AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Otra vez el pulso turco

Si hace casi medio año hablábamos, que el sufrimiento tenía nombre kurdo y apellido sirio, parece que esos apellidos van aumentar en la medida de todos los desesperados que se lanzan forzados por Turquía al río-frontera o al mar Egeo en búsqueda de un futuro mejor 

7/03/2020 - 

Cuentan que el Rey de Reyes, Jerjes I reclamaba, como símbolo de sometimiento, una ofrenda de tierra y agua a las diferentes Polis Griegas a medida que desde Oriente iba ocupando territorio heleno, hasta que el rey Leonidas de Esparta se le cruzó en su camino en el Paso de las Termópilas, que fue el inicio del fin de la aventura europea del rey persa. En la actualidad Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, reclamaba hace unos días a Occidente, representado por la OTAN y la Unión Europea una adhesión a su política bélica en el norte de la Siria de Bashar al-Asad, porque si no pondría en nuestras fronteras millones de refugiados/inmigrantes.

Las relaciones históricas entre Turquía (y sus predecesores Otomanos) y Europa siempre han sido ambivalentes, propias de unos vecinos con culturas totalmente diferentes, con unos intereses que en demasiadas ocasiones eran contrapuestos, pero que dado el carácter de este Mare Nostrum, “demasiado estrecho como separar pero demasiado largo como para unir”, hacia inevitable el intercambio no sólo comercial, si no también cultural. Fíjense que prácticamente a la par que el sultán otomano Solimán “El Magnífico” preparaba el asedio de Viena de 1529 amenazando al corazón de la Europa cristiana, los franceses pactaban con los turcos; o cuando después de reprimir los movimientos nacionalistas europeos en los Balcanes, y producirse las dos guerras balcánicas entre 1912 y 1913 contra reinos europeos cristianos, Mehmed V, el sultán otomano se alió a los imperios centrales alemanes y Austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial.

Después vino la revolución secular de Kemal Atatürk, y la Turquía resultante de la desintegración del imperio Otomano dio un claro giro pro-occidental, que tras la segunda guerra mundial, y dado que era un país aliado de los Estados Unidos se integró en la OTAN en 1952, a la vez que su tradicional enemigo griego, buscando así el Tío Sam una especie de equilibrio entre esos países, que al ser socios de un mismo club, se mantendrían en paz, o por lo menos en tregua. Por otra parte el régimen turco era un sistema formalmente democrático pues contaba, como gran vigilante y garante de esa modernización y democratización iniciada por Atatürk a sus Fuerzas Armadas, que por ejemplo en su golpe de 1980, supuso un frenazo para las aspiraciones políticas de Erdogan que las tendría que proseguir posteriormente.

Pero los encontronazos con el régimen tutelado kemalista por parte del presidente actual no terminan ahí, en 1998 fue condenado por el Tribunal Constitucional por atacar los principios laicos de la República, y acusado de intolerancia religiosa, adoptando una posición contemporizadora desde entonces. Aunque con una estrategia de poco a poco islamizar más el régimen, o por lo menos volverlo a hacer más tradicional, desde los diferentes cargos que ha ocupado tanto como primer ministro como presidente de la república, a la par que desmontaba las estructuras estatales profundamente Kemalistas, principalmente sus Fuerzas Armadas (que tras el seudo-golpe de estado de 2016, han perdido definitivamente el carácter de tutoras) y el resto de la Administración. 

En cuanto su política exterior ya les he contado desde estas líneas, como algunos autores hablan del Neo-Otomanismo de Erdogan, como ese intento por parte del político turco de hacer de su país una gran potencia regional, proyectando sus lineas de acción en tres ejes en positivo, en expansión; hacia los pueblos túrquicos de las repúblicas de los tanes en Asia central; en el Oriente Medio; y en África. Y una cuarta linea de acción reactiva frente a sus socios/aliados occidentales.

Esas estrategias se han evidenciado (y en parte ya se las hemos contado) cuando Turquía firmó hace pocas semanas un acuerdo de explotación petrolífera con el gobierno de Libia asentado en Tripoli (GNA), y aunque reconocido internacionalmente cuenta con un escaso territorio controlado, entre esa capital y la ciudad de Misrata, (separadas por 200 kms). El acuerdo internacional no es reconocido por los países vecinos y ribereños del Mediterráneo, por lo que su aplicabilidad es dudosa; otra decisión que genera tensiones es la pretensión turca de explotar hidrocarburos en zonas pertenecientes a Chipre, y otra vez países de la zona como Egipto o Grecia, han puesto sus objeciones.

