MADRID (EP). La positiva evolución de elementos fundamentales del sector bancario español como la calidad de los activos, los niveles de capital o la liquidez tiene su contrapunto en la rentabilidad, donde la agencia Moody's aprecia "más presión", principalmente por el entorno de bajos tipos de interés que se traduce en una compresión de márgenes, advirtiendo de que la fusión de bancos no representa la panacea para los problemas de las entidades españolas.
"No podemos descartar que haya fusiones, pero no queremos especular", indicó el vicepresidente y analista senior de Instituciones Financieras de Moody's, Alberto Postigo, en una entrevista con Europa Press, donde subrayó que "las fusiones tienen que tener sentido". A este respecto, el experto recordó que durante la crisis se plantearon muchas fusiones como solución a los problemas de balance en las entidades y el resultado fue entidades más grandes con problemas acumulados y esas fusiones "no resolvieron nada".
"Aunque ahora la calidad de los balances ha mejorado mucho, en nuestra opinión la filosofía es la misma: si tienes dos entidades con problemas la fusión no va a resolverlos si esta no tiene sentido desde un punto de vista financiero ", afirmó Postigo. "No pensamos que las fusiones sean la panacea para las entidades", añadió.
Por otro lado, el vicepresidente de Moody's señaló que el fallo sobre la retroactividad total de las cláusulas suelo emitido por el pasado mes de diciembre por Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) es un asunto puntual que ha afectado negativamente a la rentabilidad, aunque considera que los bancos han constituido importantes provisiones y sostiene que ya está mayoritariamente reflejado en sus cuentas de resultados, aunque admitió que "quizás puedan salir otras cuestiones", pero no es algo que Moody's incorpore en su perspectiva.
Asimismo, ante la hipotesis de una potencial reforma de la legislación hipotecaria, el experto destacó que España tiene un marco hipotecario "bastante fuerte", con hipotecas 'full recourse', donde se responde más allá de con el inmueble que sirve de garantía de la operación, algo que ha sido muy positivo para la banca española.
Durante la crisis hemos visto que la cartera hipotecaria de los bancos españoles se ha comportado relativamente bien en cuanto a morosidad si la comparamos con otros países como Irlanda, donde se implementaron cambios regulatorios que prácticamente eliminaron la responsabilidad universal de los deudores y la morosidad hipotecaria se disparó, ha indicado Postigo.
"Si los nuevos cambios regulatorios tienden a eliminar esa responsabilidad universal del deudor serían negativos para los bancos", indicó Postigo, quien ha recordado que las medidas adoptadas durante la crisis en España para relajar de forma limitada dicho marco regulatorio con vistas a proteger a colectivos desfavorecidos no se ha traducido en un aumento de la morosidad hipotecaria.
En este sentido, José de León, vicepresidente de Moody's y experto en cédulas hipotecarias para la región EMEA, apuntó que si hay un debilitamiento de la Ley Hipotecaria y del recurso universal a bienes presentes y futuros, se estaría debilitando el incentivo o propensión de pago de los deudores hipotecarios, añadiendo que la fortaleza de las cédulas hipotecarias se basa en tres niveles de garantía: garantía al banco emisor, y en caso de impago de éste, garantía de la cartera de deudores hipotecarios y en su defecto garantía real de los inmuebles.
"Un debilitamiento de la Ley Hipotecaria supone una mayor incertidumbre y por tanto un debilitamiento de la cadena de garantías y eso tiene un valor, eso tiene un precio. Una incertidumbre es mayor riesgo y mayor riesgo es mayor prima", apuntó el analista, señalando que el correcto funcionamiento del mercado secundario hipotecario a nivel europeo tiene una repercusión en la economía real, es decir en los tipos de interés que pagan los deudores en España.