VALÈNCIA (EP). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha alertado de "necesidades no atendidas" en España en salud bucodental y en salud mental en su informe 'España: Perfil sanitario nacional 2023', publicado el pasado viernes.
A pesar de que la tasa total de necesidades no atendidas de atención odontológica ha disminuido con el tiempo, en 2022, el 4,6 por ciento de la población española declaró haber renunciado a este tipo de atención (la media de la UE es del 3,4%).
La tasa era mucho más alta en las personas pertenecientes al quintil de renta más baja (10,5%) que en el de renta más alta (0,8%). "Aunque se han conseguido mejoras en los últimos años, la cobertura de atención odontológica sigue siendo limitada y se mantiene por debajo de la media de la UE", reiteran.
Por otro lado, la carga de los trastornos de salud mental es "alta" en España, según el documento. En 2019, más de una de cada seis personas sufrió una enfermedad mental, afectando más a aquellas personas con renta más baja, que tienen más probabilidades de declarar depresión.
El informe recuerda que el Servicio Nacional de Salud proporciona atención de salud mental, pero hay "necesidades no atendidas"; si bien el porcentaje de las mismas se asemeja al de la UE.
De hecho, según las encuestas de Eurofound en 2021 y 2022, el 18 por ciento de las personas que declararon necesidades médicas no atendidas se refirieron a la salud mental, cifra similar a la media de la UE. Con todo, en el informe, la OCDE menciona la Estrategia de Salud Mental 2022-2026 que, como recuerdan, se centra en la formación profesional, las actividades de sensibilización y la mejora de los recursos humanos para atender esta problemática. También se menciona la creación de la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia.
En 2021, España destinó el 10,7 por ciento del PIB al gasto en sanidad, un poco menos que la media de la UE de un 11 por ciento. Pese a que el gasto per cápita en sanidad ha aumentado durante el último decenio, se mantuvo cerca de un tercio por debajo de la media de la UE.
El gasto público es la principal fuente de financiación del sistema sanitario, pero los niveles de pagos directos (21%) son superiores a la media de la Unión (15%). Si bien en España se mantienen a niveles "relativamente altos", el informe reconoce que las exenciones "protegen a los hogares del gasto catastrófico", que se define como el gasto de un hogar en pagos directos que supera el 40 por ciento del total del gasto neto del hogar en necesidades de subsistencia (es decir, en alimentación, vivienda y servicios básicos).
El gasto sanitario catastrófico en España es uno de los más bajos de la UE. En 2020, menos del 2,9 por ciento de los hogares experimentaron gastos catastróficos debido a pagos directos en concepto de servicios sanitarios.
Este resultado puede explicarse en parte por las fortalezas que presenta el diseño de la cobertura del sistema sanitario y el efecto altamente redistributivo del gasto público en la asistencia sanitaria. En términos generales, el acceso a la asistencia sanitaria es bueno. También se están adoptando medidas para hacer frente a la escasez de personal sanitario.
En este sentido, el documento recuerda que la cobertura pública no cubre la atención oftalmológica, incluidos los equipos terapéuticos como las gafas.
Asimismo, la tasa española de mortalidad a los 30 días en 2021 después de la hospitalización era de 7 de cada 100 pacientes en el caso del infarto agudo de miocardio, y de 10,2 de cada 100 pacientes en el caso del accidente cerebrovascular isquémico, tasas son inferiores a las medias de la UE de 10,1 de cada 100 pacientes (infarto agudo de miocardio) y de 14,6 de cada 100 pacientes (accidente cerebrovascular).
Estas dos tasas de mortalidad muestran una tendencia descendente desde el año 2000, lo cual sugiere una mejora continua de la calidad del tratamiento de agudos en los hospitales españoles. Durante el segundo año de la pandemia aumentaron las necesidades médicas no atendidas, pero estas siguieron siendo reducidas, a excepción de la atención odontológica.
En 2021, el número estimado de médicos en España era de 4,5 por cada 1.000 habitantes, cifra que supera a la media de la UE de 4,1 médicos por cada 1.000 habitantes.
Aunque la proporción de médicos que ejerce como médicos generales aumentó ligeramente entre 2020 y 2021 (del 20 al 21%), este porcentaje sigue siendo inferior al de 2018, cuando alcanzó el máximo del 22,2 por ciento. El número de personal de Enfermería en España también ha aumentado pero, situándose en 6,3 enfermeros por cada 1.000 habitantes, sigue estando por debajo de la media de la UE de 8,5 enfermeros por cada
1.000 habitantes.
Sin embargo, según las estadísticas, la OCDE aclara que el número de enfermeros en España no incluye a los auxiliares de enfermería, que en otros países europeos realizan tareas similares a las de los enfermeros.