VALÈNCIA (VP). El municipio valenciano de Orba consiguió, durante el pasado año, la separación del 75% los residuos generados, una cifra récord que ha convertido a este municipio en todo un referente.
Para tomar conciencia de la importancia de esta cifra debemos saber que en España actualmente tenemos un grave problema en este ámbito, tanto es así que, según el último dato registrado, la tasa de reciclaje de los residuos urbanos en nuestro país es de poco más del 36 %.
Cabe recordar también que, en el año 2020, incumplimos el objetivo de reciclaje marcado por la Unión Europea y que todo apunta a que ocurrirá lo mismo con el objetivo establecido para 2025 que supone llegar a un 55 %.
Sistema de gestión de residuos de alta eficiencia, implantación de nuevas fracciones de residuos y ciudadanía implicada. Estos son tres de los motivos principales por los que Orba se ha convertido en todo un ejemplo para el resto de España, pero tanto el Ayuntamiento de la localidad como Fovasa Medioambiente, empresa concesionaria del servicio, coinciden en destacar un aspecto clave: la concienciación de la ciudadanía.
En primer lugar, es necesario analizar el método de recogida de residuos, un sistema puerta a puerta que desde hace varios años está implantado con éxito en Orba. Tal y como su nombre indica, consiste en entregar los residuos al servicio de recogida delante de la puerta de la vivienda o del comercio. Esta entrega se realiza siguiendo un calendario previamente establecido y comunicado a los casi 2.400 vecinos y vecinas a través de los educadores ambientales de Fovasa.
El sistema de recogida puerta a puerta se complementa con áreas de aportación vigiladas y controladas, que tienen como objetivo ofrecer a la ciudadanía que vive en las urbanizaciones un lugar donde depositar de manera separada los residuos que generan en sus hogares. Cabe destacar que están cerradas y solo se pueden abrir con un código personal e intransferible.
Los porcentajes en los que cada una de las fracciones contribuye a la cifra total es un dato importante a tener en cuenta. Cabe destacar los porcentajes de los residuos orgánicos que representan 32 % del total, muy por encima de la media nacional que se sitúa en un 11%. La evolución de las fracciones en los últimos años es positiva: 12 % papel y cartón, 17 % envases ligeros, 13 % vidrio y, por último, las celulosas higiénicas que, dada su reciente incorporación, apenas suman el 1 %.
‘Nuestro objetivo es seguir disminuyendo los residuos anuales generados, ya que el mejor residuo es aquel que no se genera. Empezamos con el objetivo de reducir la fracción resto en un 40% y actualmente estamos en un 25%. Por eso sabemos que es posible seguir avanzando en esta línea y nos marcamos objetivos tan ambiciosos como llegar al 85% de recogida selectiva en el corto plazo gracias a la incorporación de la fracción de celulosas higiénicas y a la mejora de la gestión de residuos en eventos festivos, que estamos convencidos de que nos ayudará a reducir aún más la fracción resto’, ha subrayado el alcalde de Orba, Ignasi Cervera.
El consistorio y Fovasa ponen a disposición de la población una gran cantidad de medios que facilita la tarea del reciclaje, no obstante, Cervera, ha querido remarcar que “nuestro éxito no se basa únicamente en la mejora constante del servicio y de las infraestructuras. Son los vecinos y vecinas de Orba los que han tomado verdadera conciencia de la importancia de reciclar y lo han convertido en algo cotidiano”.
La educación ambiental ha sido en este caso fundamental, y así lo explican los responsables de Fovasa: “contar con la figura de un educador ambiental que resuelva todas las dudas, diseñe, organice y ejecute campañas de concienciación y sensibilización es vital para alcanzar las cifras de reciclaje obtenidas en este municipio.
Cabe destacar que en Orba, es tal la coordinación entre la ciudadanía y el servicio de recogida, que cuando se llevan a cabo celebraciones, los vecinos y vecinas pueden ponerse en contacto con la educadora ambiental del municipio para coordinar la recogida de los residuos que se generen durante el evento.
Con la educación ambiental enseñamos cómo lo que para nosotros puede ser un pequeño esfuerzo puede tener un gran impacto a nivel global. Es necesario que las personas seamos conscientes de ello”.