VALÈNCIA. Una de las anécdotas de VI Seminari del Consell celebrado el pasado fin de semana entre las localidades de Castalla y Biar lo protagonizaron la vicepresidenta del Ejecutivo, Mónica Oltra, y la responsable de Agricultura, Elena Cebrián, con un curioso intercambio de vestuario.
Así, Oltra acudió a la jornada matinal de trabajo el sábado luciendo una atrevida camiseta blanca con el símbolo pirata. Un atuendo cómodo y juvenil que recordaba más bien a la época de la coportavoz de Compromís en la oposición.
No obstante, a mitad de la jornada un equipo de À Punt acudió al Seminari de Govern para recoger declaraciones tanto del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como de la propia Mónica Oltra. Unas impresiones que saldrían publicadas en una pieza que se emitiría en los informativos de mediodía.
A la vicepresidenta no debió convencerle tener que presentarse ante las cámaras con el dibujo de una calavera y dos huesos y pidió ayuda. Dado que las reuniones de trabajo no se celebraban en el mismo recinto que el hotel donde la expedición se alojaba, Oltra halló una solución extraordinaria para una situación extraordinaria.
De esta manera, la líder de Compromís posó su mirada en la sobria -aunque floreada- camiseta de la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, una dirigente que extiende su perfil netamente técnico a un vestuario discreto e institucional hasta en los formatos más informales.
Dicho y hecho. Cebrián ofreció su ayuda y no tuvo mayor problema en intercambiar su camiseta para sentirse una feroz pirata por un rato. Mientras, Oltra lucía ufana su prenda estampada ante las cámaras de À Punt para asegurar el cumplimiento por parte del Consell de más del 90% de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo valenciano desde el primer Seminari de Govern celebrado en Morella a finales de 2015.
Más allá de la anécdota, resulta curiosa la evolución de la vicepresidenta en los últimos años. La Mónica de la oposición, aquella que lucía reivindicativas camisetas con las que, aún a día de hoy, suele posar orgullosa en su despacho; ha dado paso a una Oltra con un cuidado de los detalles máximo a la hora de presentarse ante los valencianos como una figura de alta responsabilidad institucional.