AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Paris o el teatrillo del mundo

En una semana repleta de noticias, vemos como algunos actores extranjeros, de países muy vecinos, se pierden por salir en las fotos, de una forma desmedida, para ver si recuperan un poco de apoyo popular

10/11/2018 - 

Perdónenme, por si alguien lo esperaba, pero me resisto por cansancio a hablar de nuevo, como personaje central del artículo, de Donald Trump, y no porque el personaje no se lo merezca, ni por el hecho en sí que también, las elecciones norteamericanas del Midterm, sino porque ocurren otras cosas en el mundo que deben ser tenidas en cuenta.

Aunque claro, no puedo evitar a dedicarle un párrafo a tan insigne persona e importante cita electoral. Lo ocurrido en las Midterm, no han supuesto como algunos aventuraban ese debacle del presidente USA, ha sido la puesta en escena de esa teoría de los controles políticos que enunciaba (y es deseable que así ocurra) Karl Loewenstein que pensaba que uno de los elementos básicos del constitucionalismo era la creación de sistemas de control para limitar al poder político, cosa que normalmente ocurre en las Midterm, porque suelen ser unas elecciones compensatorias y en contra del presidente de ese momento, aunque en este caso Trump ha retenido el control del Senado; y para lo que sí que nos tiene que servir es, como afirmaba Alexis De Tocqueville en una de las primeras páginas de su libro Democracia en América, “Confieso que en Norteamérica he visto algo más que Norteamérica; busqué en ella la imagen de la democracia misma, de sus tendencias, de su carácter, de sus prejuicios y de sus pasiones; he querido conocerla, aunque no fuera más que para saber al menos lo que debíamos esperar o temer de ella”, y esto lo escribía, nada más y nada menos, que en la primera mitad del siglo XIX.

Hoy quería llamarles la atención sobre un evento, el Foro de la Paz de Paris que va a dar lugar a noticias durante todos estos días, coincidiendo y aprovechando el centenario del fin de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) cuyo armisticio se firmó el 11 de noviembre de 1918, y donde el presidente francés Emmanuel Macron hace de anfitrión, en una clara maniobra de oportunismo político, muy propia de estos hiperactivos políticos, aparecidos de la cuasi nada, y en este caso le sirve para tapar sus últimas crisis de gabinete con diferentes relevos ministeriales.

El joven, pero sobradamente preparado (SIC), presidente francés ya apuntó maneras, respecto a su vocación internacionalista en la pasada Asamblea General de la ONU, en el inicio de su septuagésimo tercer período de sesiones inaugurado el 18 de septiembre de 2018. En este foro de máximo nivel afirmó que “nuestro sistema colectivo se derrumba en pedazos”, lo cual era una clara afrenta, o al menos desprecio, respecto al propio organismo en el que hablaba, y proponía construir “un nuevo orden con rostro humano”. Pues bien unas semanas después lo tenemos ahí promoviendo el Foro de la Paz de Paris.

Respecto a esta nueva iniciativa internacional, me recuerda mucho a esa frase de Napoleón Bonaparte que decía algo así, “si quieres que algo se haga encomiéndaselo a una persona, y sino encárgaselo a un comité”, en donde por curiosidad he entrado en la página web del Foro, y ya nada más empezar produce cierto escepticismo cuando se afirma que “Ee Foro de la Paz de París no es una cumbre ni una conferencia” pero es “una nueva reunión anual para todos los actores de la gobernanza global”, y servirá como “una plataforma para soluciones a retos internacionales”. Y saben cuál es mi opinión, que de resolver o solucionar los verdaderos retos internacionales más bien poco, ojo no digo que no se “arreglen” ciertos “intereses” internacionales en esa reunión; además no están “todos los actores de la gobernanza global” frase petulante donde las haya, y por supuesto tiene todo el formato de cumbre/conferencia internacional.

