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Nuria Enguita: "Bombas Gens ha contribuido a situar València como un lugar donde interesa la cultura"

La directora del centro de arte de la Fundació Per Amor a l'Art hace balance del primer año de vida del espacio expositivo y anuncia exposiciones en torno a la fotografía japonesa y de los artistas Anna-Eva Bergman y Nicolás Ortigosa

27/06/2018 - 

VALÈNCIA. Ser adolescente no es fácil. Uno se despierta emo y acaba el día reconvertido en el rey del trap escuchando a C. Tangana. Entre una cosa y la otra ha pasado por ser gótico, swagger y gamer. No tener una identidad definida es lo que tiene. Conscientes del dolor de cabeza que puede suponer poner en marcha un proyecto al que todavía le quedan unos minutos de cocción, en Bombas Gens Centre d’Art no quisieron dar el primer paso hasta que no quedara ni rastro de acné. Es por ello que, aunque apenas cuenta con un año de vida, el centro se presenta maduro en sus intenciones y concreto es sus objetivos. En este ejercicio ha dado a conocer por goteo una colección que, aunque nace sin ambición local, hace guiños constantes al ámbito valenciano y español de la mano de nombres como Bleda y Rosa, Hamish Fulton o Joel Meyerowitz. “España es un país que parece que ha estado alejado de las historias hegemónicas del arte pero es muy importante para su desarrollo”.

En estos términos se expresa la directora del centro, Nuria Enguita, con la que nos encontramos cuando apenas quedan unos días para su primer aniversario. Momento de sacar las primeras conclusiones, la directora reafirma su confianza en el enfoque con el que se gestó el proyecto y sobre el que hay que seguir trabajando. “Nuestro foco de tiempo es Bombas Gens”, recalca tras un año en el que ha podido elegir entre varias parejas de baile. Frente a aquellos que erróneamente lo conciben como “contenedor” y ven en él la oportunidad de entablar relaciones que, en algunos casos, podrían pervertir su esencia, es la visión cristalina de Enguita la que mantiene firme el timón. La colección es lo primero.

Foto: KIKE TABERNER.

Es esta misma misma colección, la de la Fundació Per Amor a l’Art, la que sigue creciendo, aunque ahora con el centro de arte entendido como un fin. Esto ha hecho que para efectuar las adquisiciones más recientes –con la asesoría de Vicente Todolí- se tenga muy en mente el papel de cada pieza en los distintos recorridos narrativos de la colección. ¿La última compra? Fotografías de Hiroshi Hamaya. La fotografía japonesa será, precisamente, uno de los platos fuertes de la programación de esta segunda temporada, que pondrá en valor la obra de Anna-Eva Bergman y descubrirá a Nicolás Ortigosa. Con mucho todavía por hacer, Bombas Gens pone en marcha su segundo ciclo. S02E01.  

-Hace un año y una semana estaba ultimando los detalles para la gran apertura de Bombas Gens, ¿cuál es el principal aprendizaje que ha ganado desde entonces?
-Cuando se abre un centro empieza lo importante. Desde el momento de apertura hasta ahora hemos tenido que aprender a situarnos no solo en la ciudad sino también entendiendo qué es lo que el centro de arte puede ofrecer. El gran aprendizaje es [ver] cómo las ideas, al transformarse en acción, se tienen que repensar. Estamos en un momento de poder hacer balance, pero es verdad que para un centro de estas características un año no es suficiente.

