"La negociación de Rajoy con Euskadi y Canarias es una pedagogía nefasta"
"La negociación de Rajoy con Euskadi y Canarias es una pedagogía nefasta"
VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig (Morella, 1959), se enfrenta este mes de julio a unas primarias en las que tiene como contendiente al alcalde de Burjassot, Rafa García. Un rival que se destacó entre los principales apoyos de Pedro Sánchez en la Comunitat Valenciana y que aspira a conseguir una bicefalia en la que el jefe del Consell se centre en la gestión mientras que el partido sea dirigido por un dirigente que se encuentra en la órbita del secretario de Organización federal, José Luis Ábalos.
Puig se muestra preparado para el duelo y, para ello, ha iniciado un recorrido por agrupaciones socialistas con la intención de defender su continuidad como líder de los socialistas valencianos. Además, admite errores por su parte en las cuestiones orgánicas, sobre todo en lo referente a la caída de Sánchez y el catastrófico Comité Federal de octubre del año pasado, pero no se arrepiente de su posicionamiento a favor de Susana Díaz en el proceso de primarias federales: "Pido perdón, claro que sí, porque no he hecho bien algunas cosas, pero no me arrepiento de tomar partido", comenta en esta segunda parte de la entrevista concedida a Valencia Plaza.
PRIMERA PARTE. Ximo Puig: "La negociación de Rajoy con Euskadi y Canarias es una pedagogía nefasta para España"
-Está haciendo ronda por muchas agrupaciones de cara a las primarias y nos llega que en muchas de ellas pide perdón por algunas de las situaciones que se han producido en su partido. ¿Por qué pide disculpas exactamente?
-En cualquier trabajo y trayectoria, si tienes una mentalidad autocrítica, debes saber reconocer tus errores. Creo que en el último año, los dirigentes, no los militantes, deberíamos hacer autocrítica. No se han hecho las cosas bien: lo que pasó en el Comité Federal fue muy vergonzoso para los militantes y yo la parte alícuota de responsabilidad por todo esto la asumo y les pido perdón sin tapujos. No se hicieron bien las cosas y yo no hice bien las cosas. Salió todo muy mal. Ahora bien, también digo que yo no me arrepiento de tomar partido. Cada uno, en un momento determinado, debe ser leal consigo mismo y con su organización y decir: 'Yo creo que el camino es este'. Después los militantes eligen democráticamente y, una vez ocurre esto, la decisión está tomada. Pedro Sánchez es mi secretario general y la Ejecutiva que ha nombrado es mi Ejecutiva. Ahora, en el proceso previo cualquiera tiene derecho a expresar su opinión, a plantear lo que cada uno cree que es mejor. En definitiva, yo asumo mi parte de culpa, aunque también otros deberían asumir la suya y que la autocrítica fuera general.
-En el caso de que sea reelegido como secretario general del PSPV, ¿cree que es reconducible la relación con Pedro Sánchez?
-Por mi parte he prometido lealtad aunque está claro que tiene que ser de ida y vuelta; pero vamos... yo me llevo bien con adversarios políticos así que mejor aún con compañeros. Lo que hay que hacer es aceptar los distintos procesos y, en mi caso, defender el interés general de los valencianos y el del PSPV. Y si hay cosas en las que no estamos de acuerdo tampoco pasa nada porque la democracia es eso. Que haya una diferencia en una cuestión no significa que estés intentando destruir o fracturar. Lo que intentaré es que trabajemos juntos para que haya un gobierno progresista en España y para que continúe el gobierno progresista en la Comunitat Valenciana.
-Al final usted nombró una dirección del partido en 2012 pero, debido a los distintos procesos electorales, los congresos se están celebrando cinco años después. De hecho, le acusan desde la candidatura de Rafa García de que el partido ha estado "muerto" en los últimos tiempos. ¿Cree que le han sobrado dos años a la Ejecutiva que usted designó?
-Nosotros hicimos un trayecto de pasar de un partido desunido a un partido cohesionado y pasar de un partido en la oposición a un partido en el gobierno. Esa operación fue exitosa pero es verdad que ahora debemos pasar de un partido construido para alcanzar las instituciones a un partido que ya está ahí y quiere ser eficaz y mejorar su relación con el conjunto de la sociedad. Efectivamente, me hubiera gustado abordarlo antes porque al margen de lo que ha pasado en el PSOE, yo pensaba hacer una renovación profunda porque es lo que exige este momento: cambiar de chip y adecuarnos para lograr mejores resultados en 2019.
