VALENCIA. Como si del turrón se tratara, parece que los roces entre la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra (Compromís) y la consellera de Sanidad, Carmen Montón (PSPV), vuelven por Navidad. Si hace un año el nombramiento del marido de la dirigente socialista en la empresa pública de la Diputación de Valencia, Egevasa, desató las críticas de Oltra hacia Montón, este año ha sido el polémico calendario de la Cartelera Turia.
El pasado viernes, esta revista de corte satírico publicaba su Calendario Erótico 2017 en el que incluía un fotomontaje de la consellera de Sanidad vestida de enfermera a punto de poner una inyección a un paciente que le espera en una camilla. Una imagen que levantaba las voces no sólo de colectivos feministas, sino que también provocaba la indignación de la protagonista, que no dudaba en enviar una carta al responsable de la revista, Vicente Vergara, cuestionando el buen gusto de la publicación.
"Teniendo un escrupuloso respeto por la libertad de expresión, considero que para realizar crítica y sátira política no es necesario caer en el machismo. Esas actitudes nos alejan de una sociedad democrática e igualitaria por la que muchas mujeres y hombres estamos luchando", decía la misiva.
No obstante, pasaron los días y no fue hasta este viernes cuando la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas se pronunciaba al respecto. Y lo hizo para defender la libertad de expresión: "La sátira nos va en el cargo. Puede ser de buen gusto o no, pero como el Tribunal Constitucional ha dicho en numerosas ocasiones, la sátira entra dentro de un derecho fundamental", señalaba Oltra en la rueda de prensa del Consell.
Para sumarle dureza a la crítica, la portavoz del Gobierno valenciano añadía que ella misma también salía en ese calendario. Cabe señalar que ella no cuestionó su imagen, como tampoco lo han hecho otros políticos presentes en él como Ximo Puig, Susana Díaz, Mariano Rajoy o Iñigo Errejón. "Estaría mal defender esa sátira que reciben otras personas, pero no querer que me satiricen a mí", subrayaba Oltra en referencia a los calendarios de años previos.
La sintonía entre ambas conselleras no ha sido la mejor desde que comenzaran los desencuentros en diciembre del año pasado cuando Oltra cuestionó, con el eje dos del Pacte del Botànic en la mano que habla de transparencia y ética, el comportamiento "estético" de Montón por nombrar a su marido como gerente de Egevasa.
"A mí no me parece estético este nombramiento y no se debería haber producido. En cuestiones políticas la mujer del César tiene que serlo y parecerlo, y el marido también. Cuando uno está en política tiene determinadas limitaciones e implicaciones familiares. Somos honorables pero hay que parecerlo también", explicaba el 29 de diciembre de 2015.
Desde entonces, las críticas no han dejado de sucederse. Primero fue la polémica por la contratación en la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) de la hija de la anterior secretaria autonómica de Sanidad, Dolores Salas, quien tuvo el cargo de coordinadora del área de investigación en Cáncer y Salud Pública en este mismo organismo dependiente de la Generalitat. Tras la polémica, finalmente dimitió y abandonó el segundo escalón que ocupaba en la cartera de Montón.
Unos meses más tarde, Oltra se 'mordía la lengua' con el nombramiento del periodista leonés Germán Temprano García como nuevo director de Gestión Sanitaria. La vicepresidenta de la Generalitat sorteaba dar explicaciones sobre la oportunidad de la elección del candidato y relegaba a Montón las explicaciones a ofrecer al respecto: "Estoy segura de que la consellera de Sanidad, que se explica muy bien, les puede dar completa información", dijo.
