VALENCIA. El PPCV que lidera Isabel Bonig se enfrenta este domingo al reto de demostrar a su militancia y a Génova que la formación popular continúa siendo sólida en la Comunitat Valenciana. La debacle sufrida en las autonómicas de 2015 obligó a una serie de cambios en la dirección que, pocos meses después, y pese a lograr unos resultados discretos el 20D en comparación a sus habituales registros, evidenciaron una tímida recuperación respecto a los comicios de mayo.
No obstante, el PPCV ha tenido que lidiar con el estallido de la Operación Taula que, precisamente, ha hecho mella en una de las plazas donde los populares habían mostrado una mejoría de rendimiento como fue Valencia capital, donde ascendió unos 40.000 votos.
Ahora, Bonig se ha implicado especialmente en la campaña electoral con el objetivo de confirmar ante Madrid que la recuperación sigue su camino. El objetivo para los populares es retener sus escaños -puede tener problemas en Castellón según algunas encuestas- o incluso mejorar en la batalla de la circunscripción de Valencia, donde se pone un escaño más en juego por el incremento poblacional de los últimos meses. Por otro lado, el PPCV tratará de mantener intactos los nueve senadores logrados en el 20D pese al empuje de A la Valenciana.
Así, los populares valencianos sueñan con un incremento de votos -no a niveles de antaño pero sí reseñables- y pasar de 11 a 12 diputados, ofrendándole un escaño más a Mariano Rajoy en su lucha nacional y, de paso, ahuyentando los fantasmas de un posible sorpasso a cargo de la confluencia A la Valenciana, conformada por Compromís, Podemos y EU.