VALÈNCIA (EP). Poner en común estrategias y experiencias que refuercen la educación como motor de inclusión, especialmente del colectivo de reclusos, es el objetivo del viaje que un grupo de docentes valencianos ha realizado a Dublín, dentro del programa de movilidad Erasmus+.
Así, profesionales de la escuela de personas adultas 'Presentación Sáez' del centro penitenciario de Picassent han visitado en Dublín diversos centros educativos de prisiones programadas por el servicio educativo y de formación de la ciudad irlandesa -City of Dublin Education and Training Board-.
Entre las actividades realizadas ha habido visitas guiadas a centros educativos -la cárcel de mujeres de Dóchas, Mountjoy Prison y Arbour Hill-- y otros centros externos a la prisión, como Pathways Centre y el tribunal de tratamientode drogodependencias.
No es la primera vez que docentes del centro valenciano viajan para conocer otras experiencias europeas y, ya en 2022, una delegación de la escuela Presentación Sáez acudió a la ciudad noruega de Bergen en una movilidad de aprendizaje por observación fruto del convenio con el centro educativo sanevidareg ande skule, que proporciona servicios educativos a los centros penitenciarios de la ciudad. Este convenio conllevó asimismo la visita de una representación noruega a la prisión de Picassent.
El proyecto, destacan fuentes del centro valenciano a Europa Press, permite "avanzar en la educación de estudiantes privados de libertad, en riesgo de exclusión y en situaciones muy precarias".
La visita a Dóchas, la unidad de mujeres, fue una de las claves de la movilidad, puesto que el proyecto incide en la atención a este colectivo especialmente vulnerable. Ha sido en esta prisión donde la delegación valenciana, durante una visita a uno de los talleres educativos, coincidió con una estudiante que también había estado reclusa en Picassent.
Como educadores de un centro penitenciario, la delegación de Picassent subraya "el interés de aprender nuevas estrategias y enfoques educativos que hayan sido aplicados con éxito en Dublín".
"Muchos de ellos son comunes, en especial el interés por la reeducación y la reinserción de los presos. Sin embargo, también hay diferencias entre el sistema español y el irlandés", explican.
En este sentido, comentan que el sistema educativo y penitenciario irlandés permite la continuidad entre la formación dentro de los muros y el exterior. Es decir, un estudiante excarcelado tiene la posibilidad de seguir sus estudios en un centro específico para exconvictos en el exterior.
Es el caso del centro Pathways, en el corazón de Dublín. Esto no existe en el sistema español, con lo que "se pierde la pista de los estudiantes una vez excarcelados", advierten estos profesionales.
Además, una figura fundamental e inexistente en España es la del anfitrión de la visita a Dublín, Stephen O'Connor, coordinador del servicio de educación para prisiones, convictos y exconvictos. Su papel "permite coordinar la oferta educativa, dar continuidad a la formación iniciada en prisión y seguir el rastro de un colectivo altamente vulnerable".
De este modo, observan, el sistema irlandés adapta la oferta educativa a los intereses de los internos y tiene la educación no formal y creativa como eje de la formación del alumnado. Por su parte, apuntan, "el sistema educativo valenciano y español no goza de esta flexibilidad y se centra en la educación formal dirigida a la obtención de un título; la faceta artístico-creativa es residual".
Algunos representantes de los servicios educativos y de las prisiones de Dublín han mostrado su interés por visitar Picassent durante el año 2024, para conocer de primera mano algunos aspectos del sistema valenciano que les resultaron interesantes durante las puestas en común.
Entre otras cuestiones, han expresado su voluntad de conocer más al detalle los diferentes tipos de comunicaciones vis a vis o los aspectos organizativos de una gran escuela como FPA Presentación Sáez, con 700 alumnos internos de los aproximadamente 2.000 que conviven en la prisión más grande de España.