VALÈNCIA (EP). El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha anunciado este sábado la imposición de cuatro semanas de confinamiento estricto desde las 5.00 horas del domingo que durará al menos hasta el 14 de enero.
"Países Bajos entra de nuevo en confinamiento (...). Es inevitable porque la quinta ola viene con la variante ómicron", ha afirmado Rutte en rueda de prensa.
"Es terrible que esto sea necesario. Saltamos de nuestros asientos cuando lo escuchamos por primera (...). Si no hacemos nada y luego resulta que estaba justificada la alarma, sería demasiado tarde", ha añadido. "La ómicron se está extendiendo más rápidamente de lo que nos temíamos, así que había que actuar ya", ha remachado.
Rutte ha explicado que los contagios se duplican cada dos o tres días. "En Ámsterdam ya suponen en torno al 25 por ciento y en el resto de Europa está pasando lo mismo", ha señalado.
El ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, ha comparecido junto a Rutte y ha explicado que el confinamiento busca "ganar tiempo" para administrar las dosis de refuerzo contra el coronavirus SARS-CoV-2.
El cierre afecta a todos los sectores, salvo a comercios esenciales como supermercados y farmacias. Sí cierran todos los establecimientos hoteleros, museos, parques de atracciones, cines, teatros, gimnasios y todas las actividades que impliquen contacto cercano que no sean sanitarias.
Los institutos e instituciones académicas también tendrán que cerrar y se suman así a los colegios y centros de atención en horas no lectivas que ya suspendieron sus actividades el 17 de diciembre.
Además se limita a dos el número de personas de diferente hogar participantes en reuniones fuera del hogar. En hogares solo podrá haber visitas de hasta dos personas con la excepción de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nu3evo, cuando se permitirá cuatro visitantes.
En cuanto a los desplazamientos, quienes lleguen al país tendrán que tener una PCR negativa de las últimas 48 horas y una prueba rápida de antígenos de menos de 24 horas a partir del miércoles.
Las autoridades sanitarias holandesas han informado este sábado de 14.742 nuevos contagios, con lo que la media de los siete últimos días se sitúa en el mínimo desde el 15 de noviembre.
Ante esto, solo un 35 % de la población holandesa apoya el confinamiento anunciado este sábado por el Gobierno para frenar los contagios. Sin embargo, esta cifra supone un incremento de cuatro puntos con respecto al apoyo al confinamiento que se registró antes de la rueda de prensa en la que el primer ministro, Mark Rutte, anunció este sábado el nuevo paquete de restricciones.
El estudio, elaborado por Hart van Nederland, se basa en 2.000 entrevistas y apunta a que la confianza en la gestión de la pandemia por parte del Gobierno ha subido del 25 al 29 por ciento.
"Si no intervenimos ahora, será demasiado tarde", advirtió Rutte en la rueda de prensa del sábado. El ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, explicó por su parte que las medidas buscan "ganar tiempo" para incrementar la tasa de vacunación y la administración de la dosis de refuerzo.
En esa misma línea, el director del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de Países Bajos (RIVM), Jaap van Dissel, ha advertido de que si no se endurecían las restricciones se podría haber llegado a los 4.260 pacientes ingresados en cuidados intensivos para primeros de febrero, según las proyecciones elaboradas para el Gobierno.
Esta cifra sería más del doble del pico de pacientes en UCI correspondiente al primer confinamiento y muy por encima de los 640 pacientes ingresados en cuidados intensivos de los que se informó el sábado.
Así, se pasaría a tener unos 17.500 pacientes ingresados que requerirían de atención UCI, lo que provocaría el colapso del sistema sanitario holandés, un "código negro" en el que los hospitales tendrían que rechazar ingresos.
Ahora, con el actual confinamiento de cuatro semanas en periodo navideño y de fin de año, se espera que se alcancen entre 900 y 3.000 pacientes en cuidados intensivos, con unos 2.000 como cifra más probable, aún muy por encima de las 1.205 camas UCI con las que cuenta Países Bajos.
Según el RIVM, la variante ómicron hace que las vacunas sean un 75 por ciento menos efectivas ante la COVID-19. "El sistema inmunitario no lo puede reconocer bien porque la variante ómicron tiene una forma diferente", ha explicado Van Dissel.