VALÈNCIA (EFE). La científica Pilar Mateo ha advertido de que la pandemia de la covid-19 no puede diferenciar entre países "ricos y pobres", ya que es global y por lo tanto tienen que haber "soluciones globales", y ha afirmado que Europa tiene una "responsabilidad histórica" y puede ser la "gran artífice del cambio".
Mateo, una de las científicas más destacadas del mundo, que ha dedicado su vida profesional a combatir enfermedades endémicas como el mal de Chagas o el dengue, ha participado este miércoles en el Valencia Digital Summit 2021, organizado por Startup Valencia, y ha animado a los participantes en el evento -empresas innovadoras y tecnológicas- a "cambiar las cosas" a través del conocimiento, en el que deben sumarse "el norte y el sur" para tener éxito.
La científica, en declaraciones a Efe tras su intervención en el acto, ha manifestado que "Europa no puede vivir con el glamour" de ser referente histórico y cultural, sino "con el mundo actual y buscar soluciones" y se ha mostrado convencida de que "podemos ser los grandes artífices del cambio" si pensamos también en los países africanos y los de América del sur.
"Europa tiene una responsabilidad histórica y lo que estamos haciendo es pensar en si nos salvamos nosotros y no en que las soluciones tienen que ser globales", ha lamentado.
Del mismo modo, ha reprochado que la pandemia de la covid haya dado lugar a la "pandremia", el término con el que quiere hacer referencia a la "erre de rabia, de la pobreza y del hambre", por la diferencia que se está haciendo entre los países del hemisferio norte y del sur.
A su juicio, la pandemia de la covid-19 ha evidenciado asimismo que hay un problema global en la estructura, que debe solucionarse también desde el punto de vista global y "no puede haber una competencia ni entre autonomías ni países, ni hablar de cerrar fronteras en Europa" y crear así una "burbuja de ricos".
Mateo considera que la pandemia de la covid ha mostrado también que "no tenemos políticas industriales importantes" para solucionar problemas globales.
"Hay políticas industriales muy avanzadas pero las bases de esas políticas no están hechas", ha añadido, y eso conlleva tener que depender de los lugares de donde viene el problema, como ha sido China.
También ha cuestionado el hecho de que las vacunas no lleguen a los países más pobres y ha recordado que los virus y las bacterias "llevan millones de años antes que nosotros" y no entienden de fronteras.
La científica considera que "es una suerte vivir en un país en el que nos ponen las vacunas necesarias pero hay que empezar a pensar en que hay que vacunar a los países de dónde ha venido y dónde están mutando los virus, donde no les ponemos una barrera".
Del mismo modo, ha abogado por impulsar, junto a las vacunas, la investigación de medicamentos anticovid, así como fomentar la "prevención y la educación global", con estrategias de divulgación más modernas y que lleguen a más gente para ayudar a los países más necesitados.
La científica apuesta asimismo por un plan estratégico global, no solo centrado en la salud sino también en los problemas que vienen de las zoonosis y de los cambios medioambientales.
La zoonosis (enfermedades infecciosas que pasan de animales a humanos), ha señalado, es el "gran problema" que vamos a tener en el siglo XXI, como la gripe aviar, y que hemos visto también con el virus del Nilo.
"Hemos hecho un mundo sin pensar que tenemos que estar todos y cuando te cargas una cosa afecta a todo el ecosistema", ha señalado en referencia a las consecuencias de la despoblación en algunas partes del planeta.