Aunque, si les soy sincero, donde mi asombro llega a los límites del paroxismo, la frase-título que más estupefacción me ha provocado, o más me ha clarificado el motivo del evento, ha sido la de “Una iniciativa independiente”, y ya saben el dicho jurídico, excusatio non petita, accusatio manifesta, por lo que me ha llevado a realizar una mini mini auditoria entre los que organizan el evento. Para empezar, ya se reconoce que la idea o ímpetu original es del propio presidente Macron, por lo tanto de origen no es muy independiente, parece ser; después afirma que el foro lo organiza una ONG creada en este mismo año 2018 (es decir Ad Hoc) en base a una serie de organizaciones como, la Fundación Körber creada por Kurt A. Körber, empresario alemán de la industria tabaquera y que según algunos, véase algún que otro artículo del diario alemán Das Erste, esta fundación tiene entretejida alguna que otra relación con políticos de su país (Alemania), vinculaciones estas muy criticadas, por ejemplo, por las directivas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad esta fundación se sostiene por la empresa Körber AG, con intereses en 7 áreas, como la automatización y maquinaria de herramientas, los sistemas logísticos, la farmacéutica, tabaco, textil y empresas corporativas, por lo que su independencia puede estar tamizada por sus intereses empresariales.

Otra de las organizaciones que participan en la ONG Foro de la Paz de Paris, es la Fundación Mo Ibrahim, su creador Mo Ibrahim es el fundador de la tecnológica africana CELTEL, que produjo alguna que otra suspicacia al patrocinar el séptimo Foro Social Mundial de Nairobi (Kenia) entre los voluntarios y los participantes de aquel foro, además su actual Director Ejecutivo, Abdoulie Janneh, es un diplomático de Gambia, es decir un servidor público con un compromiso con su país (en teoría) y que ha trabajado en la comisión económica africana de la ONU, por lo que sus sensibilidades e independencias también hay que cribarlas.

También el Instituto Francés de Relaciones Internacionales, forma parte de la dirección de esa ONG del Foro, y en el que su fundador y director, Thierry de Montbrial, ha ocupado puestos de responsabilidad en la administración francesa, en industrias y corporaciones internacionales, contando además con el patrocinio de grandes empresas (con sus grandes intereses, claro está) como Air France, Air Liquide Airbus, Group ARIANE, Group ARQUUS, Banco de Francia, BNP Paribas, y la colaboración de 51 embajadas, además en la memoria del 2017 cuenta como uno de sus soportes, en proyectos específicos, a la empresa Facebook, la cual no hace falta que les recuerde sus implicaciones y denuncias respecto al uso de los datos, e incluso condenas por parte de la UE, por lo que su independencia también estaría en duda.

El Instituto Montaigne, también se integra en la dirección del Foro, fundado hace poco, en 2000, tiene como presidente a Henri de Castries, que es un empresario y funcionario francés, directivo de la aseguradora AXA que trabajó como inspector de Hacienda y forma parte, en un puesto relevante parece ser del Grupo Bilderberg, por lo tanto su autonomía es más bien limitada y seguramente también está sujeta a múltiples intereses económicos.

Después, y ya casi para finalizar esta el Sciences Po, institución de enseñanza superior francesa (pública), dirigida por Frederic Mion, alto funcionario Francés que también ejerció de empresario como Secretario General del Canal +, gran defensor de políticas de género, y tiendo el centro que dirige unas claras líneas de acción multiculturales, de hecho el 47% de sus estudiantes son extranjeros, y con una clara militancia, solo hay que ver el título de alguno de sus eventos “la cámara como un arma, las fotografías como bombas”.

Y por último en participar en la ONG organizadora está el ministerio francés de asuntos europeos y extranjeros, dirigido por Nathalie Loiseau, por lo que toda posibilidad de independencia, si alguna le quedaba, se desvanece, y que conste, que el ser o no ser independiente no tiene por qué ser ni bueno ni malo, todo depende del momento y de la situación, así como del objetivo, y sobre todo, del lado de la colina en que se esté.

Así pues, cuando este fin de semana vean las noticias de este Foro de Paz de Paris, con la excusa del fin de la Gran Guerra, pongan el filtro del escepticismo y la crítica, pues, aunque en el frontispicio del Foro hay una gran verdad, los desafíos están aumentando en estos momentos, estarán viendo una representación de “El gran teatro del mundo” de nuestro gran dramaturgo Pedro Calderón de la Barca, y en la que Trump, por cierto, no actuará, pues aunque esté en Paris y concurra a la centenaria conmemoración del fin de la guerra, no asistirá a ese Foro de la Paz, ya saben que siempre tiene que dar la nota.

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