VALÈNCIA. El consejo de administración de BBVA designó al directivo de origen turco Onur Genç como sucesor de Carlos Torres Vila en el marco del plan de sucesión del consejero delegado de la entidad. Genç, actual consejero delegado de BBVA Compass, la filial estadounidense del banco, ocupará el cargo de consejero delegado a partir del 1 de enero de 2019.
-¿Qué es lo primero que le vino a la cabeza cuando se enteró de la noticia?
-Bueno, tengo que confesar que fue una sorpresa. Hace dos años, me trasladé desde Turquía a EE.UU. y estoy disfrutando mucho esta etapa. Pero por otra parte, me siento completamente comprometido con el Grupo, valoro profundamente nuestro propósito y nuestros valores y estoy encantado de formar parte del proyecto de transformación de BBVA. Creo que mi experiencia internacional también refleja la naturaleza verdaderamente global que tiene BBVA en la actualidad. Es un honor poder servir al banco desde esta nueva responsabilidad.
-¿Cómo es su estilo de liderazgo?
-Soy exigente, pero me preocupo por las personas. Exijo esfuerzo, pero también estoy dispuesto a hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudar a los que demuestran voluntad para avanzar. Creo que todo se refleja en los valores de BBVA, pero me gustaría detenerme en algunos conceptos que siempre llevo conmigo:
No hace falta decir que, como reflejan los valores de BBVA, todo se tiene que integrar bajo un principio más amplio que es el de una adecuada conducta ética. Esta conducta ha de ser una directriz de todo lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es algo indispensable, no negociable.
-¿Cuáles son los momentos más destacados de su carrera profesional?
-He tenido la enorme suerte de trabajar con gente increíble durante toda mi carrera. Estuve 13 años en McKinsey, principalmente en consultoría para entidades financieras. Viví en cuatro países y dirigí proyectos en más de 10. Fui el socio ‘senior’ más joven y director de la oficina en Turquía, con 34 años. Después de McKinsey, me incorporé a Garanti en Turquía. Mi principal responsabilidad fue la dirección de las operaciones de banca minorista y, gracias a unos equipos excelentes, pudimos lograr cuotas de mercado en los principales productos que superaban claramente nuestra cuota de mercado natural, aquella basada en número de oficinas y cajeros. Además, somos el líder digital indiscutible en el mercado. Después de Garanti, pasé a las operaciones de BBVA en EE.UU., donde hemos mejorado drásticamente el beneficio en los dos últimos años, con un desempeño superior al de la mayoría de nuestros competidores. Nos convertimos en uno de los bancos minoristas de mayor crecimiento en el país, con capacidades digitales de primer nivel. Además, el compromiso de nuestros empleados se ha disparado; ha mejorado la satisfacción de nuestros clientes y estoy muy orgulloso del servicio que hemos dado a nuestras comunidades locales en el país. En resumen, gracias a la gente que me rodea y a los equipos excelentes con los que he tenido el privilegio de trabajar, he tenido una experiencia increíble en diferentes etapas. Siempre he creído que el verdadero éxito radica en atender a todos nuestros grupos de interés: accionistas, empleados, clientes y la sociedad en general.
-¿Cuáles son las principales fortalezas de BBVA?
-Destacaría tres cosas:
-¿Cuáles son los principales retos que afronta la banca en la actualidad?
-El gran reto es la necesidad responder a un cliente cada vez más cambiante en la era digital. Surgirán nuevos competidores y algunos servicios se convertirán en ‘commodities’, lo que se traducirá en una erosión de los márgenes. Pero, como en cualquier empresa de éxito, estamos muy enfocados en los clientes y estamos transformando la forma en que interactuamos con ellos. Como decía antes, nuestros líderes han tenido la visión de comenzar la transformación mucho antes que otros, hace más de una década.
-¿Qué hará a su llegada a Madrid?
-Bueno, primero encontrar un hogar para la familia y un colegio para los mellizos. Además, necesito mejorar mi español. Escrito es un poco más fácil. Pero animaré a mis colaboradores a escribirme en el idioma que se sientan más cómodos. Y en la medida de lo posible, me comprometo, desde el primer día, a responder en español a todos los que me escriban en esa lengua. Para el español hablado, me tomará un poco más de tiempo y desde ya os pido paciencia a todos.