-Esta renovación usted la ha admitido públicamente y, en este sentido, muchas de las críticas procedentes de la candidatura de Rafa García han señalado a algunos de sus colaboradores. ¿Debemos entender que, por ejemplo, está asegurado un cambio en el área de Organización que hasta ahora ha ocupado Alfred Boix?
-El área de Organización de todos los partidos siempre es un potro de tortura. Va a haber una renovación profunda como digo, aunque todavía no he pensado en la dirección porque ahora lo fundamental es vivir este proceso de debate y propuestas para testarlas con los militantes. Ver, en definitiva, cómo aprovechar en positivo esta ilusión y participación, por lo que no voy a hablar de la futura Ejecutiva en medio de este proceso. Demasiadas veces las confrontaciones internas se hacen para algunos más importantes que trasladar un proyecto político al conjunto de la sociedad.
-Los números del pasado proceso indican que para ganar debe conseguir que 3.330 personas que apoyaron a Sánchez ahora le respalden a usted. ¿Qué sensación tiene?
-Son dos procesos absolutamente distintos y la gente lo ve claro. Yo creo en la madurez de los votantes del Partido Socialista y saben cuándo se vota una cosa y cuándo se vota otra.
-¿Percibe que hay el mismo ahínco entre los 'sanchistas' que ahora le apoyan respecto a cómo lo hicieron con el madrileño frente a Susana Díaz?
-Veo a militantes movilizados porque saben lo que nos estamos jugando y que en estos dos años ha habido cambios y políticas de izquierdas de verdad. La ilusión comenzó aquí en 2015.
-¿Cree que la bicefalia es negativa en general, más allá de que en esta situación le perjudica a usted ahora personalmente?
-Desde luego no forma parte de la cultura del PSOE ni en general de los partidos políticos en España a excepción del PNV, aunque en ese caso el liderazgo está claro que lo posee el lehendakari. Creo que el liderazgo social debe estar acompañado del liderazgo orgánico porque además ha sido un trayecto positivo y nadie puede discutir que yo he tratado de coser este partido. He cedido espacios de responsabilidad y que nadie se quedara al margen, por poner un ejemplo en su día en el proceso provincial de Valencia. Así que desde el primer momento estuve intentando con el ex secretario general Jorge Alarte, al que le agradezco todo el trabajo que hizo, reposicionar el partido para ganar las elecciones.
-Para algunos esas maniobras de integración es uno de sus grandes errores internos...
-Bueno, pues yo de eso no me arrepiento en absoluto y creo que es lo mejor para un partido. Hay que superar el tribalismo.
-¿Si se produce la bicefalia cree que quedaría muy debilitada su posición y más en un gobierno de coalición?
-Hay cosas que son obvias.
-¿Se plantearía marcharse?
-No, en absoluto. Nosotros venimos de un proceso de modernización del partido y ahora vamos al segundo proceso. Nosotros fuimos la comunidad autónoma donde se hicieron las primeras primarias abiertas de España. Yo defendía el lema de un militante y un voto y otros no querían, de hecho perdimos esta votación en el congreso de Sevilla de 2012. Así que yo he cometido errores, claro, pero otros no me pueden cuestionar aciertos o al menos posicionamientos claros sobre la democratización del partido. Yo también quiero por ejemplo que en los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes en los que estemos en la oposición hagamos primarias abiertas.
-¿Cree que la candidatura de Rafa García ha salido de motu propio o sale de Pedro Sánchez y José Luis Ábalos?
-Sería un error una candidatura tutelada. Yo respeto profundamente al compañero que se presenta y el definirá su propio espacio.
-¿Prefiere dada la situación llegar hasta el final o cree que aún se podría hacer una negociación con García y evitar la votación?
-Quiero vivir esto una vez que ya se ha producido. Otra cosa son las circunstancias de cómo se ha producido que eso no lo tengo que explicar yo. Quiero que sea un debate abierto, con total transparencia, sin mesas camillas y sea la solución que sea, que mejore el posicionamiento del Partido Socialista.
"La negociación de Rajoy con Euskadi y Canarias es una pedagogía nefasta"