Otras de las acciones que han alterado, en parte, ciertos equilibrios geopolíticos en el Mediterráneo Oriental es, no solo ya el coqueteo, si no los acuerdos de Turquía con Rusia en materia tan delicada como es la industria bélica. Esta aproximación de Erdogan a Vladimir Putin, le ha llevado incluso a comprar misiles anti aéreos y anti balísticos rusos S400 triumf, provocando la cancelación por parte de los USA de la venta de los aviones de combate F-35 a Turquía. Tanto es así que las relaciones entre Ankara y la OTAN, o mejor dicho los países y sociedades que la conforman, se han tensado tanto, que hace pocos días que Max Boot, analista del Consejo Estadounidense de Relaciones Exteriores llego a afirmar que "Si Turquía solicitara ser miembro de la OTAN ahora, no llegaría ni a la puerta", y que en una encuesta al principio de este invierno en Alemania realizada por la agencia de prensa YouGov, se recogía que el 58 % estaba a favor de de la salida de Turquía de la OTAN, mientras que sólo el 18 por ciento estaba en contra de esa salida, según publicaba el diario alemán DW.

Pero claro ahora mismo la tensión, o mejor dicho el conflicto se centra en la frontera norte de Siria, donde Turquía a creado una zona de seguridad (sin acuerdo internacional de la ONU) con la ayuda de yihadistas y rebeldes, y en la que se han producido severos encontronazos entre tropas y efectivos de Turquía, de Siria, y de Rusia. Esos combates provocaron hace escasos días más de una treintena de bajas turcas en el sector de Idlib, a lo que Erdogan respondió con medidas tanto diplomáticas, uso del artículo 4 del tratado de la OTAN (convocar a los aliados a consultas), como acciones militares de bombardeos sobre sirios, provocando centenares de muertes.

Respecto a los resultados tácticos de las ultimas acciones turcas, han sido recuperar terreno en la citada región siria de Idlib, logrando en algún momento el corte de la estratégica autopista M4 que conecta Alepo con el sur del país, pero este sobre esfuerzo bélico empieza a requerir un descanso. Por otra parte las acciones diplomáticas ante sus aliados europeos de la OTAN, y la respuesta o inacción de estos, recordemos que Turquía está respaldando y efectuando una operación militar en un país soberano como es Siria, sin respaldo de las Naciones Unidas ni de su Consejo de Seguridad, ha provocado un gran enfado en Erdogan, que le ha llevado a realizar las manifestaciones que en el principio reproducíamos, va a poner en las fronteras de Europa a millones de personas refugiadas e inmigrantes, utilizándolas cual carne de cañón, pues ya estamos presenciando las primeras oleadas en la frontera greco turca, con las consabidas muertes por ahogamiento en el mar Egeo; recordemos que la anterior oleada millonaria permitida/provocada por Turquía fue en 2015 y provocó tales sacudidas en la UE, que ayudaron a su crisis, con el Brexit, la creación del Visegrado, etcétera, etcétera, etcétera. 

Finalmente, esta escalada en el conflicto sirio, con la posibilidad de enfrentamientos directos entre rusos y turcos, se ha solucionado gracias a la buena sintonía entre Erdogan y Putin, con la firma de un alto el fuego y el acuerdo de la creación de un "corredor de seguridad" de seis kilómetros a cada lado de la autopista M4 eje estratégico en la región, con patrullas conjuntas ruso-turcas, y que aunque se espera sea duradero, a mi me parece como que no, pues entre otros factores se está produciendo prácticamente una limpieza étnica con reasentamientos porque según Oleg Juravlyov, Jefe del Centro de Coordinación en Siria, del Ministerio de Defensa ruso, al menos medio millón de kurdos han sido sustituidos por población túrquica en la región siria de Afrín controlada por Turquía y sus aliados.

Y ya para acabar, me pregunto donde están esas ONGs, esos Open society/arms, todos esos buenistas que protestan por las políticas migratorias de  Matteo Salvini o Donald Trump , pero que ante Erdogan, el defensor de la Alianza de las Civilizaciones, no dicen nada, de nada; lo triste es que pronto veremos imágenes como la del niño sirio Aylan tumbado bocabajo ahogado en una playa del Mar Egeo, y seguiremos en Europa fijándonos en el dedo que señala el problema, en lugar de hacer frente al problema; después algunos se preguntaran por qué hay crisis en la EU, vivir para ver.