Pacto o moción de censura: el PP alarga la tensión en Sueca mientras observa de reojo Torres Torres

VALÈNCIA. El Partido Popular tiene dos frentes abiertos en la provincia de Valencia en los que le apremia adoptar decisiones. El primero afecta a una capital de comarca del sur; y el segundo, a una pequeña localidad norteña. Se trata de Sueca, en la Ribera Baixa, y Torres Torres, en Camp de Morvedre.

En el municipio referido inicialmente, que se acerca a los los 30.000 habitantes, la decisión del partido local Sueca per Davant del pasado mes de junio de romper con el alcalde socialista dejó a este último, Dimas Vázquez, en una precaria mayoría simple que quiere asegurar con la absoluta. 

Para conseguirlo, luego de la destitución de sus delegaciones que llevó a cabo -después de las críticas recibidas desde esa formación- de los tres concejales de SxD, necesita el reemplazo de otros tantos para llegar a los 11 que suponen la mayoría absoluta. Esa cifra redonda la puede alcanzar con el apoyo del trío de ediles del Partido Popular. 

El plácet o Loriguilla

No obstante, pese al acercamiento de ambas formaciones a escala suecana, las direcciones provinciales de PP y PSPV se muestran remisas a un posible pacto entre ellas. 

Si existiera, o si, por el contrario, el PP se aliara con SxD y Compromís para suscribir una moción de censura (esta última formación ya tiene el apoyo de su asamblea para firmarla), los tres concejales necesitan del beneplácito de la cúpula provincial.  

De no hacerlo corren el riesgo de que les ocurra como a los de Loriguilla en el pasado mandato. También eran tres y determinaron rubricar una moción de censura junto a PSPV contra el alcalde Cs, Sergio Alfaro. La dirección provincial desautorizó la medida. Se marcharon minutos antes de ser expulsados.

Las direcciones esperan

"No existe cerrado acuerdo alguno y todas las opciones siguen abiertas", ratifican desde la dirección provincial del PP, con lo que corroboran que la emoción sobre qué ocurrirá en Sueca continúa dando pie a diferentes alternativas.

Mientras, desde el PSPV inciden en la misma línea, aunque desde su perspectiva. "Cualquier pacto tiene que pasar por una consulta a la militancia y por un refrendo del partido, algo que no ha sucedido", apuntan a la par que esperan novedades de su alcalde que gobierna en minoría.

En cualquier caso, dada la idiosincrasia de Sueca y su singularidad para los pactos (en el pasado mandato, por ejemplo el PSPV se alió con PP y Cs para dejar sin alcaldía a Compromís, que había ganado los comicios) el componente local tiene mucho peso en este escenario. 

De hecho, las negociaciones las guían referentes municipales que tamizan mucho la información. Las direcciones provinciales, por su parte, observan el proceso a la vez que esperan reportes que en ocasiones tardan en llegar. Todo ello mientras SxD, que cuenta con el respaldo y la presión a su favor de la Unión Municipalista, y Compromís -en abierto enfrentamiento con el PSPV local desde hace lustros-, esperan una respuesta del PP para armar o desestimar la moción de censura. El grupo popular decanta, con acción o inacción  (continuar en la oposición y que el alcalde siga en minoría supondría la tercera opción), la balanza.

Torres Torres

Los vaivenes en Sueca y las dimensiones de esta población convierten en bastante menor el caso de Torres Torres, localidad de poco más de 700 habitantes enclavada en la comarca de Camp de Túria, cerca de Sagunt.

Acostumbrada a alternancias en el poder entre PP y PSPV, en la actualidad gobierna con teórica mayoría absoluta de cuatro sobre siete el primero. La teoría contrasta con la práctica, que muestra un enfrentamiento entre el alcalde, Javier Peris, y el número dos en la lista popular, José Luis León, que llevó a que el primero le restara delegaciones. 

Este último cuenta con el apoyo del número tres, Carlos Civera. De hecho, en algunos plenos han votado en sentido diferente a lo que hacían el alcalde y el número cuatro de la candidatura. La dirección del PP está tratando de reconducir la situación para que no se agrave hasta un punto irresoluble y dramático para el gobierno de su partido.