El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un acto del partido. Foto: EFEVALÈNCIA. El PSPV celebrará este domingo su tradicional Fiesta de la Rosa en este caso en el Jardín del Turia a la altura del Palau de la Música. Un evento festivo al que no acudirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por lo que cederá el protagonismo al ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y al presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
De esta manera, el líder de los socialistas no estará presente en la citada celebración pese a los cambios de fecha previos que se realizaron por la coyuntura mediática acaecida antes del verano.
Así, cabe recordar que inicialmente la Fiesta de la Rosa estaba programada para primeros de julio. No obstante, la detención del presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, por la Operación Taula abocó a la suspensión de la cita y su aplazamiento al mes de septiembre.
No obstante, el cambio de fechas no ha propiciado finalmente la asistencia de Sánchez. Fuentes socialistas aseguran que la ausencia del jefe del Ejecutivo se debe a motivos de agenda y no tiene nada que ver con la reciente dimisión de la valenciana Carmen Montón, ministra de Sanidad, por los problemas surgidos a tenor del plagio en su máster que diversos medios han denunciado.
Por otro lado, tal y como informó este periódico, el jueves por la noche tuvo lugar la cena del PSPV de la provincia de Valencia liderado por Mercedes Caballero, próxima a Ábalos, con una destacada asistencia de casi 300 personas.
Un éxito de participación pese a que, según fuentes cercanas a la dirección provincial, la cúpula del PSPV había mostrado cierto desacuerdo con la celebración de un evento de estas características con fechas tan próximas a la Fiesta de la Rosa por temor a que se produjera cierta desmovilización. Una tesis que rechazaron desde el entorno de Caballero, que aseguraron fomentar con esta cena la asistencia al acto del domingo.
La secretaria provincial, en su discurso, defendió la continuidad de las diputaciones por "el papel fundamental que desempeñan para los municipios, especialmente para los más pequeños", una tesis con el que varios dirigentes socialistas, entre ellos el propio presidente Puig, han discrepado en diversas ocasiones como evidencia el intento por vaciar de competencias a las corporaciones provinciales para ser coordinadas desde la Generalitat.
