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el expresidente de bancaja sostiene que no tenía funciones ejecutivas en la caja

Olivas asegura al juez que su mujer firmó un informe para Hacienda porque ella "hacía lo que él decía"

18/10/2016 - 

VALENCIA (VP/AGENCIAS). Mercedes Álvarez, la mujer de José Luis Olivas, expresidente de Bancaja y expresidente de la Generalitat Valenciana, admitió este martes ante el juez de la causa en la que figura como acusada por fraude junto a su marido y el empresario Vicente Cotino, que a instancias de su pareja firmó un informe para la Agencia Tributaria cinco años después de la fecha que constaba en el documento.

En su declaración, el expresidente de Bancaja respondió, a preguntas del abogado del Estado, que ese documento lo firmó su mujer -administradora junto a su marida de la firma de consultoría Imarol- porque ella "hacía lo que él decía". "Le dije que lo firmase para llevarlo al asesor", declaró Olivas, quien subrayó que no tenía  funciones ejecutivas en Bancaja (de donde cobraba, ha dicho, "sólo" 16.000 euros al año). 

Mercedes Álvarez se sentó este martes en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia para declarar en el juicio por presunto fraude fiscal y falsedad documental relacionado con el cobro por parte del matrimonio de medio millón de euros (580.000 con IVA) al empresario por un supuesto trabajo de asesoramiento en la venta de unas acciones. Los hechos se produjeron en 2008.

La acusación sostiene que estos trabajos de asesoramiento de Olivas a Cotino no existieron y que el dinero abonado se trataba de una "liberalidad" que en ningún caso podía ser considerado un gasto deducible en el Impuesto de Sociedades, por lo que Hacienda detectó un fraude de 150.000 euros. Olivas justificó estos trabajos de asesoramiento ante Hacienda con un informe de tres páginas con fecha 23 de abril de 2008 que su esposa firmó cinco años después, cuando Hacienda ya investigaba el fraude.

Para Vicente Cotino y Olivas, la fiscal pide una pena de tres años de prisión por un delito fiscal y otro de falsedad documental. Sin embargo, el ministerio público, quien inicialmente también acusó a la mujer de Olivas, la dejó fuera del procedimiento, en el que está al haber sido acusada por la Abogacía del Estado.

La farmacéutica y el informe de energía eólica

El informe llevaba por título 'Operación Parques Eólicos Valencianos'. Sobre este texto, Olivas, quien está imputado en Madrid por la quiebra de Banco de Valencia, explicó que era una especie de "guión" que utilizó para llevar sus negociaciones con el presidente de Iberdrola en la venta de activos, que finalmente adquirió Endesa.

"Me ayudaron para hacer ese informe. Yo no soy especialista en energía eólica y necesitaba un guión para saber regirme", concretó. Luego, le pidió a su mujer que lo firmara porque "ella era administradora -de Imarol- igual que yo. Se lo pedí porque lo consideré oportuno, pero no porque yo tuviera alguna incompatibilidad en lo que estaba haciendo", declaró.

La mujer, quien indicó que es farmacéutica y que no sabía nada de energías renovables, señaló que rubricó este documento porque se lo pidió su marido y lo hizo en enero o febrero de 2013. En ese momento, el abogado del Estado le ha insistido en si firmó el documento -con fecha de 2008- en plena investigación fiscal, a lo que ha respondido: "A mí me dijo mi marido que lo hiciera entonces".

Olivas y Cotino niegan haberse concertado 

Por su parte, José Luis Olivas y Vicente Cotino negaron en sus respectivas declaraciones haberse concertado para defraudar a Hacienda, al tiempo que defendieron la veracidad de la supuesta intermediación para la venta a Endesa del 25% de las acciones que Sedesa, la empresa de Cotino, tenía en la firma Proyectos Eólicos Valencianos (PEVSA).

Bancaja, caja de ahorros de la que Olivas era entonces presidente, poseía un 20% del capital de esa sociedad en la que el socio mayoritario era Endesa con un 55%.

La operación se hizo de forma conjunta con otro 20 % del capital que Bancaja poseía en PEVSA, de modo que Endesa se quedó el 45% que estaba en poder de Sedesa y de Bancaja ejerciendo un derecho de preferencia después de que Cotino y Bancaja hubieran acordado la venta de sus acciones a Iberdrola.

Olivas defendió este martes haber mediado en la operación para que Iberdrola, de la que era consejero, se quedase con las acciones de la caja de ahorros que presidía y con las de Cotino, quien presuntamente le había contratado para que le buscase un comprador.

Olivas sostiene que le hizo "un favor" a Bancaja

Su intermediación, según defendió Olivas, supuso un ahorro de más de medio millón de euros para Bancaja y generó unas plusvalías de 39,3 millones de euros para Sedesa, motivo por el cual cobró los 580.000 euros que había acordado de antemano con Cotino.

Esos honorarios, según Olivas, "fueron declarados a Hacienda en su momento y por ellos" hizo efectivos los correspondientes impuestos.

Para el fiscal, Cotino y Olivas actuaron de acuerdo "con ánimo de defraudar a la Hacienda Pública", para lo cual decidieron consignar en el impuesto de sociedades de 2008 del grupo Sedesa como gasto deducible una transferencia de 580.000 euros que hizo Sedesa Inversiones a Imarol -propiedad de Olivas y su mujer-, en virtud de un asesoramiento ficticio.

Para ello, los acusados "crearon un documento que aparentaba ser una factura" firmada por Olivas, la única que emitió Imarol en 2008.

En su defensa, Cotino alegó que su empresa pagó "más o menos 10 millones de euros a Hacienda tras esa operación, y que no tiene sentido haberse concertado con Olivas para desgravarse 150.000 euros" por esa supuesta asesoría que las acusaciones cuestionan.

Olivas: "Podría haber cobrado algo a Bancaja" 

Olivas, por su parte, subrayó que no tenía ningún vínculo laboral con Iberdrola ni tampoco tenía funciones ejecutivas en Bancaja (de donde cobraba, ha dicho, "sólo" 16.000 euros al año). Por ello no solo no incurrió en incompatibilidad alguna, sino que "hizo un favor a Bancaja" con su intermediación directa con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en la que logró supuestamente que Iberdrola realizase una oferta vinculante por el 45% de PEVSA, que posteriormente asumió Endesa.

"Podría haber cobrado algo a Bancaja", indicó Olivas, quien "por ética" no hizo más labores de asesoramiento similares por no meterse "en más jardines", aunque podría haber hecho cientos, según defendió.

El único testigo que declaró este martes, miembro de Endesa en el consejo de PEVSA, aseguró que no conocía la empresa de Olivas (Imarol) y que únicamente tuvo contactos para la compra del 45% del capital de PEVSA con los consejeros de Sedesa y de Bancaja en dicho consejo.

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