Recuerda al PSOE que en mayo todos contaron con la confianza de Ferraz para establecer pactos: "No sobra nadie, os necesito a todos"
MADRID. (EP/VP). El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha insistido este lunes en que si el PP fracasa en su intento de formar gobierno, él asumirá su "responsabilidad" y "convocará a todas las fuerzas políticas" para tratar de llegar a un acuerdo. Eso sí, ha asegurado, ahora que otros partidos se han "apresurado" a poner "líneas rojas", que él llamará al resto de fuerzas "con una condición previa": la "renuncia a cualquier planteamiento que implique la fractura de la convivencia entre españoles".
Ante el Comité Federal de su partido, reunido en Ferraz para valorar el resultado de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre y analizar la situación política que dejan, Sánchez ha insistido en que el PSOE no va a "gobernar a cualquier precio" y ha garantizado que defenderá la unidad de España.
"Ni vamos a levantar muros entre españoles, ni vamos a levantar cordones sanitarios respecto a ningún partido, ni vamos a aceptar maximalismos que obedecen a tácticas cortoplacistas y no al interés de España", ha afirmado.
A partir de aquí, el líder de los socialistas ha recordado que, en las elecciones municipales y autonómicas que se han celebrado este año, todos sus compañeros han tenido el apoyo de Ferraz para establecer pactos que les han permitido liderar el cambio y gobernar "en miles de ayuntamientos, en la mayoría de diputaciones y en la mayoría de comunidades autónomas".
"Todos los compañeros y compañeras que hoy dirigen las instituciones contasteis con la confianza de esta dirección federal, que siempre supo que dialogaríais y actuaríais en el interés general de vuestros vecinos, y vecinas, de vuestros municipios y de vuestras regiones", ha dicho.
Sánchez les ha dado a todos las gracias por este "trabajo bien hecho" que ha permitido "iniciar el camino" y ha dicho que quiere "saber" de esa "experiencia y colaboración con otras formaciones políticas tanto a izquierda como ha derecha" porque "llegado el caso" le será de "extrema utilidad". "No sobra nadie, os necesito a todos y a todas", ha recalcado.
Éste ha sido uno de los pocos mensajes en clave interna que se ha deslizado en la intervención de Sánchez para abrir el Comité Federal. Durante la media hora de discurso, no ha hecho ninguna mención al congreso ordinario que se debe celebrar en los próximos meses, y al que el pasado lunes anunció que se quiere presentar para ser reelegido.
Ni ha hablado de esta candidatura ni ha hecho mención a la fecha de este cónclave, que estaba previsto para febrero pero que el secretario de Organización, César Luena, apuntó que se aplazaría a a primavera. Algunos 'barones', como los presidentes de Andalucía, Susana Díaz, y la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, están defendiendo que se haga cuando toque.
Sí ha lanzado otra advertencia cuando ha dicho que es "necesrio" discutir la política de alianzas, y "probablemente sea inacabable", pero ha remachado que "el debate político esencial" es si continúa gobernando el PP, que es "el principal causante de las crisis", o empieza "la etapa del cambio, la modernización, la regeneración y la recuperación justa".
Con gesto serio, Sánchez si ha hecho un ejercicio de autocrítica por el resultado del pasado 20 de diciembre, como habían pedido algunos dirigentes territoriales. Eso sí, aunque ha afirmado que ese día no se logró el objetivo de ganar, ha recalcado que el PSOE sigue siendo "la alternativa al PP".
"Así que son buenos cimientos sobre los que devolver el protagonismo que queremos para el PSOE y el que esperan y merecen los españoles", ha afirmado. Sánchez ha asegurado que los socialistas van a "estar a la altura" y no van a "caer en la resignación ni en el maximalismo" ni van a "ser cobardes ni extravagantes".
"De este reto obtenemos la fuerza para dar a nuestro país el impulso de regeneración política y cohesión social que necesita, el impulso de modernización y de progreso que nos llevará de nuevo a escribir un capítulo memorable de la historia de España", ha remachado.
Sánchez ha asegurado que confía en las posibilidades de la democracía. Así, ha explicado que el PSOE respeta "los tiempos y los procedimientos" y se ha mostrado "convencido" de que "con tranquilidad, paso a paso, y sin atajos, las soluciones irán apareciendo".
Por eso, ha vuelto a decir que es el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, quien debe intentar formar gobierno y el PSOE lo va a "respetar con la responsabilidad y con la prudencia debidas". Y si lo logra, pasará a "liderar una oposición exigente y leal".
Pero ha advertido también de que el PSOE votará en contra de la continuidad de Rajoy como presidente del Gobierno y "también de cualquier otro candidato del PP a la presidencia del Gobierno", lo que ha arrancado el primer aplauso de los socialistas reunidos en la sala Ramón Rubial.
Además, ha asegurado que la celebración de nuevas elecciones es, para él, "la última de las opciones", porque supondría el reconocimiento de "la falta de capacidad de los partidos para cumplir con el mandato" que han dado las urnas, que no es otro que "dialogar".
Por eso, ha insistido en que el PSOE va a estar "a la altura de sus responsabilidades" y ha hecho hincapié en que cree que los socialistas están "preparados para liderar un nuevo tiempo", en el que tiendan "mano abierta a derecha e izquierda, a nuevos y a clásicos". "No con un solo partido, y mucho menos a cualquier precio, sino en interés de los españoles", ha remachado.
Sánchez ha explicado que si llega el momento del diálogo con otros partidos para formar gobierno, "el PSOE lo hará con luz y taquígrafos", con "transparencia sobre los términos de la conversación y la negociación", porque sólo así se garantizará "el derecho de los ciudadanos a saber de qué se habla y qué se acuerda".
Y ha reiterado que su voluntad es dialogar para que haya un gobierno progresista, pero con la convicción de que no formará gobierno "a cualquier precio".
Por eso, en particular, ha insistido en que no dialogará sobre "cuestiones como la integridad territorial de España", porque cree que la crisis en Cataluña sólo se resolverá con la reforma constitucional que propone el PSOE y no con "un referéndum que rompa España".
De esta manera, ha defendido que cualquier negociación se afrontrá desde la firmeza de su convicción en la integridad territorial de España, como ha hecho cada vez que se ha puesto en cuestión por parte de algunos. "Y los socialistas nunca cedimos, no lo hicimos en Euskadi, cuando mataban a compañeros, no lo hemos hecho en Cataluña, y no lo haremos porque nos lo proponga un tercero. No pondremos en cuestión el país que queremos gobernar", ha remachado.
Así, ha criticado a quienes, "a escasas horas de cerrar las urnas", se "apresuraron a llenar el espacio político de líneas rojas", y ha defendido que el PSOE quiere establecer un catálogo de lo que une. "No vamos a buscar ni cordones sanitarios, ni líneas rojas, ni trincheras, ni atalayas", ha afirmado.
"Os aseguro que nos dejaremos la piel en el empeño de construir una mayoría política que atienda a lo que ha dicho con claridad la mayoría social con sus votos", ha remachado.
Según ha dicho, los ejes de cualquier negociación con el PSOE pasarán por "la recuperación económica justa con más y mejores empleos, reconstruir el Estado del Bienestar, lograr un acuerdo por la educación, ciencia y cultura, recuperar el Pacto de Toledo, lograr el Pacto contra la Violencia de Género, abrir la ponencia Constitucional, regenerar nuestra democracia y recuperar el protagonismo perdido durante esto últimos años en la construcción europea".