¿El todo es mayor que la suma de las partes? Si hablamos de croquetas y ortiguillas: sí
¿Qué pasa si juntas dos cosas aparentemente dispares pero maravillosas en su individualidad? Seguro que también vosotros lo habéis pensado... si me gustan las bravas y me gustan las angulas, ¿por qué no bravas con angulas? (quizá precisamente esto fue lo que pensó el desgraciao que inventó esa cosa tan abominable llamada pizza hawaiana).
En Kaymus —y nada más sentarnos en torno a la mesa, Nacho Romero nos presentó una de esos matrimonios aparentemente dispares: croquetas y ortiguillas. Boom. Le pregunto, ¿y esto? “Yo qué sé, imagino que algún día observando el desastre en el que se está convirtiendo todo debí de tener un pensamiento de cómo mejorar el mundo a las generaciones venideras, algo que realmente transcendiera y entonces lo vi claro: juntar una croqueta de bacalao con una ortiguilla”. En serio, eso me dijo.
Es un cachondo. Pero las cosas como son: el plato es fabuloso.