PAELLA HEDONISTA #12

Paella de conejo y caracoles de Casa Elías (Xinorlet-Monovar)

Sí, ahora que parece que al fin el sol ha venido para quedarse, las paellas asoman en las terrazas y damos por inaugurada una nueva temporada hedonista arrocera, volvemos

| 11/05/2018 | 1 min, 49 seg

Hoy hablamos del arroz que cuando Michelin se canse de premiar las tradiciones cantábricas (Casa Gerardo, Etxebarri, Elkano), volverá al interior de Alicante y hará historia dando la primera estrella a una paella. Lo reconocemos sin temblar, la de Elías es nuestra mejor embajadora.

Es complicado hacer esta afirmación con el nivel que ya has ido viendo o lo que está por llegar, pero el trabajo que esta discreta familia lleva haciendo en esta aldea de Monóvar desde el 84, lo diga o no una guía, es para algo más que detenerse del viaje o separarse de la ruta. Quien conoce la Paella de Casa Elías sabe que bien merece el viaje.

Su versión reúne ‘solo’ 9 ingredientes. Arroz (bomba), conejo, caracoles, aceite, tomate, sal, clavo, pimienta y agua. Pero solo ellos pueden sacar tanto a tan poco. Exprimir al máximo ingredientes tan humildes como el conejo y los caracoles o mantener el medio dedo de arroz perfectamente cocinado con un sabor uniforme por toda la sartén, es algo que está al alcance de muy, muy pocos en la zona. ¿Su secreto? Producto, tradición, consistencia, profesionalidad y fuego. Siempre el fuego. 

Sobre la experiencia completa que les ha valido (por ahora) un Sol Repsol y ser Bib Gourmand, decir que el golpe del contraste entre lo inhóspito del paraje y un espacio tan acertadamente elegante es fabuloso. Ser tratados de una forma tan delicada por un servicio tan profesional como familiar, te hace por momentos olvidar que estás en una casa con las paellas como bandera. El ambiente, el trato, la bodega… te invitan a pensar que estás en un restaurante gastronómico, pero ser sorprendido por el pasillo por ese perfecto paellero acristalado es un acierto brutal para recordarte una vez más que no hay nada igual, nada como Casa Elías, y no hace falta que venga Michelin para confirmarlo.

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