentes consultadas por este diario.
En este grupo, cabe recordar, se encontrarían desde los pequeños comercios hasta los supermercados enclavados en los barrios, por lo que permitirá aumentar el tamaño de estos establecimientos comerciales. De hecho, la tendencia del sector ha ido precisamente en la línea de incrementar de manera progresiva la envergadura de sus nuevos centros de ventas conforme han pasado los años, especialmente en zonas más alejadas de densos enclaves residenciales.
Otro cambio de la normativa urbanística en este ámbito pretende reducir la superficie a partir de la cual un establecimiento comercial debe quedar relegado a zonas de predominancia terciaria. De los 12.000 metros cuadrados que ahora marca el Plan General se pasará a 5.000, que es el mínimo para considerar, según el PATSECOVA, "posibles conflictos paisajísticos en entornos urbanos", señalan al respecto las mencionadas fuentes.
De esta manera, los cambios en la división de usos también afectarán a los establecimientos del grupo intermedio, que a partir de ahora quedarían en la horquilla de entre 2.500 y 5.000 metros cuadrados, y en estos casos "se podrán permitir en determinadas zonas residenciales en edificio de uso exclusivo y, en todo caso, funcionalmente separados" de las viviendas, lo que permitirá la adecuación a la regulación de comercio autonómica.
La modificación pormenorizada de las normas urbanísticas se encuentra todavía en estadios iniciales de la tramitación administrativa. El pasado 14 de junio, el Ayuntamiento de València sacó a consulta pública el inicio del procedimiento, como suele hacer con los instrumentos de planeamiento.
Allí explicaba que el Plan General de València data de 1988 y, aunque se ha modificado en diversas ocasiones, "el cuerpo principal del texto normativo [...] sigue siendo bastante antiguo". "Desde la aprobación del texto original han transcurrido casi treinta y cinco años [...], y aunque en líneas generales las normas urbanísticas [...] continúan aplicándose, poco a poco se van manifestando aspectos de difícil solución", explicaba la concejalía en este sentido.
Así pues, se han detectado "deficiencias" relativas a "conceptos o términos de uso corriente que afectan al trámite ordinario de licencias y que se manifiestan en el momento en que aparece la necesidad de introducir aclaraciones en las Ordenanzas mismas del Plan General, complementando sus determinaciones, realizando interpretaciones o corrigiendo definiciones ante soluciones que, enfrentadas con los cambios tecnológicos y normativos habidos, han quedado desfasadas".
En ese sentido, entre las diferentes modificaciones previstas, y además del cambio en los usos comerciales, otro de los cambios tiene que ver con los nuevos modos de alojamiento, conocidos en términos genéricos como viviendas colaborativas. Sus usos suelen encontrarse a caballo entre el residencial y el terciario, algo que la actual rígida normativa urbanística todavía no preveía. En este caso, se trata de una reclamación del sector inmobiliario desde hace años en el' Cap i Casal' que, por ahora, se desconoce cómo se materializará en el texto definitivo.