VALENCIA. El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, culminó este viernes una de sus primeras medidas de desmarque de la dirección del PSPV y, en concreto, de la llamada familia 'lermista' del partido. Así, el Consejo de Administración de la empresa pública Imelsa votó la salida del hasta ahora gerente José Ramón Tíller, próximo a la cúpula socialista, en especial al jefe de Gabinete de la Diputación y vicesecretario de Relaciones Institucionales del PSPV, José Manuel Orengo, para después aprobar el nombramiento del exdiputado, secretario de Acción Electoral del PSPV y actualmente asesor en la institución, Víctor Sahuquillo, persona de la máxima confianza de Rodríguez.
Precisamente Orengo también dirá adiós a la corporación provincial en los próximos días, tal y como informó este diario semanas atrás. Su destino se divide entre varias posibilidades: se habla de algún tipo de colaboración universitaria aunque la mayoría de fuentes socialistas consultadas por este diario apuntan a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias como su próximo emplazamiento.
De esta manera, y aunque todavía no se ha confirmado quién le sustituirá, las citadas fuentes apuntan al actual responsable de prensa de la institución, Ricard Gallego, como una de las opciones. En cualquier caso, y así lo recalcan desde el entorno de Jorge Rodríguez, el escogido será una persona del entorno del presidente de la Diputación.
La decisión de Rodríguez de acometer estos cambios ha causado malestar en la cúpula del PSPV y en el Palau de la Generalitat. El relevo de Tíller, aunque vestido de normalidad y recalcando el agradecimiento a su labor, se ha considerado en cierta manera un golpe bajo por parte del presidente de la Diputación.
Por contra, desde la corporación provincial se desliza que Rodríguez quería un dirigente de "máxima confianza" en Imelsa -foco principal de la investigación en la operación Taula- y Tíller, según puntualizan, no cumplía al 100% estas expectativas.
De esta manera, Rodríguez, uno de los alcaldes jóvenes destacados del PSPV, ha dado una primera muestra de autoridad en la legislatura tras haber permitido que desde Blanquerías se le impusiera la práctica totalidad de los cargos de la Diputación.
De hecho, el presidente de la Diputación tuvo que lidiar con el fallido nombramiento -impuesto por la dirección del PSPV- en la gerencia de Egevasa del economista Alberto Hernández Campa, marido de la consellera Carmen Montón, que se echó para atrás después de un fuerte revuelo mediático. Precisamente Egevasa es una de las empresas donde algunas fuentes socialistas apuntan que podría recaer Tíller tras su salida de Imelsa.