VALÈNCIA (EP). La economía española crecerá este año y el siguiente por encima de la media estimada para la eurozona, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha revisado al alza sus pronósticos de expansión del PIB de España para 2023 y 2024, cuando el país se beneficiará "de un gasto público considerable", vinculado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (RTRP).
Según las nuevas proyecciones, contenidas en su informe 'Perspectivas Económicas', el PIB español crecerá este año un 2,1%, significativamente por debajo del 5,5% registrado en 2022, pero cuatro décimas por encima de la previsión de la OCDE para España publicada el pasado mes de marzo, mientras que de cara a 2024, la organización ha elevado en dos décimas su pronóstico y ahora espera que la economía española crecerá un 1,9%.
Así, la previsión de la OCDE es la misma que la del Gobierno español, que mantuvo en el 2,1% el crecimiento para este año en el plan de estabilidad remitido a Bruselas, pero no así la de 2024, ya que el Ejecutivo de Pedro Sánchez estima un alza del PIB del 2,4%, por encima del 1,9% estimado por la OCDE.
De este modo, España seguirá creciendo por encima de la media de la zona euro, para la que el 'think-tank' de las economías avanzadas anticipa una expansión del 0,9% en 2023 y del 1,5% en 2024. De hecho, la economía española, a pesar de la ralentización respecto de 2022, registrará el mayor crecimiento del PIB entre las principales economías de la zona euro.
En concreto, la OCDE prevé que Alemania se estancará en 2023 y crecerá un 1,3% en 2024; Francia un 0,8% y un 1,3%, respectivamente; e Italia un 1,2% este año y un 1% el siguiente.
"Ante un entorno desafiante en el contexto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la economía española se ha mantenido notablemente bien", destaca la OCDE en su análisis, señalando que la confianza de empresas y consumidores ha mejorado desde el pasado otoño, aunque la confianza de los consumidores sigue siendo muy baja.
Asimismo, apunta que el crecimiento del PIB español se beneficiará de un gasto público considerable vinculado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (RTRP), mientras que advierte de distintos riesgos para las perspectivas, incluida una escalada de la guerra en Ucrania que podría hacer subir los precios de la energía y el aumento de las vulnerabilidades macrofinancieras, ya que el rápido aumento de las tasas de interés podría aumentar el riesgo de contagio financiero a través del sistema financiero mundial.
En cuanto a la evolución de los precios, la organización confía en que la tasa general de inflación armonizada se modere este año al 3,9% desde el 8,3% del año pasado, lo que supone tres décimas menos que lo previsto el pasado mes de marzo, mientras que para 2024 la tasa se mantendrá en el mismo nivel, una décima menos de lo esperado anteriormente.
Sin embargo, la OCDE es algo menos optimista respecto de la evolución de la inflación subyacente, que excluye el impacto de energía y alimentos, ya que espera una moderación al 4,8% este año, frente al 5% estimado en marzo, mientras que para 2024 mantiene en el 3,7% su expectativa.
De este modo, la tasa de inflación general de España se mantendría este año muy por debajo de la media de la zona euro, estimada en el 5,8%, aunque para 2024 la OCDE prevé que la subida de los precios entre los Veinte será menos intensa que en España, con una tasa promedio del 3,2%.
Asimismo, mientras que este año la inflación subyacente de España será ligeramente inferior al 5,4% estimado para la zona euro, el próximo año el dato español se situará una décima por encima del promedio del 3,7% de la eurozona.
Por otro lado, las previsiones contemplan que la tasa de paro bajará al 12,8% desde el 12,9% y se reducirá hasta el 12,4% el próximo año, lo que, junto con la moderación de la inflación, respaldará el consumo de los hogares.
En sus nuevas proyecciones macroeconómicas, la OCDE confía en que el desequilibrio negativo de las cuentas públicas de España mejorará este año y el siguiente, en parte ante la perspectiva de que algunas de las medidas de apoyo a los hogares y empresas para hacer frente al aumento de los costes finalicen en junio de 2023, aunque se espera que el recorte del IVA en los alimentos y los subsidios en las tarifas de transporte se amplíen hasta finales de 2024.
No obstante, la organización prevé que los recortes de impuestos sobre la energía se eliminen parcialmente en 2024 y, en general, apunta a que la política fiscal será levemente restrictiva durante 2023-24, lo que permitirá que el déficit público disminuya al 3,5% del PIB en 2023 y al 3,2% del PIB en 2024 desde el 4,8% del año pasado. En cambio, el Gobierno español prevé que en 2024 el déficit público se sitúa por debajo del 3%, medio punto menos de lo estimado por la OCDE.
En cuanto a la deuda pública, las proyecciones del 'think tank' para las economías avanzadas anticipan una lenta disminución de la ratio sobre PIB al 110,8% este año y al 109,9% en 2024.
"Lo que estamos recomendando para España es que, en el futuro, la postura fiscal debe cambiar para abordar la elevada deuda, esa es la expectativa", ha señalado en rueda de prensa la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli, para quien, a medida que la inflación retrocede, "las medidas de apoyo fiscal, como también en el caso de otros países, deben reducirse y orientarse mejor".
Asimismo, Lombardelli ha señalado la importancia para España de la cuestión de la productividad, apuntando que el plan de recuperación debería usarse para mantenerla y aumentarla. "Eso es lo que recomendaríamos allí y, por supuesto, España necesita continuar con su transición hacia su transición verde lejos de los combustibles fósiles", ha apostillado.