VALENCIA, (EP). El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha exigido al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que acepte ir a la investidura, aunque los socialistas votarán en contra y tampoco contemplan abstenerse. Sin embargo, el líder socialista, pese a las reiteradas preguntas de los periodistas, ha respondido con ambigüedad y se ha negado a aclarar qué haría él en el caso de que la investidura de Rajoy resultase fallida.
En la rueda de prensa en el Congreso tras ser recibido en audiencia por el Rey, Sánchez ha reconocido el "bloqueo" político que vive España y ha dicho que, para superarlo, "la condición necesaria, aunque no sea la única", es que se produzca una sesión de investidura. "Y lo realmente trascendente no es el resultado, sino que se produzca para poner en marcha el motor de la democracia", ha subrayado en varias ocasiones.
A su juicio, la responsabilidad "constitucional" de Rajoy, como líder con más escaños, es someterse a ese debate de investidura y no contempla que renuncie a hacerlo. "No me cabe en la cabeza que vuelva a decir no", ha recalcado, sin querer valorar qué ocurriría si el líder del PP declina de nuevo la propuesta del monarca.
Sánchez ha insistido en que tiene que presentarse y ha emplazado a Rajoy a buscar apoyos, de la misma manera que hizo con Ciudadanos, CiU y PNV para conformar la Mesa del Congreso. Eso sí, ya ha avanzado que el PSOE votará en contra y que no contempla abstenerse y, para ello, se ha remitido a la decisión que en este sentido adoptó el Comité Federal de su partido, con una resolución que, ha dicho, es "bastante clara".
El secretario general ha acudido a esta decisión, que pusieron por escrito los socialistas en diciembre, después del 20D, y en la que se reafirmaron verbalmente después del 26J, cada vez que se le ha preguntado si el PSOE podría cambiar su criterio y abstenerse en última instancia.
Y frente a quienes le piden intentar una mayoría alternativa, como los más de 450 firmantes que apuestan por un pacto de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, ha insistido en que "no es tiempo de hipótesis", sino que es la hora de Rajoy.
"No es tiempo de elucubraciones, de suposiciones, ni de hipótesis, es el tiempo de Rajoy y es a él a quien le compete asumir la responsabilidad no institucional, constitucional de dar un paso al frente y desbloquear esta situación política", ha respondido a la primera de las muchas preguntas que se le han planteado sobre la posibilidad de que intente liderar un gobierno si Rajoy fracasa.
Sin aclarar su 'hoja de ruta', sí ha defendido que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, "ha descartado" la posibilidad de poner en marcha esa alternativa y ha recalcado que, en todo caso, independientemente de lo que diga ahora el secretario general del partido morado, "una cosa son las palabras y otras son los hechos" y él se acuerda "del 2 y el 4 de marzo", cuando votó en contra de su investidura.
En todo caso, y aunque el no del PSOE hace muy difícil que Rajoy supere una sesión de investidura, el líder de los socialistas se ha mostrado convencido de que no se convocarán unas terceras elecciones y que la legislatura echará a andar. "Encontraremos la solución las próximas semanas --ha comentado--. La clave es que se celebre la investidura".
Y cuando se le ha insistido en qué está dispuesto a hacer él para evitar esas nuevas elecciones, ha insistido en que todos los líderes políticos han dicho que no quieren unas terceras y ha asegurado que está "convencido de que se encontrará la solución que merecen los españoles".
A partir de aquí, Sánchez no se ha movido del mensaje que ya lanzó el pasado 13 de julio, después de reunirse con Rajoy en el Congreso. Al igual que ese día, este jueves el líder del PSOE ha deendido que Rajoy tiene la responsabilidad de ir a la investidura y para garantizarse que sale adelante debe "ofrecer a sus aliados potenciales unas políticas distintas" a las que ha dirigido en los últimos cuatro años.
Y ha reiterado que el PSOE entiende que la investidura y la gobernabilidad van de la mano y entre los 137 diputados que tiene y los 176 que necesita para gobernar tiene que recorrer un trecho en el que no puede contar con los socialistas.
Porque, ha insistido, el PSOE "no va a apoyar aquello que quiere cambiar". Así, ha insistido en que el PP tiene que forjar esos acuerdos y el PSOE va a defender un cambio siendo una "oposición constructiva, útil y leal", presentando iniciativas como las que ha llevado ya a la Cámara Baja.
A partir de aquí, Sánchez ha insistido en que Rajoy debe acudir a los mismso socios con los que pactó la Mesa del Congreso y ha defendido su invitación al PP a pactar con partidos nacionalistas e independentistas porque cree que hay que "quitar el cordón sanitario" a esos partidos y ofrecer una salida política para Cataluña.
En su opinión, es "importante que se haya quitado ese cordón sanitario" y se hayan normalizado las relaciones entre partidos. Por su parte, ha garantizado que no criticará estos contactos y ha defendido que no hará "ni de lejos lo que hizo el PP" con el PSOE cuando intentó "hablar" con estos partidos catalanes, sino que incluso le invita a que negocie.
Eso sí, ha asegurado que no se arrepiente de haberse cerrado las puertas con estas formaciones y ha defendido la resolución que aprobó el Comité Federal del PSOE el 28 de diciembre, garantizando que no se sentaría a negociar con partidos que tengan planteamientos independentistas.
Al margen de esto, también ha asegurado que no existe ninguna negociación con el PP y ha asegurado que no le han trasladado ninguna oferta, más allá de la "propuesta" que hizo en la ronda de contactos de Rajoy, en la que presentó a las formaciones políicas un "copia y pega de su programa electoral". En todo caso, ha insistido en que entre sus socios potenciales "no se encuentra el PSOE".