"Este primer año es una cata. Nos hemos hecho un hueco"

-Cuando uno pone en marcha el centro hay una parte necesaria de marketing: uno tiene que presentar el producto y comunicar sus elementos diferenciadores. ¿Ha sido suficiente este año para ello?
-Este primer año es una cata. Nos hemos hecho un hueco. En el ámbito local se abrió este centro en un momento de renovación general de la ciudad y, en ese sentido, creo que hemos contribuido a situar València como un lugar donde interesa la cultura. En el ámbito nacional e internacional nos estamos situando, [aunque] siempre lo más lejano tarda más en llegar. Creo que hemos definido lo que la Fundació Per Amor a l'Art a través de su colección y de Bombas Gens puede llegar a ser. La definición es clara, ahora tenemos que seguir trabajando en repensar y adaptarnos a los tiempos y a los públicos. Podría decir que en un año hemos conseguido muchas cosas, y no sería incierto, pero yo prefiero pensarlo como el inicio de algo que está en continua evolución.

Foto: KIKE TABERNER.

-¿Qué conclusiones saca de este pequeño periodo?
-Hemos trabajado para hacer inclusivo el centro a una gran cantidad de públicos. Hemos afectado a muchas personas, pero aún hay personas que no han venido. Tenemos que trabajar para que vengan y para que, las que han venido, vuelvan. Hemos hecho una comunidad ya en Bombas Gens, pero debemos seguir trabajando en esa línea, ampliando el público general. La colección Per Amor a l'Art es un activo importantísimo, la base de este proyecto, y está contribuyendo a definir un patrimonio muy sólido.

-Buscáis nuevo público pero a la vez sin pervertir el espíritu de Bombas Gens. En este tiempo habréis tenido muchas propuestas de proyectos…
-Por tierra, mar y aire [ríe]

-¿Cuáles son las líneas rojas?
-La colección Per Amor a l'Art sigue siendo la base de todas nuestras actividades. Estoy muy satisfecha de que, a partir de esa colección y del propio edificio, hayamos elaborado una gran cantidad de propuestas que siempre tienen un vínculo con ella. Con lo cual, no podemos albergar propuestas que no tienen relación con la colección. No somos un contenedor. A veces es difícil porque hay propuestas muy interesantes, pero siempre he pensado que el tener un programa, que permita flexibilidad pero sin salirse del camino, es lo que hace que un centro pueda convertirse en algo que la gente entienda bien y sepa a lo que viene.

"no podemos albergar propuestas que no tienen relación con la colección. No somos un contenedor"

-Si, como una serie, este es el final de la primera temporada, ¿cuál será el eje argumental de la segunda?
-En el ámbito de las exposiciones, cerramos un ciclo que empezó con Bleda y Rosa y con ¿Ornamento = Delito? y una serie de propuestas que tenían que ver con la idea de paisaje, de historia, de memoria, etc. ¿La siguiente temporada? En cuanto a exposiciones, comenzamos con Anna-Eva Bergman, una mujer que, como a veces ocurre, ha tardado en ser reconocida. Es la primera gran exposición que se va a hacer de su obra después de las muestras de los años 80 y 90. Este proyecto entronca con el interés de la colección por al arte abstracto, estando en la bisagra entre la pintura y la imagen. Es una artista que tuvo bastante relación con España, vivió en Mallorca en los años 30 y viajó sobre todo a Carboneras, cuando era un centro muy importante para artistas.

Foto: KIKE TABERNER.

Esta colección tiene una gran representación de fotografía japonesa de la posguerra, un núcleo que se sigue trabajando y que verdaderamente es muy importante. Las historias del arte se han hecho desde Occidente y ahora estamos empezando -o continuando- a intentar conocer otras historias de la fotografía. Lo que ocurrió en Japón en los años 60, esa renovación de los lenguajes fotográficos, es tan fundamental como la renovación en América que pueda representar William Klein o Robert Frank. Todo ese proceso de experimentación y trabajo que supuso la fotografía como una forma de pensamiento es lo que podremos ver en esta nueva exposición. Formará parte de la muestra artistas como Shomei Tomatsu, Daido Moriyama o Enokura, uno de los grandes artistas plásticos.

Por último, Nicolás Ortigosa, que es uno de los artistas más jóvenes de nuestra colección. Hay un interés en trabajar con lo que la historia ha consagrado pero también con artistas jóvenes que podemos ayudar a dar a conocer.

