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Perros bienvenidos, el almuerzo está servido

¿Qué es más difícil, encontrar un bocadillo de tortilla de patatas que no sea cemento, o cumplir con la liturgia del almuerzo junto a tu perrete?

| 24/02/2022 | 3 min, 27 seg

Con esos ojos con los que los perros miran a las palomas. Con esa hiperexcitación con la que un can ansía un trozo de salchichón. Con la salivación perruna ante el ruido del pienso cayendo sobre el bol. Así se comportan los estómagos cuando se aproxima, inclemente, la hora del almuerzo. 

Los cacahuetes con corfa y sal tienen algo de chuchería para reforzar el comportamiento positivo. Nos los ganamos al invertir tantas y tantas horas de vida en engordar la cadena productiva del capitalismo. “Buenos chicos, aquí tenéis vuestra grasa de origen vegetal”. El esmorzar vertebra la jornada. Los humanos, como los perros, necesitamos horarios.

Los humanos necesitamos bares. Los humanos necesitamos perros. Los perros necesitan humanos. Los bares necesitan humanos. Pero no todos los bares admiten perros. Estos sí. En estos, además de lucir con orgullo la bandera dog-friendly, se almuerza —en plan moderno, vaaaaaale— genial.

Casa Capicúa

Marta y Laura Benito regentan esta cafetería en la que eventos culturales, intercambios de idiomas, confraternización en la mesa comunal, confidencias en la barra y sesiones de interacción canina son bienvenidas. “En Capicúa los perretes son un cliente más. Les damos mucho amor y caricias”, cuenta Marta. 

A su propuesta de desayunos, almuerzo y aperitivos se suma la simpatía —que ya ves lo que cuesta, pero lo que significa— de sacar agua para los perros y cervezas bien tiradas para los humanos. Son más bien generosas en las raciones, por lo que es fácil que los chuchos se lleven algo de premio. 

El Astrónomo

“Nos pasa menos que alguien diga ‘¿puedo entrar con perro?’ que lo más frecuente, que es que la gente con animal se detenga en la puerta y diga ‘ay, no puedo pasar, que voy con perro’”. Sergio Mendoza cuenta así la experiencia que tienen en este almuerzódromo en el que lo tanto perros como humanos se lanzan a por el bocadillo de pollo asado con patatas fritas con mantequilla de ajos tiernos y mayonesa de Sriracha y lima y el de sepia braseada, alioli de perejil y jamón.

Los Picos Café

Uno de los mejores cafés y uno de los mejores sándwiches mixtos de Ruzafa es también uno de los mejores sitios para ir con perros. Esa terraza próxima al parque de la plaza de Manuel Granero es dog friendly. En su pequeño interior también admiten canes. 

Gema Oviedo y Rafael Mejías lo mismo te dan de almorzar un sándwich de rosbif marinado con achiote y naranja que hacen feliz a tu perrete. 

El Observatorio

Llámale desayuno, brunch, almuerzo, comida en horas raras u otros momentos dentro del horario cambiante del restaurante de Sergio Mendoza. No importa. No importa que cambie de horario, porque para esto está Google, para que lo comprobemos. Lo que aquí nos atañe es poder comer una tostada con un huevo instagrameable y que nuestro perrito mire con ojos de súplica.  

“Cada vez que alguien nos pregunta si podemos entrar perritos les decimos que tenemos la misma política que para niños, si se portan bien y no muerden, ningún problema. Hale, id tachando lo que tengáis en portada”.

Al igual que en El Astrónomo, tanto en esa terraza que tanto les costó tener, como en el interior del local, los canes son más que bienvenidos. 

Café Museu

Un clásico de El Carmen, un clásico para comer un pincho de tortilla de patatas y un café con leche en horario funcionarial, si a los funcionarios se les permitiera llevar a sus perros. Esta podría ser una buena idea para sosegar el síndrome del funcionariado por el cual casi siempre están de un humor de perros. 

Vaya refrán de mierda, por ciento. 

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