VALÈNCIA (EFE/Javier Yanes Garrido). Los parques temáticos y de atracciones de España se enfrentan este año a la celebración de Halloween, tradicionalmente de alta actividad para ellos, con un futuro incierto a causa de la pandemia, que amenaza la supervivencia de gran parte de los más de 85.000 empleos que genera el sector.
Los datos de la Asociación Española de Parques de Atracciones (Aepa), que aglutina a gran parte de ellos, son esclarecedores: los parques nacionales han perdido cerca de un 80 % de afluencia e ingresos durante los meses de verano.
Su presidente, Guillermo Cruz, que asegura que "ni en el peor de los escenarios" esperaban un desplome de tal magnitud, lamenta en declaraciones a Efe que la pandemia se haya "cebado" especialmente con los parques temáticos y de ocio.
Según la Aepa, el sector, que hasta ahora recibía una media de 30 millones de visitantes al año y acumulaba un volumen de facturación anual directa e indirecta cercano a los 1.500 millones de euros, ha sido uno de los más afectados por la economía.
Pese al palpable descenso en su actividad, dos de los parques más emblemáticos de España, el Parque Warner y el Parque de Atracciones de Madrid, califican los meses de verano de "positivos", aunque han mantenido una limitación de aforo del 50 % desde que volvieran a abrir sus puertas el pasado 22 de junio, tras el levantamiento del primer estado de alarma.
Aunque los datos de visitantes anuales no son públicos, ambos parques, que pertenecen al Grupo Parques Reunidos, aseguran que han compensado en parte el descenso en la afluencia con clientes locales de la Comunidad de Madrid y comunidades limítrofes.
En esa línea, y para atraer más visitantes y ofrecerles una mayor seguridad, Parque Warner se ha "autoimpuesto" un aforo del 30 %, mientras que su vecino en la comunidad ha fijado el límite en el 40 %.
Además, el Parque Warner ha bajado el precio de las entradas con respecto al año pasado para ganar en competitividad, mientras que el Parque de Atracciones lo ha ido "adaptando" según la temporada y el aforo establecido.
Pero en lo que han puesto mayor énfasis los parques del sector ha sido en las medidas de seguridad, ya que su principal objetivo en este contexto es ganar la confianza de los visitantes ofreciendo espacios seguros.
El Parque Warner, por ejemplo, desinfecta totalmente el parque dos veces al día y ha suprimido a su vez los espectáculos al aire libre para evitar aglomeraciones, además de establecer un sistema de reserva previa en la entrada de cada uno de los pasajes abiertos con motivo de Halloween.
Cruz defiende la seguridad de los parques, en los cuales asegura que a día de hoy no se ha producido ningún rebrote, tras llevar a cabo una inversión de más de 12 millones de euros en medidas de seguridad para cumplir todas las normas sanitarias de las autoridades.
Las previsiones futuras de la patronal no son nada optimistas, y avisan de la realidad del sector a día de hoy: "Nuestra supervivencia depende del apoyo del Gobierno".
Con el primer estado de alarma se decretó el cierre de todas las instalaciones durante sus tres meses de duración, lo que se tradujo en la pérdida de aproximadamente el 50 % de su actividad anual, debido a la elevada estacionalidad de su negocio, muy vinculada al clima.
Esta situación provocó que se llevaran a cabo expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante esos meses que afectaron entre otros a Parques Reunidos.
Las reivindicaciones del sector apuntan especialmente a una petición histórica como es la bajada del IVA al 10 %, ya que según la Aepa se trata de una "flagrante discriminación" al ser el único proveedor de servicios culturales y turísticos que no fue devuelto a ese tipo tras la crisis de 2008.
La patronal asegura que el impacto de la pandemia en el sector ha sido mayor que en otros países europeos, ya que la gran mayoría de socios comunitarios operan con regímenes especiales y tipos reducidos, como Francia, al 8 %, o Bélgica, al 6 %.
El sector se ha comprometido con el Gobierno a que esa bajada de impuestos la noten los visitantes en su bolsillo con la reducción del precio de la entrada, y además serviría como "alivio inmediato" para los parques.
Extender los ertes, exonerar del abono de la cuota de la Seguridad Social o habilitar una línea especial de financiación son otras de las reclamaciones de un sector que, si no recibe "apoyo y ayuda del Gobierno", no podrá salvar "la dramática situación" que atraviesa.