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Oda a Gillian Anderson: sus mejores papeles más allá de Scully de 'Expediente X'

La sombra de la actriz Gillian Anderson es bastante más alargada que su paso por Expediente X. Con 48 años, la carrera de la actriz estadounidense de ascendencia británica nos ha deslumbrado con un reguero de interpretaciones de quitarnos el hipo, algunas de ellas entre las mejores de la última la década. La actriz vuelve a las pantallas catódicas con el estreno de la tercera temporada de The Fall

1/10/2016 - 

VALENCIA. Es con Dana Scully, y ahora con Stella Gibson en la serie The Fall (en España titulada La Caza), con quienes ha cosechado mayor reconocimiento mediático, pese a que el resto de sus actuaciones para la pequeña pantalla nunca han dejado indiferente a nadie. Porque cuando hablamos de ‘la Anderson’, nos referimos a una de las actrices más versátiles y completas del cine, el teatro y la televisión, cuya carrera, más allá de Expediente X, está repleta de trabajos memorables, algunos de ellos, sin embargo, no tan populares.

En cualquiera de sus papeles, a través de su rostro es capaz de encarnar la tragedia, dibujada como en un espejo. Ofrece multitud de pistas simplemente con los gestos faciales; aporta un segundo matiz con el brillo de sus ojos o a través de una mirada esquiva; portea un mochila imaginaria de recuerdos en cada movimiento de su cuerpo; y remata cualquiera de sus interpretaciones con su suave voz y su lento discurso. Hay quienes la llaman diva. Es difícil no rendirse al calificativo.

Con motivo del estreno de la tercera y última temporada de la serie británica The Fall, recién aterrizada este jueves en las pantallas de la BBC, hoy enumeramos sus mejores papeles televisivos, algunos de ellos considerados para los seriéfilos como míticos.

Stella Gibson (The Fall)

En este thriller psicológico producido por la BBC, que cerrará sus puertas a final de este año después de su tercera temporada, la inspectora Stella Gibson sigue los pasos al atractivo asesino en serie Paul Spector (Jamie Dornan), cuyas víctimas son mujeres jóvenes y profesionales en la ciudad de Belfast.

Ha conseguido que aceptemos como animal de compañía que una detective común y corriente en Irlanda del Norte pueda ir vestida con camisas blancas de seda, faldas ajustadas, elegantísimas chaquetas, y tremendos tacones de aguja, con un glamour que en cualquier otra detective femenino nos parecería totalmente irreal.

En contraste a su apariencia, su personaje apenas muestra sentimiento alguno. Por simplificarlo, se asemeja al estereotipo de policía masculino, hombre duro, inteligente y solitario, que lucha contra el mal de forma obsesiva, pero en el cuerpo de una mujer rubia, cuyo aspecto exterior tienen cierto aura a dominatrix. Según la propia Gillian Anderson, uno de sus personajes favoritos.

Como pincelada para el público fandom de la horrible película, en The Fall ha sido la responsable de “cazar”, antes de que fuera tan famoso, al protagonista de 50 sombras de Grey, Jamie Dornan.

Lady Dedlock (Bleak House)

Pese a ser conocida principalmente como Scully, en Gran Bretaña, para un nutrido grupo de espectadores, Gillian Anderson es sobre todo Lady Dedlock, el personaje de Bleak House, la adaptación de la novela de Dickens que la BBC produjo en 2005.

Antes de que existiera Juego de tronos, los amantes de la series truculentas nos regocijábamos con las adaptaciones literarias de la BBC, que entremezclaban, al igual que en la saga de R. R. Martin, una gran variedad de géneros, temas y multitud de personajes. De las adaptaciones literarias, merecen un lugar destacado las series de Charles Dickens.

