La miniserie sobre una familia de gánsteres de Birmingham tras la Primera Guerra Mundial estrena su tercera temporada y mantiene su éxito internacional
VALENCIA. Thomas Shelby (Cilian Murphy) es el capo de la banda criminal de los Peaky Blinders, los chicos malos de Birmingham que en los años veinte se caracterizaron por llevar una cuchilla de afeitar en su gorra. Con el arma escondida en la solapa aterrorizaban a sus adversarios, al pillarlos desprevenidos. Los Peaky Blinders existieron en la historia real cincuenta años antes, aunque no del modo como nos lo cuentan en esta ficción, sino de forma anecdótica.
Este delincuente de la calle comparte con Vito Corleone el respeto por la familia, lo más importante en su orden de prioridades. Televisivamente también nos evoca a Nucky Thompson de Boardwalk Empire, otro gánster de la misma década, que imponía su ley y dominaba todos los estratos políticos y sociales de su ciudad, Atlantic City, como hace Shelby en Birmingham. Con la lealtad a la familiay los códigos de la calle como biblia, la familia Shelby, compuesta por Tommy, jefe de la banda, la tía Polly (Helen McCrory), tesorera del negocio, y los hermanos Arthur (Paul Anderson) y John (JoeCole), expandió sus tentáculos por la ciudad: apuestas de caballos,contrabando de armas, cualquier negocio jugoso que no fuera legal.
-Polly: «Habrá otros».
-Thomas: (brindan) «Por los otros. Por todos ellos».
Los deseos de este criminal con raíces gitanas se asemejan por último a los de Stringer Bell, el mafioso narcotraficante en The Wire, cuya obsesión era subir en la escala social para convertirse en un hombre decente, y alcanzar así el sueño, en este caso, inglés. Todos los movimientos de Shelby en los negocios de la calle están orientados a salir del apestoso ambiente de Birmingham, y comerse el mundo como un ciudadano respetado.
El nombre de la banda, Peaky Blinders, da título a la miniserie de dos temporadas producida por la BBC,disponible en España a través de Netflix. En Gran Bretaña acaba de estrenarse su tercera, que en nuestro territorio se puede encontrar a través de la plataforma bajo demanda Wuaki.tv.
- Thomas: «En Francia me acostumbré a ver morir a los hombres. Sin embargo, nunca me acostumbré a ver morir a los caballos. Mueren mal».
Shelby, único protagonista dela serie, por el que pivotan todos los personajes, volvió de la guerra en 1919tras haber luchado en primera línea en el Somme. Es un héroe de guerra, que se curtió en las trincheras, razón por la cual el mismísimo Winston Churchill le guarda un respeto desde la primera temporada y le mantiene como colaborador en los asuntos más turbios. El detective Chester Campbell (Sam Neill) de la RealPolicía Irlandesa es su intermediario, aunque éste juegue con Shelby entre lac olaboración y el antagonismo. Birmingham, la fábrica del mundo, fue el epicentro de la revolución industrial en la Inglaterra de aquella época. Una ciudad sucia y peligrosa donde las apuestas en las carreras, el alcohol, las mujeres y los combates de boxeo clandestinos fueron el entretenimiento de una clase trabajadora que luchaba por mejorar sus derechos. El lugar donde ahogar sus penas y su miseria. Y el campamento en el que los Shelby montaron su imperio.
El período de entreguerras no fue en absoluto un periodo de paz en el país. Las huelgas, el malestar social,los bolcheviques, el nacionalismo irlandés, incluso el IRA, fueron coetáneos delos Shelby, de manera que en ocasiones se entremezclaban los diferentes mundos.
-Nick Cave & The Bad Seeds: «Él es un dios, él es un hombre, él es un fantasma, él es un gurú. Están susurrando su nombre a través de esta tierra desaparecida». (B.S.O. Peaky Blinders)
Los enormes ojos azules del actor que interpreta a Tommy Shelby, Cillian Murphy, son la mejor expresión del personaje, un hombre con un temperamento de hielo. De mirada cristalina, lo transmite todo con la gestualidad de su cara, como heredero ilegítimo que es del Vito Corleone de Marlon Brando. La primera vez que apareció el cartel de la serie durante la promoción, más de uno, yo incluida, creyó que se trataba de una mujer. Tras ese rostro angelical de buen chico y cabeza de familia, se esconde, sin embargo, un asesino cruel y un astuto controlador. Un matón que arrastra multitud de cadáveres consecuencia de su peligroso negocio.
Peaky Blinderses una creación de Steven Knight, guionista de oficio que ha pasado por firmar desde la sugerente Promesas del Este de David Cronenberg, hasta la comercial saga infantil de Crónicas de Narnia. Lo más interesante de la miniserie,además de su actor protagonista, es el conjunto creado a través de la excelente ambientación, la moderna dirección, la oscura dirección de fotografía y labanda sonora, abanderada por la canción Red RightHand de Nick Cave & The Bad Seeds, además de otras canciones de rock, que contrastan perfectamente bien en una historia desarrollada en los años veinte.La dirección, junto a la canción de Cave, mostrada en algunas escenas con un rodaje a base de slow motion,otorgan a la obra en ciertos momentos un aspecto de videoclip. Como sie stuviéramos viviendo un sueño y una pesadilla al mismo tiempo.
-Grace: «Te advierto, te romperé el corazón».
-Thomas: «Ya está roto».
Les engañaría si les dijera que estamos ante una obra redonda, pero no es así. Pese a que algunos seriéfilos mantienen el entusiasmo por la obra sobre los chicos de Birmingham,la serie tiene sus detractores. El ritmo de las escenas, tremendamente lento, no es su mejor aliado. Tampoco ayuda en absoluto que el guión no acabe de ser brillante, en especial sus diálogos, que cojean por ser tan planos. Si esta misma serie la hubiesen cogido los guionistas de The Wire, por ejemplo, estaríamos hablando de Peaky Blinders como una obra de arte. Es lo único que le falta para conseguirlo, porque el resto es magnífico.
(Este artículo se publicó originalmente en el número de junio de la revista Plaza)