-Recientemente se presentó la exposición de Hamish Fulton, uno de los tres proyectos de mecenazgo en los que se trabajaba meses antes de la apertura del centro (junto a Bleda y Rosa y Manolo Laguillo), ¿hay más proyectos en marcha?
-Ahora mismo no hay ningún proyecto de mecenazgo como fueron aquellos. No se piensa en hacer un proyecto de mecenazgo, sino que se ve la oportunidad, como ocurrió en los casos anteriores. Si surge otro porque tiene sentido en el momento que estamos de desarrollo, se hará.

-Una de las fórmulas para dar a conocer el centro es itinerar vuestros proyectos expositivos. La de Bleda y Rosa ha sido la primera, ¿vendrán otros?
-Sí. Estamos trabajando en algún proyecto, pero la colección es también susceptible de itinerar en si misma. Queremos definir una serie de proyectos de la colección Per Amor a l'Art que puedan itinerar. Me gustaría que la colección se convirtiera en ese lugar donde un curador dijera: quiero hacer esta exposición para un espacio. Esa es una de las cuestiones en las que estamos empezando a trabajar.

-¿Ha cambiado en este año su visión del panorama artístico y expositivo de València?
-Ha cambiado para bien. Ese impulso desde hace dos o tres años a la cultura y el arte ha dado sus frutos. Tanto las propuestas del IVAM como del Centro del Carmen están dando a València lo que una ciudad de sus características tiene que tener y no teníamos.

-Se habló de un acuerdo con el Consorci de Museus para itinerar sus fondos, ¿en qué quedó?
-Ese proyecto sigue ahí. Se habló con el Consorcio porque parece el lugar desde donde podría ocurrir una colaboración público-privada. Seguimos trabajando pero la agenda del Consorcio y de la Conselleria de Cultura es una y la de Bombas Gens es otra. Creo que se juntarán en algún momento.

-En este corto periodo de tiempo Bombas Gens ha estado presente en muchos espacios de la administración, con Susana Lloret en el patronato de Les Arts o usted en la comisión de compras de arte contemporáneo. ¿se sienten mimados por la administración pública?
-Creo que la Generalitat y la Conselleria de Cultura ha hecho un gran esfuerzo por mimar a las instituciones culturales en general y, es verdad, que la conselleria ha contado con Bombas Gens para muchas cuestiones. En mi caso, es importante estar en esa comisión de compras, sé que el conseller quiso que Bombas Gens estuviera presente. También hemos colaborado con Ensems, por ejemplo. Esas colaboraciones son muy interesantes porque Bombas Gens cambia el paradigma de lo privado al ser un lugar al servicio público. Quizás no [nos sentimos] especialmente mimados, pero sí bien acogidos.

Foto: KIKE TABERNER.

-Por cierto, ¿conoce al nuevo ministro de Cultura?
-Lo conozco mucho. Es una persona perfecta para el cargo en tanto que toda su vida la ha dedicado a la cultura. Tiene muchísima experiencia en la administración, una gran capacidad de diálogo. Tiene un gran interés por el arte contemporáneo y, aunque se sabe menos, por la literatura o la música. Es un gran director de orquesta.

-¿Lo veremos en Bombas Gens?
-Yo le he dado la enhorabuena por Whatsapp. Creo que sí. Conoció a Susana Lloret en la entrega de los premios de ARCO. A él le gusta mucho la fundación y creo que, cuando pueda y termine el Mundial [ríe], le llamaremos y seguro que viene.

-¿Cuál la última exposición o evento cultural que, como usaria, destacaría de València?
-La exposición de MªJesús González y Patricia Gómez en el IVAM, es una maravilla. Las sigo desde hace mucho tiempo y creo que han evolucionado maravillosamente. También Israel Galván y el Niño de Elche en el Principal.

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