Disfrutamos de las versiones de Dickens para televisión porque ya no quedan series donde se hable de pobreza, de marginación, de las dificultades de los más desfavorecidos. La pobreza no está bien vista en la tele. Díganme algún título si se acuerdan, y verán como apenas podemos hacer una lista. En Dickens las injusticias sociales son el tema central, una de las razones por la que resulta tan satisfactorio visionar o leer cada cierto tiempo sus obras.

Bleak House es demasiado buena para ser una lectura obligatoria en las escuelas”, afirmaba el New York Times al referirse a una de las novelas más alabadas del prolífico legado de Dickens. La hipocresía social británica, los contrastes entre la alta sociedad y los más desfavorecidos, la corrupción, la pobreza, el abandono y maltrato a la infancia, las injusticias del sistema judicial de la época, y las tragedias personales de las mujeres de la época, muchas veces ocultas bajo una fachada de corrección, componen una de las mejores “novelas sociales” de Charles Dickens.

Entre los más de ochenta personajes de Bleak House, destaca el personaje de la contenida Lady Dedlock, una mujer que sufre en silencio, entre el tormento y el chantaje, las consecuencias de su pasado. El trabajo de Gillian Anderson, con un personaje frágil, magnético y acongojado, causó furor, y la encumbró como una de las actrices preferidas de Gran Bretaña. También verán al celebre actor Charles Dance, ahora popular por su papel como el terrible Tywin Lannister. En Bleak House interpreta el papel de Tulkinghorn, un malévolo y manipulador abogado.

La serie de dieciséis episodios fue vista allí por más de siete millones de espectadores, y dio un salto cualitativo en cuanto a producción. Más moderna en su dirección, más oscura en su fotografía, las adaptaciones literarias de la BBC se actualizaron a partir de Bleak House.

Por último destacar que las ventas del libro, tras la emisión de la adaptación en 2005, se multiplicaron por ocho. Un dato crucial para constatar la importancia de hacer llegar las grandes novelas al gran público gracias a una televisión pública. No nos cansaremos de repetirlo: no se la pierdan; y toca preguntar en alto para cuándo haremos estas cosas aquí.

Mrs. Castaway (The Crimson Petal and the White)

De nuevo las injusticias sociales y la crueldad de la sociedad victoriana se sitúan en el foco de la historia. Si Dickens no olvidaba la terrible situación de muchos niños de la calle, en The Crimson Petal and the White, basado en el libro de Michel Faber, son las mujeres las protagonistas del maltrato social a finales del siglo XIX.

Lo protagonizan una misteriosa prostituta, Sugar, la narradora de la historia, tratada sin ningún respeto por su condición de mujer de la calle; una desequilibrada esposa de la alta sociedad, que posee todos los honores pero de poco le sirve, al sufrir un encierro en su propia casa que le ha llevado hasta la locura; y en un papel secundario aparece Mrs. Castaway, la regenta de un burdel, otro personaje femenino bastante tocado del ala.

Todas ellas viven dominadas por la cruel mentalidad de los hombres de la época, en una historia tortuosa y oscura. Chris O’Dowd, el informático de The IT Crowd, interpreta al cada vez más despiadado William Rackhman. La serie posee una banda sonora, una fotografía y una ambientación impactantes.

Miss Havisham (Great Expectations)

Y de loca a loca, y tiro porque me toca. Además el personaje repite padre: Charles Dickens. Esta vez en el papel de Miss Havisham, la novia despechada que parece haberse quedado congelada el día que la plantaron en el altar en la adaptación de la novela Great Expectations.

Existen dos adaptaciones de Great Expectations muy cercanas en el tiempo: la de Helena Bohan Carter, y la de Gillian Anderson. El personaje construido por Bohan Carter parece más bien salido de una película de Tim Burton, mientras que la Havisham de Anderson, tiene un aspecto más lamentable, menos fantasioso. Totalmente ida, enferma, encogida y llena de tics, sufre un evidente síndrome de Diógenes.

Una lista de interpretaciones femeninas, de la mano de la camaleónica actriz, para quitarse el sombrero.

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