restorán de la semana

Olivi

Vamos con un oxímoron: Oliví es un haz de luz oscuro en el meollo del barrio del Carmen.

| 08/04/2022 | 1 min, 36 seg

Esta pequeña bodega abierta en junio de 2015 mantiene en la penumbra un formato de negocio hostelero que, repetir conmigo, necesitamos más: vino por copas, platos de queso, un par de conservas, embutido.

Sencillo. Propio. Inmensurable. El formato de bodega urbana es necesario en tanto en cuanto es un reflejo de nuestra idiosincrasia informal, improvisadora y hedonista. Un modelo no siempre implementado correctamente, bien porque el carácter de tienda de alimentación —esa luz de expositor— le quita ese no sé qué que tiene quedar a tomar unos vinos e ir viendo, o bien porque se escuda en fórmulas que ambicionan por encima de todo al turista.  

Raquel y Ezequiel hacen que Oliví sea un abrazo cálido, con una buena selección cambiante de etiquetas y una carta base de productos seleccionados. El interior decorado por ellos, la música y el trato hacen convierten el “tomar algo rápido” en “¿te acuerdas de ese día?”



Sencillo. Propio. Inmensurable. El formato de bodega urbana es necesario en tanto en cuanto es un reflejo de nuestra idiosincrasia informal, improvisadora y hedonista. Un modelo no siempre implementado correctamente, bien porque el carácter de tienda de alimentación —esa luz de expositor— le quita ese no sé qué que tiene quedar a tomar unos vinos e ir viendo, o bien porque se escuda en fórmulas que ambicionan por encima de todo al turista.  

Raquel y Ezequiel hacen que Oliví sea un abrazo cálido, con una buena selección cambiante de etiquetas y una carta base de productos seleccionados. El interior decorado por ellos, la música y el trato hacen convierten el “tomar algo rápido” en “¿te acuerdas de ese día?”


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